“El Eterno dijo a Moshé: “He visto a este pueblo, y he aquí que
es un pueblo duro de cerviz*”.
Éxodo 32-9
Un 19 de abril.
Un 19 de abril de 1943 se inició el levantamiento del Gueto de Varsovia contra el asesino nazi. Pero como siempre, y lamentablemente en nuestra historia milenaria, hubo una arista que fue olvidada u ignorada y omitida(puede que en ciertos casos intencionalmente y en otros por desconocimiento).
Me refiero a la rivalidad del ZOB(Organización judía de Combate ) liderada por Mordejai Anilewicz de orientación socialista (incluía gente del Bund y otros) con la otra fracción puede que menos numerosa pero activa que fue el ZZB(Unión Militar Judía-derechista y Betarista). Esta última con Pawel Frenkel a la cabeza, y hasta donde se conoce también caído en la defensa del castigado barrio judío.
Algunos aseguran que al final, hubo acuerdo, para poder luchar juntos contra las hordas hitlerianas. Igualmente, el papel combativo del ZZB fue opacado o ignorado en el registro histórico. Y mucho tiene que ver (según algunos analistas) la orientación laborista de los primeros gobiernos del Estado de Israel, que encontraron sintonía con el grupo de Anilewicz de orientación socialista.
Consejos judíos. Silos destruidos.
Los nazis eran metódicos, y deseaban una aniquilación ordenada del pueblo judío. Establecieron un sistema o engranaje con postas y transportes, hasta terminar en campos de trabajo y exterminio y en las cámaras de gas.
También sabían de las festividades judías y de ciertas intrigas y rivalidades intestinas que supieron utilizar para evaporar la vida judía en todo el territorio europeo capturado.
Consejos judíos y policía judía fueron instrumentos de estas máquinas de matar, a los fines de lograr colaboracionismo, dividir, y de esta forma poder aplastar cualquier intento de revuelta y poder implementar la operación “Noche y Niebla”.
Si conectamos siglos hacia atrás durante la guerra judía contra Roma(66 y 73 D.C.), durante la Ierushaláim sitiada por Tito, grupos judíos rivales, se peleaban entre ellos hasta lograr destruir alimento almacenado que podría haber alimentado a la población de la Ciudad Santa por largos meses.
Los nazis se aprovecharon.
Los esbirros nazis estudiaron la idiosincrasia judía, y obvio sabían de nuestras diferencias y esa tendencia en ocasiones contestataria y confrontativa, que a ojos vista se da por cuestiones ideológicas, políticas, religiosas, e incluso por factores que tienen que ver con lo personal como el ego y el orgullo y la necesidad humana de competir y figurar. Todo esto a costa de tapar al otro, y que tanto daño nos ha causado a lo largo de la historia judía.
Esa desunión, aún frente al cuchillo de nuestro enemigo que ya lo tenemos instalado pronto a cortarnos el cuello, se constituye junto con la dispersión, y la asimilación la otra punta de nuestras tragedias nacionales.
Y obvio, que el Talmud cita el ejemplo de Kamtza y bar Kamtza, para explicar el grado de odio gratuito que en ocasiones se instala entre hermanos y que puede conducirnos a la destrucción colectiva y casi total.
En argentina y en Israel. Final.
El éxito electoral del BUR de orientación religiosa ortodoxa, es un paso positivo, pero el problema de la desunión y el alejamiento de parte de la comunidad judía no se encuentra resuelto.
Incluso en la causa AMIA, una querella dividida ha facilitado la tarea a aquellos que con mucho éxito han logrado obstruir la causa por varias décadas.
En Israel también la sociedad se encuentra fragmentada, y en muchos casos enfrentada, y claro los árabes palestinos lo saben ya que viven allí.
El desafío final es ver como podemos reunirnos, respetando nuestras diferencias, aunque obviamente concertando en puntos básicos, que posibiliten un trabajo en conjunto. Este deseo, oscila entre la ingenuidad de este escritor y la utopía o la quimera (sueño o ilusión que es muy poco probable que se realice). Y justamente de este punto, es que depende poder tener mayores posibilidades de supervivencia colectiva y en el plano nacional.
Deberíamos recordar siempre que los caprichos, los egos, la tozudez, han tenido para el pueblo judío un enorme y catastrófico costo histórico. Nuestros enemigos de siempre y de cada generación lo saben, nos estudian, y se aprovechan de esto.
Para concluir: “todos los judíos deberíamos respetarnos los unos a los otros, con un respeto profundo y hasta visceral”. Hashem(D’os) sabe de nuestros rasgos y defectos e igualmente continúa apostando en su amor incondicional y eterno hacia los descendientes de Abraham Abínu.
Este Pesaj que hemos disfrutado, debe aleccionarnos, de que debemos trabajar todos por la unidad judía, e intentar construir puentes en lugar de erigir muros que solo sirven para separar a cada persona de su hermano de religión.
El levantamiento del Gueto de Varsovia es un acto de heroísmo sin paragón (no hay posibilidad de comparación) en la historia humana, y los combatientes caídos son todos merecedores de honra y reconocimiento, sin importar el partido o facción. Todos ellos decidieron defender la dignidad y la vida de su pueblo.
Dr. Natalio Daitch
Buenos Aires-Argentina.
Posdata:
Cuando los terroristas palestinos o islamitas nos atacan (en Israel o en la diáspora) no distinguen entre seculares y observantes, ateos o creyentes, de izquierda o de derecha, ellos nos ven igual, como aquello que en verdad somos. Todos un solo pueblo, todos hermanos, todos judíos.
*Cerviz: parte posterior del cuello que recubre las vértebras cervicales.
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