Revisitando el barrio judío de Roma

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Hay barrios en Roma y en el resto del mundo, que nos evocan emociones de dolor y sufrimiento. Es así, que encontramos lugares que nos dejan envueltos en pensamientos de impotencia y reflexión, más aún cuando penetran en nuestros corazones con amargura y martirio de un periodo de la historia. Los recuerdos van a las familias judías que vivieron estas situaciones amargas, difíciles de entender a la razón del individuo, me refiero al Ghetto barrio judío de Roma. Esté es el segundo barrio hebraico más antiguo del mundo, después de la ciudad de Venecia cuyo nombre proviene del mismo dialecto veneciano. Esté maravilloso y valiente barrio, acogió y alberga familias judías (desde el año de 1555 fecha dolorosa del nacimiento, periodo en que los judíos en Roma debían agruparse solo en una determinada zona). Posteriormente en los años, especialmente en el 1943 van los recuerdos de las deportaciones de 1022, hombres, mujeres y niños (200) en el campo de concentración de Auschwitz, al que solo regresaron 16 hombres y una mujer, mas los pequeños no tuvieron la posibilidad de abrazar a sus seres queridos. Caminar por esta importante zona arqueológica, (Teatro de Marcello), observamos ruinas y restos históricos de un pasado así importante, así difícil. Contemplar las fachadas de las casas y edificios, impregnados de una historia, triste, pero con la fuerza autentica que hace el verdadero judío, la unión y el amor de seguir adelante. Un pueblo que la adversidad la supera, creciendo como persona junto al vínculo de la comunidad. Ubicado en el centro histórico de Roma, cercano al Teatro de Marcello, de frente a la hermosa Isla Tiberina, y la magnífica Sinagoga, el grande templo mayor, con influencias de las escuelas españolas.

No – ¡No! deseo imaginar el sufrimiento, porque en cada piedra, en cada fachada lo siento, lo percibo, lo vivo, hoy. Mas mi melancolía va a la infancia de tantos pequeñuelos, es rememorar la vida de la niña Ana Frank, que muy lejos vivió lo que no debía vivir, acá en estas calles con sus mármoles, mis pensamientos van en honor a los infantes y a las familias.


El paseante de hoy se encuentra con una cotidiana vida de la zona, muy frecuentada y amada por los turistas. Reconocida y prestigiosa su comida, la gastronomía hebraica romana, una cocina de élite del buen amante del sabor, y de los pensadores que admirarán la fortaleza de sus moradores. El ghetto es sinónimo de evolución del individuo. Pasear por sus pequeños Borgos o callejuelas es ver gente que disfruta y comparte la vida con su hermano, familias que aportan el valor a Roma, la sabiduría. Quisiéramos cambiar, y anular el tiempo, alzando mi mirada advierto los caminantes que se deleitan con una encantadora jornada, como lo quiso el coronel francés Berthier (10 de febrero 1798), declarando a los residentes judíos, libres y Ciudadanos Romanos en la Primera República Romana.

Mis pies todavía silenciosos, quizás no desean hacer rumor, mas no sé si por un respeto al ser humano, o por el silencio mismo, pues las risas y las conversaciones de los residentes, hacen un mundo ideal. La quietud es plácida, hoy se disfruta de una mezcla de religiosidad entrelazada a la floreciente vida cotidiana.

En mi corazón ha quedado un recuerdo de admiración a las familias y al pueblo judío y de visitar un Ghetto con una belleza especial…

Acerca de Magdalena Arqueros Valer

Nací en un país que muchos dicen el fin del mundo, por su ubicación geográfica, pero para mi quizás ¿puede ser el comienzo del mundo? Ese país es "Chile un País de Amar ". Estudié en la Universidad de Chile, Diseño Gráfico y Publicitario. El arte, la creatividad, el paisaje, el ser humano, todo es parte de la comunicación del individuo. Mi madre de origen italiano, me hizo amar el Arte, y la Cultura de la hermosa Italia. He vivido en Londres, pero ya de años resido en Roma. Regresando al estudio, lo retomé en Arqueología, específicamente Griega y Romana en la Universidad de Roma. Grandes satisfacciones las obtuve como profesora de Diseño Gráfico, y posteriormente trabajando tantas años en la técnica de la Caligrafía Ornamentada Antigua, lo que me transportó aún más al fascinante e interesante mundo antiguo. Escribo artículos de personajes validos, justos, luchadores de la verdad y de los valores, casi desaparecidos, individuos que no se olvidaron del ser humano. Personas que aman el "Valor a la Vida y a la Existencia", y que luchan por protegerla.

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