En el fascinante mundo del vino, la percepción del sabor, el aroma y la experiencia son influenciados por el tipo de copa en el que se beban, por lo que elegir la copa adecuada transforma toda la experiencia sensorial. La forma de la copa y la pureza del cristal, convierte a una copa en un verdadero instrumento del placer a la hora de beber vinos, destilados, cocteles, cerveza, e incluso la sensación del agua es diferente.
Desde su creación en 1756, la marca Riedel ha creado bellas obras de arte en cristal, bajo la premisa de que si cada bebida tiene cualidades distintivas, casa una merece ser bebida en una copa especialmente diseñada para resaltarlas al máximo y llevarnos en un viaje de descubrimiento de sensorial. Riedel es la única cristalería especializada del mundo, que posee diferentes formas y tamaños de copas diseñados para cada tipo de vino, con hermosas colecciones que nos sorprenden con sus delicados diseños.
Una de las preguntas más comunes es si es necesario comprar copas para cada tipo de vino, la verdad es que hay algunas recomendaciones para escoger las copas básicas que pueden servirnos para una amplia variedad y seguir disfrutando de cada sorbo.
Hay copas básicas que todos deberíamos tener en casa, y disponibles en colecciones tan hermosas como Riedel Winewings, Riedel Veloce, Riedel O, Riedel Veritas, Riedel Superleggero, Riedel Sommeliers y Riedel Performance.
Para los vinos tintos, hay tres tipos de copas. Estos vinos son caracterizados por su cuerpo y complejidad y encuentran su máxima expresión en una copa con abertura amplia y un bol generoso. Esta forma permite una mayor oxigenación, lo que resalta los matices aromáticos y suaviza los taninos:
- Las diseñadas para vinos Nebbiolo – Pinot Noir también son útiles para vinos ligeros suaves,
de alta acidez y bajos taninos.
- Las copas para vinos Sryah sirven muy bien para vinos frutales y de cuerpo medio
- Si tienes copas Riedel Cabernet, puedes usarlas para vinos con buen cuerpo y de guarda larga.
Para los vinos blancos, también hay tres copas básicas. Estos tipos de vinos son conocidos por sus notas frescas y afrutadas, por lo que son favorecidos al servirse en una copa de diseño más pequeño y estrecho para preservar su temperatura y resaltar sus aromas:
- Las copas de Sauvignon Blanc son excelentes para blancos de alta acidez y bajo alcohol.
- Las diseñadas para Chardonnay, son maravillosas para vinos maduros.
- Las copas de Champagne son perfectas para Cavas, Brut y espumosos. La forma estrecha y
alargada de esta copa ayuda a conservar la efervescencia de las burbujas, a concentrar los aromas sutiles y la delicadeza que caracteriza a este tipo de vinos.
Además de estas copas, es indispensable contar con un decantador, como el Boa. Al decantar, aflora el bouquet elegante y la expresión frutal gracias a la oxigenación del vino, además de que al servirlo evita que se queden rastros de posible sedimento en la copa. Es sólo cuando se bebe en una copa Riedel, que las cualidades del vino despiertan y nos sorprenden.
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