A propósito de Pésaj, mi esposo Elías y yo estábamos platicando acerca de la importancia de esta fiesta. Salió a colación un tema en particular que nos gustó: nuestros hijos.
“Como un árbol que crece en sus raíces y tiene un origen, de la misma manera tiene un florecimiento”, estas fueron palabras de mi esposo y que me gustaron para escribirlas.
Como se dice en el Séder: “de dónde vienes y hacia dónde vas”. De esta misma reflexión, nuestras raíces son de nuestros antepasados que inculcaron las costumbres y tradiciones. Esto es lo que queremos infundirles a nuestros hijos: hacia donde van.
Por un lado con tradiciones y por otro lado bases familiares bien fundamentadas -con hechos y ejemplos de nuestros propios actos-, para que nuestros hijos sigan de forma coherente y convencida un judaísmo auténtico, y puedan caminar por la vida teniendo un rumbo fijo sin perder la brújula.
Conjugando la buena educación con las tradiciones y el respeto a los demás. Manteniéndose siempre unido a la familia. Esa es nuestra esperanza: “Entre más honda la raíz, más fuerte crece el árbol”.
Ciertamente nuestra religion esta llena de costumbres,que trasmitimos de generacion a generacion.
Me gusto .
Elias