VIRREINATO
Por trescientos años, México recibió el nombre de la Nueva España, con la invasión y colonización de los españoles; en tres siglos existieron tres gobiernos (1519-1535) y 62 virreyes (1535-1821), de los cuales, la mayoría venía con algún título de nobleza, algunas veces apócrifa. La mayoría de ellos solo vino hacer riqueza y regresarse a la península Ibérica, sin ninguna consideración a las tierras del Continente Americano. Pocos son los virreyes que realmente hicieron algo por mejorar la situación de la llamada Nueva España.
Antonio de Mendoza (1492-1552). Fue el primer virrey que gobernó la Nueva España. Puso especial interés en el desarrollo de la economía, la sociedad y la cultura de la Nueva España.
En sus 15 años de gobierno (1535-1550) se adoptaron algunos cultivos europeos, se introdujeron nuevos métodos agrícolas, se fomentó la ganadería mayor y menor, y se inició la acuñación de moneda. Auspició la creación de colegios y escuelas para indios y españoles y la fundación de algunas ciudades.
Antonio María de Bucareli y Ursúa (1717-1779). 46o virrey de la Nueva España, durante su mandato (1771-1779) impulsó el comercio y aumentó la renta pública. Preocupado por la seguridad del virreinato, terminó la construcción de la fortaleza de Perote y reparó la de Acapulco; combatió las gavillas de bandoleros que asolaban los caminos. Buen administrador, perfeccionó la acuñación de moneda y levantó la Casa de Moneda, los edificios de La Aduana y los de la Acordada. Abrió un hospicio de pobres, mejoró el Hospital de San Hipólito y creo el paseo que lleva su nombre.
Juan Vicente de Güemes Padilla (1738-1799). Segundo conde de Revillagigedo. El 52o virrey de la Nueva España (1789-1794).
Ganó fama de justo. Modificó la administración pública y transformó intendencias y tribunales, lo que le permitió un manejo más eficiente de los recursos de la colonia. Fundó varias escuelas entre ellas el Real Colegio de Minería; la ciudad de México se remozó y se levantaron nuevos edificios.
INDEPENDENCIA
Sin embargo, los cambios y condiciones en el Mundo se fueron alterando; en la última parte del siglo XVIII, la Independencia de los Estados Unidos de América y la Revolución Francesa, junto con la llegada al poder de Napoleón Bonaparte, trajeron un despertar en las conciencias, de las personas cultas que deseaban mejorar de una u otra manera su colonia, región o lugar donde se encontraban.
Los libros, periódicos y documentos de esos acontecimientos, normalmente llegaban a México en forma de contrabando, porque las autoridades del virreinato no deseaban que el pueblo y las personas con alguna preparación, supieran lo que estaba aconteciendo en Europa o en las colonias inglesas recién liberadas.
El clérigo Miguel Hidalgo y Costilla, conocido como “el Zorro”. Hombre culto y profundo conocedor de las ideas de la Ilustración, las puso en práctica entre sus feligreses, en su mayoría indígenas, en el intento de mejorar las condiciones económicas y de vida. En 1808, la invasión de España por las tropas de Napoleón, abrió la coyuntura para el cambio, pues surgieron numerosos grupos intelectuales que discutían en torno a los problemas de la soberanía y la forma de gobernarse.
Miguel Hidalgo comisiona a José María Morelos.
En un poblado de Michoacán llamado Indaparapeo, el clérigo José María Morelos y Pavón se puso a las órdenes de Miguel Hidalgo. “Por el presente comisiono en toda forma a mi lugarteniente el bachiller Don José María Morelos, cura de Carácuaro, para que en la costa del sur levante tropas, procediendo con arreglo a las instrucciones verbales que le he comunicado”. Éste lo comisionó para extender la insurrección a las costas del sur. Los dos patriotas se despidieron y jamás volvieron a verse.
Conocido como el “Padre de la Patria”, Miguel Hidalgo y Costilla fue responsable del inicio de la Independencia de México y la abolición de la esclavitud. Fue fusilado el 30 de julio de 1811, antes de ser ejecutado, fue juzgado, torturado y despojado de la investidura sacerdotal.
La leyenda entre Hidalgo y Morelos de su encuentro incluye parte del dialogo entre ambos religiosos:
Morelos- […] se me representó nuestra opresión, nuestro oprobio, y concebí un odio contra los tiranos que me tuvo inquieto y engendró pensamiento de combatir por la libertad de mi patria[…]
Hidalgo- […] Padre, me parece que mejor ha de ser usted un general que un capellán.
El Rayo del Sur declaró “Nosotros hemos jurado sacrificar nuestras vidas y haciendas en defensa de nuestra religión santa y de nuestra patria. Ya no hay España, porque el francés se ha apoderado de ella. Ya no hay Fernando VII porque él se quiso ir a su casa de Borbón en Francia y entonces no estamos obligados a reconocerlo como rey […] Os diré por último que nuestras armas están pujantes y la América se ha de poner libre, queráis o no queráis vosotros”.
JOSÉ MARÍA MORELOS Y PAVÓN
En sólo tres años, de 1811 a 1814, Morelos realizó varias campañas que le permitieron dominar la mayor parte del sur de México y una porción del centro. El “Rayo del Sur” supo rodearse de excelentes colaboradores como Máximo, Víctor, Miguel, don Leonardo y su hijo Nicolás Bravo; don Hermenegildo, Pablo y Antonio Galeana; Mariano Matamoros, Miguel Fernández Félix y Vicente Guerrero.
Con el claro ideal de la Independencia, organizó el Congreso de Anáhuac, primer cuerpo legislativo de la historia mexicana. El 14 de septiembre de1813, Morelos expuso ante dicho Congreso su histórico documento conocido como Sentimientos de la Nación, en donde plasmó sus convicciones políticas y sociales al mismo tiempo que hacía patentes las aspiraciones populares: separación de España y de cualquier otro gobierno o monarquía, soberanía popular, división de poderes. Igualdad ante la ley, empleos solo para americanos, reforma del gobierno, expulsión de los españoles, libertad de comercio, respeto de la propiedad, abolición de la tortura, desaparición de tributos y monopolios, abolición de las castas y de la esclavitud. El Congreso sesionó cuatro meses en Chilpancingo y dio a conocer, el 6 de noviembre, el acta de Independencia.
Sin embargo, la demora del caudillo en actividades políticas, permitió la reorganización del ejército realista. Nuevamente en las actividades militares, fue sitiado en Cuautla, resistió 72 días antes de romper el cerco. Tomó los puertos de Acapulco y la ciudad de Oaxaca. Derrotado por Iturbide en Valladolid, se replegó en Apatzingán, en ese lugar, el 22 de octubre de 1814, se expidió la Primera Constitución Mexicana, lugar donde se hizo llamar Siervo de la Nación.
En 1815, Morelos fue hecho prisionero en Tezmalaca; murió fusilado el 22 de diciembre en San Cristóbal Ecatepec.
La adhesión de “Los Bravo”, familia de mucho predicamento y prestigio en la región del sur, le ofreció al movimiento de Independencia su concurso, el de sus partidarios y su entero patrimonio, bastante considerable. Nicolás Bravo nació en la ciudad de Chilpancingo, Caudillo insurgente y político, se dedicaba a las actividades agrícolas hasta que se unió a la tropa de Hermenegildo Galeana en 1811.
Nicolás Bravo apoyó a Morelos en el sitio de Cuautla y muchas otras batallas. Aunque su padre fue fusilado, liberó a 300 prisioneros realistas en vez de vengarse con ellos. Después de la muerte de Morelos se retiró a su hacienda. Fue aprendido en 1817 y liberado tres años después, indultado por el virrey, en recuerdo de la magnánima acción en que perdonara la vida a 300 prisioneros. Cuando radicaba en Cuernavaca se adhirió al Plan de Iguala. Ayudó a las tropas de Iturbide, pero más tarde se opuso a su coronación y se alió a Guerrero. Al ser destronado Iturbide, éste le pidió y confió la seguridad de su persona hasta salir del país. A Bravo, como se le juzgó como rebelde, fue desterrado de México. Radicó en Guayaquil, Ecuador, donde conoció a Simon Bolívar mezclándose en las luchas libertarias de Sudamérica, regresando a México hasta 1829. Diez años después Santa Anna lo envió al destierro, por haberse opuesto a su dictadura; cuando regreso, ocupó la presidencia del país, en forma interina en 1839, 1842-1843 y 1846.
Participó en la defensa de Chapultepec, donde fue hecho prisionero el 13 de septiembre de 1847; al terminar la guerra con los Estados Unidos de América fue puesto en libertad retirándose a la vida privada. El 22 de abril de 1854 murió en Chilpancingo, Guerrero, al parecer envenenado, junto con su esposa.
Caudillo Insurgente, Vicente Guerrero. Agricultor y arriero mulato, era analfabeta; se puso a las órdenes de Hermenegildo Galeana en 1810. Por instrucciones de Morelos atacó Taxco y logró varias victorias sobre los realistas en el sur del país. Después de la captura y muerte de Morelos, Guerrero continuó la lucha, convirtiéndose en los siguientes cinco años en el guerrillero indomable. Por ello en 1820, el virrey Apodaca le envió como emisario de paz a su propio padre, pero él no accedió a deponer las armas, donde le dijo a su progenitor “LA PATRIA ES PRIMERO”.
El virrey Apodaca envió todas las fuerzas militares en ese año (1820),a cargo de Agustín de Iturbide; éste al tener varios encuentros con Guerrero, comprendió que nunca podría vencerlo. Por ello el 10 de enero de 1821, Iturbide cambió de táctica, le envió una carta en la que le proponía tener una entrevista, para tratar la forma de alcanzar la Independencia de México, que juzgaba también necesaria.
El entendimiento de los dos enemigos, se conoce como el Abrazo de Acatempan. Después de ello se firmó en Iguala el plan que ponía fin a la guerra de independencia, se llamó Plan de Iguala, en 1821. Todavía tuvieron que luchar los dos jefes unidos contra las autoridades virreinales durante unos meses, hasta lograr que abandonaran el poder en sus manos.
Guerrero colaboró con Iturbide en la regencia del naciente país, pero cuando se nombró emperador de México se distanció de Iturbide, lanzando el Plan de Casamata para derrocarlo.
Segundo presidente de la Republica, del 1 ro de abril al 17 de diciembre de1829, Guerrero había sido elegido por sus partidarios, los masones yorkinos a los que pertenecía.
Engañado en Acapulco por el Capitán Francisco Picaluga, fue llevado a bordo del navío “Colombo”, el cual lo condujo a Oaxaca. Guerrero fue fusilado en Cuilapa el 14 de febrero de 1831.
En el 25 de noviembre de 1812, Morelos atacó Oaxaca, una de las más preciadas joyas de la corona virreinal. Uno de los lugares que mayor resistencia pusieron, fue en El Juego de Pelota; gran cantidad de realistas seguían poniendo vigorosa resistencia. Les ayudaba mucho un ancho foso lleno de agua que rodeaba su posición y que la hacía inaccesible a los soldados insurgentes.
Miguel Fernández Félix dirigía el ataque a El Juego de Pelota. En vano eran los gritos con que excitaba a sus subordinados para que avanzaran a tomar la posición. Desesperado, Fernández tuvo de pronto una genial inspiración, salida seguramente de sus sueños de grandeza. Desenvainó su espada y tomándola por la hoja la arrojó con toda la fuerza de su brazo hasta el otro lado del pozo. Al tiempo que la lanzaba, les gritó con fuerte voz a los realistas:
“¡Va mi espada en prenda! ¡Voy por ella!
Fernández cruzó el pozo a nado con la admiración de realistas e insurgentes; no obstante los disparos contra él, logró llegar a la orilla, seguido por sus soldados. La audacia de Fernández había infundido al mismo tiempo valor, fuerza y furia a los insurgentes. En media hora eran los dueños del campo. Con esto, él abandonó su nombre para cambiarlo por Guadalupe Victoria.
En 1821 se unió a Iturbide en el Plan de Iguala, para consumar la Independencia; dos años después se levantó en contra de él. Guadalupe Victoria fue electo primer presidente de México para el periodo (1824-1829). Emitió un decreto para la abolición de la esclavitud y decretó la expulsión de los españoles.
Campechano, Pedro Sainz de Baranda y Borreyro a la edad de 11 años (1798) se embarcó en un navío mercante que se dirigía a España. Combatió en el buque Santa Ana al mando de Federico Gravina, en la famosa batalla de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. Regresó a Campeche en 1815. Contribuyó a la consolidación de la Independencia de México al desalojar del Castillo de San Juan de Ulúa al último reducto español el 23 de noviembre de 1825.
España reconoció la Independencia de México el 28 de diciembre de 1836, por el tratado de Santa María Calatrava.
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