Uno de los riesgos que nuestros jóvenes tienen a su alcance son el alcohol, la narguile, el cigarro y podría mencionar más.
Es de suma importancia que como padres, autoridades, personas comprometidas con nuestra comunidad, velemos por nuestros hijos.
Los chavos de 14 a 20 años, siguen siendo vulnerables a todas estas sustancias que lo único que dan es un placer momentáneo y sí mucha toxicidad.
Lo grave -o más grave del asunto- es que va con el permiso de los padres, la venia de la familia y de los amigos adultos. Esto les hace sentirse a los jóvenes como si fueran más adultos -que no lo son-, y los adultos ciertamente consienten esta situación por tradición, porque ellos lo hacen y/o por hacerlos sentirse integrados, o por alguna otra causa.
El hecho es real y cada vez más jóvenes (12 años) empiezan con las adicciones. Es nuestra responsabilidad no sólo moral sino que realmente debemos amortiguar esta situación, que cada vez se vuelve más asequible y fácil de conseguir. Hay cualquier cantidad de accidentes automovilísticos que rayan en la ficción pero que son una realidad por el grado de consumo del alcohol.
Cuidémoslos, es nuestro deber y compromiso con ellos.
Un ejemplo real es dos amigas en un restaurante “respetable” y lo primero que les dieron fue el menú de bebidas alcohólicas.
Hagamos frente común. Es grave y por lo tanto debemos tratarlo como tal.
A continuación les comparto un video de la fundación Umbral que describe claramente como estas sustancias afectan al cerebro de nuestros muchachos.
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