Razón y escritura en Don Sem Tob, 1ra. parte

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Las  estas coplas se iban recitando paso a paso por Agustín García Calvo a lo largo de la charla, pueden oírse en el siguiente enlace:
http://bauldetrompetillas.es/agustin-garcia-calvo/cosas-varias/razon-y-escritura-en-don-sem-tob/

Dice don Sem Tob: «sin embargo, lo que hables, si no queda escrito, en caso de que en ello veas conveniencia tuya, después lo negarás»:

1781


pero lo que fablares,
 si escribto non es,
 si y tu pro fallares,
 negarlo has después.

«A veces hay lugar a negar lo que se dice; pero, si está dicho, no se puede negar»:

1785

Negar lo que se dize,
 a veces ha logar;
 más, si escribto yace,
 non se puede negar.

«La palabra a poco tiempo que pase se olvida; la escritura queda guardada para siempre; y la razón que no está puesta en escrito es tal como flecha que no llega al blanco: los unos lo cuentan de una manera, los otros de otra; nunca de la investigación que de ella se haga resulta efecto cierto; de los que allí estaban, pocos se acordarán de cómo fue lo que oyeron, y no se pondrán de acuerdo»:

1789 

La palabra a poca
sazón es olvidada;
et la escritura finca
pora siempre guardada;

1793 

e la razón que puesta
non yace en escrito,
tal es como saeta
que non llega al fito;

1797 

los unos, d’una guisa
dizen, los otros d’otra;
nunca de su pesquisa
aviene çierta obra;

1801 

de los qu’y estovieron
pocos s’acordarán
de cómo lo oyeron
et non conçertarán.

«Sea violenta, sea dulce, la palabra es tal como sombra que pasa y no deja señal. No hay lanza que burle toda clase de corazas ni que traspase tanto como lo hace la escritura»:

1805

Siquier brava, quier mansa
la palabra es tal
commo sombra que passa
en non dexa señal;

1809

non ha lança que false
todas las armaduras
nin que tanto traspase
como las escribturas:

«Que la saeta se dispara hasta un blanco determinado, y la letra alcanza desde Burgos a Egipto; y la saeta hiere al ser vivo capaz de sensación, y la letra conquista, así en vida como en muerte»:

1813

Que la saeta lança
 fasta un cierto fito,
et la letra alcança
desde Burgos a Aigibto;

1817

e la saeta fiere
al bivo que se siente,
et la letra conquiere
en vita o en muerte;

«La saeta no llega más que al que está presente; la escritura llega hasta el que está ausente al otro lado del mar; de una saeta le defiende a uno un escudo: de la letra ni el mundo entero puede defenderlo.»

1821

La saeta non llaga
si non es al presente:
la escritura llega
al d’allen mar absente;

1825

de saeta defiende
a omre un escudo:
de la letra no l’puede
defender tod’ el mundo.

Este es el pasaje. No he querido interrumpir este ejercicio de hacer vivir, aunque sea por un momento, al castellano del siglo XIV, al viejo castellano, pero, por supuesto, hay unos cuantos puntos que merecen nota. Desde luego, la desconfianza de la escritura por parte de nuestro judío es, como se ve, proclamadamente práctica, astuta, comercial, diríamos. Efectivamente, esto se ve sobre todo respecto a la actividad lógica por escelencia, que es la negación: él encuentra que negarse lo que se ha dicho, lo que se ha pronunciado, cabe, pero que lo que yace escrito (está pensando sin duda en documentos) no se puede negar: la negación lógica ya no actúa sobre ello. Noten que esta vida de la negación es esencial respecto a la relación que establezco entre la lengua hablada y la vida. Es el elemento lógico por escelencia, la negación, que al mismo tiempo podemos llamar raíz y fuente de vida. El habla, como ustedes han visto, está abierta a la contradicción: unos lo refieren de una manera, otros de otra, y la memoria queda efectivamente convertida en una red de contradicciones. La escritura pretende fijar y uniformar esas contradicciones, acabar con ellas. Los últimos versos hablan del alcance de la escritura y de lo que puede herir al vivo y al muerto, como se dice al final, al ausente y al presente.

Este es el pasaje. No he querido interrumpir este ejercicio de hacer vivir, aunque sea por un momento, al castellano del siglo XIV, al viejo castellano, pero, por supuesto, hay unos cuantos puntos que merecen nota.

Desde luego, la desconfianza de la escritura por parte de nuestro judío es, como se ve, proclamadamente práctica, astuta, comercial, diríamos. Efectivamente, esto se ve sobre todo respecto a la actividad lógica por escelencia, que es la negación: él encuentra que negarse lo que se ha dicho, lo que se ha pronunciado, cabe, pero que lo que yace escrito (está pensando sin duda en documentos) no se puede negar: la negación lógica ya no actúa sobre ello. Noten que esta vida de la negación es esencial respecto a la relación que establezco entre la lengua hablada y la vida. Es el elemento lógico por escelencia, la negación, que al mismo tiempo podemos llamar raíz y fuente de vida.

El habla, como ustedes han visto, está abierta a la contradicción: unos lo refieren de una manera, otros de otra, y la memoria queda efectivamente convertida en una red de contradicciones. La escritura pretende fijar y uniformar esas contradicciones, acabar con ellas. Los últimos versos hablan del alcance de la escritura y de lo que puede herir al vivo y al muerto, como se dice al final, al ausente y al presente.

No se engañen ustedes cuando ahora pasemos un poco a la actualidad; porque hoy podríamos pensar que, siguiendo un poco la falsa profecía del profesor McLuhan, se diría que no es tanto el dominio de la escritura como el de los medios audiovisuales y la televisión el que costituye el dominio y que alcanza de Burgos a Egipto, y mucho más que eso, y alcanza al presente y al ausente, al vivo y al muerto, sobre todo si pensamos que los televidentes están muy dudosamente vivos, desde el momento que son tal cosa como televidentes. Pero no hay que engañarse: porque no es verdad que los medios audiovisuales sean una innovación esencial, sino que son una mera prolongación de esta labor de la escritura; todos ellos, con filmación de imágenes, con grabación de un tipo o de otro, se oponen a la lengua hablada, a la lengua viva, de la misma manera que en los versos de Sem Tob se opone la escritura.

Una cosa a la que, por supuesto en los versos de Sem Tob no se alude y a la que no hemos aludido todavía, y que tiene relación con muerte y ley, y, en cambio, palabra hablada, verbo hablado, en relación con eso desconocido a lo que aludimos como vida, es esta otra cuestión social, la que está relacionada con ello, seguramente a casi todos ustedes, especialmente a los no investigadores, los que nos han hecho el honor, nos han dado el gozo de venir desde el pueblo directamente, seguramente les tienen engañados haciéndoles creer que eso del lenguaje es algo del mismo orden que la Cultura y, por tanto, que los libros. Conviene, por tanto, insistir en la falsedad de esta sugerencia y mostrar hasta qué punto llega la oposición.

Continuará…

 

Agustín García Calvo.  Jornadas Extremeñas de Estudios Judaicos. Hervás, 16, 17, 18 y 19 de marzo de 1995.

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