En el siglo II. Rabi Eliezer determinó que el estudio de la Torah estuviera reservado estrictamente para los hombres; pero, en la estela del feminismo, hace dos generaciones, se inició una revolución en el campo de los estudios de la Torah -el Pentateuco- y el Talmud, surgieron colegios de estudios superiores en religión para mujeres. Pero no se habían atrevido a dar el paso siguiente: el estudio de la Halajah -la Ley religiosa judía- tampoco había un marco donde pudieran estudiarla seriamente. Hacía falta un centro de estudios superiores que les diera autoridad a las mujeres en la Halajah dentro de la corriente ortodoxa.
El Beit Morasha -casa de estudios de Torah- de Jerusalén es un centro de estudios judaicos avanzados y de preparación para un liderazgo inspirado y vibrante para el Estado de Israel y el mundo judío.
Dedicado a adelantar una visión informada y activa del judaísmo; fundada por Benjamin Ibn Shalom en 1990 afiliado a la ortodoxia moderna para; hacerle frente a la erosión de los fundamentos culturales, éticos y religiosos de Israel y la consecuente erosión entre varios sectores del pueblo judío. Es interdisciplinario y tiene maestros no ortodoxos, pues la consideración determinante para formar el grupo de maestros fue el talento y la habilidad para aumentar el conocimiento de los estudiantes. Sus programas están comprehendidos en el Centro Koch. También tiene un programa de conversión y una prensa propio, Akdamot. Se encuentra en el campus del Beren College en Kiryat Moriah.
Es un puente entre yeshivah y academia, entre teoría y práctica, entre individualismo y pluralismo.
Cuenta con un Beit Morasha para hombres y otro para mujeres, Moshe Gren, los estudios son paralelos, y consideran los eventos fuera de sus paredes para formar una visión del mundo y entender la vida más allá de esas paredes en contraste con el modelo de la yeshivah tradicional de aislarse del mundo. Los hombres que terminan los estudios se llaman rabinos, las mujeres arbitras en Halajah. Para destacar el nivel que alcanzan las mujeres. Sus exámenes finales los hacen rabinos de gran autoridad. Algunos de derecha, otros Hardalim -fusión de ultra ortodoxo y nacional-religioso-. La profundidad y amplitud del conocimiento demostrado por las mujeres ha asombrado a los rabinos. Ese es el propósito del programa.
Uno de los objetivos del Beit Morasha para mujeres es entrenarlas para que participen en las argumentaciones y en las decisiones en los cambios de la Ley y en crear nuevas leyes a partir de las establecidas. Es una revolución sin aspiraciones radicales en las áreas más efervescentes de la sociedad ortodoxa.
En dos años de trabajo intenso, las mujeres cumplen con el programa, la clave para cambiar la tradición de las discusiones de la Halajah con una perspectiva nueva: la femenina.
El programa fue desarrollado por la rabina Mijael Ticochinsky hace 7 años. Se buscaba un programa que fuera la piedra angular en las argumentaciones entre hombres y mujeres. “Creí, dice la rabina, que el programa era necesario como mujer que recibe preguntas sobre Halajah de sus alumnos {es maestra de Torah} y sentí la necesidad de profundizar el conocimiento de las educadoras.”
El programa fue creado para mujeres maduras que ya han avanzado largo trecho en sus profesiones del conocimiento de la Torah, que ensenan en midrashot o secundarias. La rabina Ticochinsky encabeza el Beit Midrash para mujeres, es abogada y está haciendo el doctorado en Talmud. Enseñaba Talmud en el Beren College cuando fue nombrada directora de la Beit Morasaha para mujeres en 2006.
La rabina opina; “Hemos callado durante muchos años, no originamos encabezados, no causamos problemas, ese nunca fue, o es, nuestro objetivo. Quienes participan en el programa reciben sus calificaciones de autoridades rabínicas. No decimos que estamos ordenando rabinas y la terminología es importante. El objetivo es simplemente estudiar.'”
Si una mujer plantea preguntas inquietantes, es irrelevante que sea mujer y el tema debe ser discutido. Hay situaciones en que la visión de una mujer contribuye algo nuevo a la discusión. La Beit Morasha les da a sus estudiantes el conocimiento de la Halajah y la profundidad en los estudios talmúdicos que les permiten dirigir congregaciones, participar en discusiones de gran significado con rabinos y enunciar dictámenes.
La rabina practica lo que dice: “Escribí un artículo sobre la inmersión ritual -Tvilah- de las conversas que ha causado una controversia porque el artículo en la Halajah está escrito en un lenguaje abierto a la interpretación. Para los rabinos, tradicionalmente, quienes debían ser testigos eran los rabinos claro que no veían el cuerpo desnudo de la conversa, pero era una falta de modestia. Hoy la testigo puede ser una mujer con la misma validez. Es importante que las mujeres estén presentes para darle forma a la Halajah de nuestros días.”
La doctora Hannah Friedman graduada recientemente como maestra de Halajah en la Beit Morash de Jerusalén, encabeza la Beit Morash para mujeres Yahad -juntos- en Tel Aviv y se ha establecido como líder religiosa que pone en cuestión las convenciones halajicas y sociales. Quiere encontrar en la Halajah una respuesta significativa a las contradicciones entre lo personal y la Halajah que confunden al público en general.
Su perspectiva es académica, doctorada en Talmud quiere entender la Halajah desde dentro: entender su idioma específico, lo que es legítimo y lo que no, percibir el temperamento de las determinaciones más allá de su contenido. No se considera rabina, su fin es ser parte de las deliberaciones, si es necesario, compartir los problemas con los rabinos en un contexto amplio.
Los homosexuales, hombres y mujeres, observantes están golpeando las puertas de las congregaciones buscando admisión. Las respuestas de los rabinos han sido vagas, no han generado cambios en la Halajah, un dictamen que suavizara la prohibición de admitirlos en las congregaciones.
La Dra. Friedman dio a conocer un artículo en un foro de internet de la ortodoxia rabínica a propósito de la actitud de la comunidad religiosa hacia los homosexuales que requiere una consideración halajica. Aunque el foro se identifica como liberal y la Dra. fue cuidadosa en sus expresiones: solo planteo preguntas y sugirió como sería posible revisar las raíces para que los homosexuales pudieran ser aceptados en las congregaciones, Pero fue considerada radical por el mundo ortodoxo.
La congregación de la Dra. declaro que aceptaría familias no convencionales. Yahad es la única sinagoga que ha invitado a los homosexuales, como resultado de un cambio conceptual.
En respuesta al argumento feminista de que las leyes de niddah que tratan la impureza, se han convertido en una arma para constreñir y aislar a las mujeres, Su posición es practica: ‘Así como se debe neutralizar la homofobia, se deben neutralizar los sentimientos de afrenta y desprecio y clasificar las cuestiones con integridad intelectual… Creo que en la Halajah hay una gran caja de herramientas que permiten encontrar soluciones idóneas.”
Dvorah Evron se graduó en estudios de género y es psicoterapeuta, acumulo conocimientos en Torah independientemente, viajo a Estados Unidos, donde vio la importancia de la participación de las mujeres en las congregaciones, el impacto maravilloso que tienen en la comunidad.
Cuando volvió a Israel decidió estudiar Halajah. “Llegue a la Bet Morasha y me fascino su programa. En sus palabras: “Estudio Halajah no para exigir mis derechos, sino para encontrar la resolución para una cuestión candente: como asumir la responsabilidad por lo más importante en mi vida; nací judía, elegí una cierta forma de vida y he de responder por mis acciones o la falta de ellas.”
Evron termino sus estudios en la Beit Morash hace poco y está actuando en uno de los artículos de la Halajah: Kol bisha erva -la voz de una mujer es desnudez-.La Ley prohíbe a las mujeres cantar en la presencia de hombres. Es una manera de silenciar y marginar a las mujeres, humillarlas.
Evron es directora de Nigun Nashim -melodía de mujeres- en el Centro de estudios de judaísmo y género en el college Oranim.
Considera que desde la Halajah se pueden discutir las leyes de niddah que para ciertos grupos son inviolables. Está trabajando para que las mujeres sean elegidas para funciones religiosas como supervisoras de kashrut y dayanot -jueces religiosas-. En sus palabras: “están sucediendo cosas nuevas y me alegro de ser parte del proceso….En verdad creo que estas cosas se hacen desde un lugar de amor y temor de Dios y, por lo tanto, llegaran a un buen lugar. No hay la intención de causar fricciones, no sentimos que estemos amenazando a alguien…”
Es integral a la Ley Oral la variedad de voces, cuantos más hombres y mujeres estudien Torah, Talmud y Halajah serán más las voces que se deban oír; es singular a nuestras generaciones que la voz de las mujeres se dejen oír más y más. que enriquezcan los debates con sus conocimientos y análisis. dándole frescura, estabilidad y actualidad a la Ley y a la religión.
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