Sr. Director
¿Qué le espera en el futuro próximo al Estado de Israel?
Primero, los Estados Unidos: la cercanía y la colaboración entre Estados Unidos e Israel, que fue hecha y se desarrolló durante la administración de Bush, perderá su vigor durante el mandato de Obama. Algunos de los nombramientos claves en Washington marcan con anticipación un significativo desacuerdo sobre puntos centrales.
Algunas voces prominentes en el equipo de Obama, ponen en duda el valor de esta relación tan íntima con Israel, especialmente por el gobierno liderado por Benjamín Netanyahu. Los estadounidenses están ansiosos de que Israel y los Palestinos lleguen a un rápido acuerdo. Aunque hoy sea imposible. Y, de acelerar y concluir las negociaciones con Siria, aunque este pais no sacrifique su alianza estratégica con Irán.
La administración del Presidente Barak Obama, está dando la impresión de querer contener las ambiciones nucleares de Irán, más que usar la fuerza militar o mediante el uso de fuertes sanciones que lleguen a este fin. La nueva administración, no tiene la voluntad de coordinarse con Israel para lograr estos objetivos. Netanyahu, deberá de invertir sus mejores esfuerzos para llegar a un entendimiento con el equipo de la Casa Blanca, por lo menos para evitar al máximo las fricciones.
Irán:
A pesar de las diatribas del Presidente Ajmadinejad, que no cesa de insultar y proferir amenazas a Israel y al Pueblo Judío, ha frenado el proceso de enriquecimiento del uranio, emitiendo una señal de que está dispuesto a entrar en negociaciones con Obama. Incluso, se escuchan voces en Teherán que quieren llegar a una negociación con los Estados Unidos, para obtener un sustancioso desarrollo económico y político, como la modernización de su industria petrolera, aunque el costo sea la limitación en su poderío militar nuclear.
Irán, quiere llegar a una situación donde pudiera adquirir rápidamente un pequeño arsenal nuclear, sin embargo, no piensan que debe necesariamente lograrlo a toda velocidad. Israel tendrá que vivir con esta ambigua realidad y contenerse de llevar a cabo una acción militar, que podría resultar en una guerra a larga escala. El peligro iraní seguirá acechando las cabezas de los israelíes, aunque no llegue a ser un peligro nuclear en el futuro próximo.
Turquía:
Es uno de los actores no árabes en la arena e insistirá en tener buenas relaciones con Israel. Aunque hayan abandonado los principios seculares que fueron establecidos por la revolución de Ataturk y esto tal vez afecte adversamente las relaciones y el clima de sociedad con Israel, que fue favorecido en los años recientes. Turquía, se verá forzada a competir con Irán en el mundo árabe y no solamente en Irak, como actualmente sucede. Existe un cierto clima de neo-Otomanismo (al régimen del gobierno Otomano) y Ankara se da cuenta que tiene que incrementar su influencia en el mundo árabe.
Egipto:
Aunque haya firmado la Paz con Israel, es una paz entre gobiernos pero no entre pueblos. (Israel sigue siendo odiado en los medios de comunicación). Egipto, junto con Arabia Saudita, se ha convertido en los líderes de la facción Sunita del Islam y trata de bloquear las ambiciones de Irán y sus aliados. Se presume, que el Gobierno de El Cairo continuará con su política exterior, como lo hizo durante la operación de Plomo Fundido llevada a cabo por Israel en Gaza. Y, esta política, será más enfática si el Presidente Mubarak se retira.
Aun si accede al poder su hijo Jamal o, en caso contrario, por alguien que fuese aceptado por las fuerzas armadas. Egipto estará muy cuidadoso de mantener la paz con Israel y hará todo para aislar a Hamas y detener la dependencia de esta organización con respecto a Irán.
En el horizonte se ven signos, de que las relaciones entre Egipto e Israel se van a mejorar en el futuro.
Siria:
El Gobierno de Damasco seguirá presionando para que le sea devuelto las alturas del Golán, a cambio de una Paz, que no querrá decir una normalización de las relaciones con Israel y, seguramente, se negará a romper sus relaciones con Irán. Israel se enfrentará a una decisión muy difícil: Dar los ultimos pasos para firmar un Tratado de Paz, con Bachar El Asad, o ser acusado de sabotear el tratado. En caso que no se llegue a un acuerdo, los sirios, incrementarán la presión, abasteciendo, tal vez, a Hizballah de misiles antiaéreos.
Los Palestinos:
Sea cuales fueren los términos de la reconciliación entre Fatah y Hamas, esta última se convertirá, gradualmente, en la fuerza más prominente en la arena Palestina (lo queramos o no Hamas es más popular que Fatah) aunque permanezca bloqueada en Gaza. Tarde o temprano, Israel, tendrá que confrontar el verdadero balance de las fuerzas entre sus vecinos y considerar la validez de la apuesta y confiar en que la Autoridad Palestina se rehabilite.
La única fórmula factible es un armisticio, lo que equivaldría a un poco menos que un Tratado de Paz, a cambio de una retirada de la mayor parte de la Ribera Occidental.
Estas suposiciones deberán tomarse en cuenta si se quiere lograr un arreglo con los árabes. Desde luego, con la ayuda económica de los Estados Unidos, los europeos y, tal vez, con los rusos y los chinos, también.
Tal vez estemos deprimidos y asqueados por los comentarios de Ajmadinejad en la conferencia de Durban, pero bombardear Irán levantaría todo el mundo musulmán contra Israel, los judíos del mundo y los Estados Unidos nuestro único aliado.
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