Casi todos los días el Shemá es mi plegaria. A veces la leo en hebreo y en español para entenderla bien. Inevitablemente a fuerza de leerla todos los días llegué a la conclusión de que es una plegaria que en muy pocas palabras totaliza lo que debe ser un judío tanto espiritual como materialmente.
Lo sorprendente es que tan sólo en dos páginas, escrito está, como debe guiarse un judío por el sendero de la vida. Partiendo de su versión original y con un gran respeto he copiado la esencia de su contenido empezando con lo más elevado: El Alma Humana y terminando en el hogar judío.
EN TU ALMA.
Amarás al Eterno tu D-os.
Cuiden de ustedes, no sea que se deje seducir su corazón y se aparten y sirvan a dioses extraños y se postren ante ellos.
Entonces se encenderá la ira del Eterno contra ustedes.
YO soy el Eterno, su D-os Verdadero
EN TU VIDA.
Y sucederá que si obedecieran los mandamientos
Que yo les ordeno hoy, de amar al Eterno.
YO otorgaré a su tierra la lluvia en su momento.
Para que recojan el grano, el vino, y el aceite.
EN TU CUERPO.
Las Filacterias. El Tefilim.
Las atarás por signo sobre tu mano y por filacterias entre tus ojos.
Las Tzizit.
Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan flequillos en las esquinas de sus vestimentas.
Y serán Tzizit para ustedes.
Para que lo vean y se acuerden de todos los mandamientos de D-os y los cumplan.
Y EN TU CASA.
Y las escribirás sobre los marcos de tu casa
y sobre tus portones.
A fin de que se multipliquen tus días y los días de tus hijos.
La Mezuza:
Pergamino colocado en el marco de la puerta en la que se escriben dos fragmentos de la Biblia.
Sirve como señal en un hogar judío y recuerda permanentemente Que D-os está por encima del hombre.
Siempre son las raíces las que dan la vida y el florecimiento.
¿Será porque están al principio?
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