Refugio en el infierno, 1ra. Parte

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La situación de los judíos alemanes en vísperas de la guerra

A la llegar Hitler al poder la comunidad judía alemana oficialmente cuenta con más de 500,000 almas, de las cuales una tercera parte (186,000) pertenece a la Gemeinde berlinesa. Según las estadísticas, la cantidad total de judíos censados en Berlín al final de la guerra pasa apenas de 6,000 individuos. (6,284 exactamente). Sobre los 180,000 faltantes, menos de las dos terceras partes han emigrado. Los más afortunados se fueron a los Estados Unidos, a Inglaterra o a otros países que escaparon a la ocupación alemana, pero muchos ( cuyo ejemplo más célebre es sin duda la familia de Ana Frank) se fugaron a otras partes de Europa donde tuvieron un corto respiro, antes de que su refugio fuera invadido por los Alemanes. Casi todos los exilados judíos alemanes caerán así en manos de los nazis y serán enviados a los campos de la muerte en Europa oriental, donde pocos sobrevivirán.

En abril de 1945 la gran mayoría de los judíos berlineses que no lograron emigrar a tiempo están muertos. Desaparecieron de distintas maneras. Algunos fueron víctimas de la brutalidad creciente del régimen, entre 1933 y 1941, matados en la calle o arrestados y asesinados por la policía, los SS o la Gestapo en los cuarteles,los comisariados o en las cárceles. Otros fueron deportados a los campos de concentración en Alemania, como Buchenwald, Ravensbrück, Dachau o Sachenhausen, donde fueron asesinados. En fin, al principio de 1941, gran parte de los judíos todavía en el país fue transferida al Este, donde estarán masivamente victimas de la maquinaria asesina nazi. Sesenta mil judíos berlineses murieron de esta manera.


Berlín y sus judíos

Berlín se fundó al final del siglo doceavo. Antes de esta fecha los judíos ya comerciaban en esta región, pero se establecieron poco tiempo después de que emergiera como ciudad propiamente dicho. El primer entierro judío tiene lugar en 1244 y la instalación de una comunidad oficial se sitúa en 1295.

En Berlín, como en otros lugares de Europa, la historia de los judíos sigue el mismo esquema trágico. En 1349 la peste negra toca la región y lleva a una explosión de violencia en contra de los judíos. Terminará en 1354, bajo la soberanía de los Electores de Brandenburgo, quienes restablecieron el derecho de los judíos de vivir en la ciudad. Se crea una sinagoga y una escuela. Los siglos posteriores se caracterizan por una alternancia de tolerancia y de antisemitismo, de aceptación y de rechazo. En 1510, 38 judíos fueron quemados en la plaza pública y el resto de la población desterrada de la provincia de Brandeburgo. En 1570 siguieron más expulsiones. Con el advenimiento del Siglo de las Luces el estatuto de los Judíos se estabilizará sobre bases más solidas, que se mantendrán hasta la llegada del nazismo. Esta manifestación de tolerancia atraerá a otros judíos, entre las cuales unas familias afortunadas expulsadas de Viena.

Durante la segunda mitad del siglo 19, Berlín conoce un periodo de prosperidad económica y de expansión industrial en la cual los financieros y empresarios judíos juegan un papel central. Como lo comenta un cronista de la historia de Berlín: la tragedia del Holocausto es especialmente amarga en el contexto de una ciudad cuyo progreso económico y financiero se debe en gran parte al espíritu empresarial de su población judía.

El éxito de los hombres de negocio judíos pesa cuando menos en la mitad de la actividad económica de la ciudad, y atrae otros correligionarios, de tal manera que, en 1870 unos 80% de los judíos de Prusia están establecidos en Berlín. Una comunidad grande y prospera crea instituciones dignas de su estatuto y de sus aspiraciones. No solamente se distinguen en el comercio, la industria y las finanzas, pero cada vez más en la vida intelectual, en las profesiones liberales como la medicina y el derecho. Gozan de derechos políticos completos y están libres de instalarse donde lo desean. Únicamente el muy influente ejercito prusiano les es generalmente vedado. Muchos tienen el sentimiento de haber logrado integrarse en la sociedad alemana, donde solamente un antisemitismo residual obstaculiza su total aceptación.

Es precisamente en este momento y, en reacción al éxito de los judíos que el antisemitismo conoce una recrudescencia. Toma la forma inquietante de un antisemitismo ” racial” que predica el odio a los judíos, con el pretexto que representan el ” mal”, sin tomar en cuenta su nivel de integración, ni siquiera su conversión al cristianismo. Además, por la primera vez el antisemitismo se vuelve un movimiento político y racial que, al terminar la gran guerra, madura en el movimiento nazi, para terminar en el genocidio.

Las Leyes de Nuremberg y sus consecuencias

Cuando se escribe sobre el nazismo está uno confrontado con un problema terminológico: ¿que encubre el término ” Judío”? Para los nazis un Judío es una persona que ellos habían decidido que así lo era, en virtud de un judaísmo racial que no tenía nada que ver con la antropología, ni con la religión israelita. Una aritmética compleja se había elaborada, transcrita en particular de las leyes de Nuremberg, para operar una clasificación racial de la población. Se catalogaba como judíos a miles de personas quienes no se consideraban como tales y no lo eran según la ley mosaica. Abarcaba a los conversos al cristianismo y los hijos nacidos de matrimonios mixtos donde la madre no era judía,ni conversa al judaísmo. Esta misma tipología excluía a gente que el judaísmo habría reconocido como judíos, como los hijos de matrimonios mixtos en la cual la madre era judía y no se había convertido al cristianismo, pero cuyos nombres habían sido retirado de los registros de la comunidad judía oficial, por una decisión de los padres o una omisión de escritura.

La promulgación de las leyes de Nuremberg en 1935 representa una nueva escalada en el dispositivo antijudío. Comprenden dos textos mayores. El primero, la ley sobre la ciudadanía del Reich, priva los judíos de la nacionalidad alemana y crea una nueva categoría de ciudadanos: el de Staastangehöriger, es decir toda persona sometida a la jurisdicción del Reich, pero que no está autorizada a participar a la vida política, votar o ejercer una función pública. El segundo texto, la ley sobre la protección de la sangre y el honor alemán prohibe los matrimonios y las relaciones sexuales entre Judíos y sujetos del Reich, de sangre alemana.No pueden tener domésticos alemanes de menos de 45 años. Sin embargo la ley evita de considerar a los matrimonios mixtos ya concluidos entre Arios y Judíos,por puro cálculo político, ya que disolver los matrimonios existentes podría ofender el concepto tradicional alemán del carácter sagrado del matrimonio, tanto de los protestantes como de los católicos

Las leyes de Nuremberg, redactadas al vapor, de manera que Hitler las pudiera presentar al Congreso del Partido, deja en suspenso la pregunta de saber quien tiene que estar considerar como judío. Por este motivo se discuten las formas de aplicación de estas leyes. Finalmente se decide considerar como judío él que tiene cuando menos tres abuelos judíos. La ley crea una nueva categoría los Mischlinge, lo que se puede traducir como bastardos, híbridos o mestizos, connotación voluntariamente peyorativo. Los Mischlinge están divididos en dos categorías: los del segundo grado tienen solamente un abuelo judío y casi siempre están tratados como arios. La situación es más complicada con las personas que tiene dos abuelos judíos.Ellos pertenecen a la categoría de Mischlinge del primer grado si no han tenido un conyugue judío, ni han sido participe de una comunidad judía. Aunque excluidos de la mayor parte de los empleos, están generalmente exonerados de la legislación antisemita. Cualquier semi judío, inscrito como tal, o teniendo un conyugue judío está clasificado entre los Geltungsjuden y están sometidos a todos los reglamentos antisemitas. Salvo permiso especial las relaciones sexuales y los matrimonios entre personas de sangre alemana y judíos son calificados de Rassenschande o contaminación racial.

Como se podrá juzgar estas leyes complican mucho las cosas. Nadie sabe a ciencia cierta cuantas personas tienen uno o dos abuelos judíos en la Alemania nazi, ni cuantos judíos se han casado con no judíos. las estimaciones van de varios centenares de miles a un millón.Tendrán efecto de incitar a los niños nacidos de matrimonios mixtos no privilegiados identificarse al judaísmo, aun si no son judíos. Parecería además que los hijos de madre judía y de padre cristiano, casi siempre están criados en el cristianismo, tomando en cuenta la preeminencia de lo masculino en las convenciones sociales en vigor en la sociedad alemana. En revancha la persecución de los matrimonios judíos compuestos por un conyugue judío y una esposa aria, así como el rechazo de la mayoría de las Iglesias cristianas de seguir el culto con cristianos de origen judío, impiden prácticamente a los niños de estas familias identificarse como cristianos. Tratados como Geltungsjuden tienen que sentirse judíos.

Las deportaciones

Es el día de Yom Kippur de 1941. Después del terror de la Kristallnacht, las detenciones y asesinatos en los campos de concentración en Alemania, la expulsión de los judíos polacos y la carrera desenfrenada a la emigración, unos 60-70,000 judíos viven todavía en Berlín.

En la interminable serie de decretos antisemitas destinados a llevar los judíos a la desesperación, los nazis acaban de emitir un enésimo texto nuevo. Les es prohibido poseer un aparato radiofónico y ordenan depositarlo al comisariado de policía local a una fecha precisa, el día de Kippur. So pena de castigos tienen que ejecutarse.

Pero una prueba más terrible se perfila. La Gestapo llama al Gran Rabino y le avisa que los judíos van a estar ” reinstalados” al Este y la sinagoga, la única todavía en funcionamiento estará transformada en Sammellager, un centro temporal de detención, antecámara de la deportación. Con amenazas las organizaciones judías oficiales reciben la orden de cooperar.

En reclamar la ayuda de instancias oficiales de la comunidad judía para organizar las deportaciones,las autoridades nazis aplican una política que habían ya experimentado con éxito en Polonia y otros territorios ocupados.Mucho se ha escrito para evaluar en qué medida esta cooperación facilitó el Holocausto, y los dirigentes comunitarios han sido muy criticados en este aspecto.. Hanna Arendt, en su ensayo controvertido sobre el proceso de Eichmann afirma que este se benefició de la cooperación de judíos a un grado ” absolutamente extraordinario”. La última redada de los judíos de Berlín fue la obra exclusiva de la policía judía. El papel que jugaron los dirigentes judíos en la destrucción de su propio pueblo es sin duda el capitula más sombrío de toda esta sombría historia.”

El proceso de deportación sigue según una lógica burocrática implacable. Las autoridades judías están conminados en constituir listas, a partir de los registros comunitarios y después, de seleccionar nombres para alcanzar la cantidad exigida de individuos en camino al Este, unos mil por cada tren. La Oficina de la Vivienda de la Gemeinde manda a las personas designadas un correo en el cual se les informa que tienen que liberar su cuarto o departamento, no llevar más de 25 kgs de equipaje y prepararse a partir en una fecha determinada. En general los deportados están embarcados de noche, (para no llamar la atención),por un oficial de la Gestapo y un oficial de la policía criminal de Berlín, asistidos por uno o varios miembros de la policía judía ( casi siempre semi judíos), puestos a disposición por la Gemeinde.

Todos los Judíos informados de su próxima deportación no esperarán pasivamente la llegada de la Gestapo. Algunos se fugaran en la clandestinidad y trataran de sobrevivir escondidos, otros se suicidarán o cuando menos lo intentarán.

Continuará…
Segunda Parte: “El Hospital Judío de Berlín”

Acerca de Max Bery

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