ROSA RIMOCH se recuerda a sí misma cantando desde niña. Entre la agitada vida de sus padres y hermanos que viajaban de continente a continente, nace en Veracruz. Con su familia se dirige a Europa y radica varios años en Barcelona hasta que estalla la Guerra Civil en España. Por tierra y por mar, miles de refugiados tratan de llegar a Francia. Con ese rumbo, deciden embarcar en un pequeño carguero junto con varias familias y después de un trayecto lleno de peligros, llegan a Marsella. Al poco tiempo, estalla la Segunda Guerra Mundial y es necesario emigrar de nuevo. México, encabezado por el General Lázaro Cárdenas, sale en ayuda de los refugiados y firma un Acuerdo con Francia para dejarlos salir con destino a la República Mexicana. Al fin, después de varios meses, el inolvidable día 15 de abril de 1942, la familia Levy Rimoch arriba al hermoso puerto de Veracruz y más tarde se traslada a la Ciudad de México.
De inmediato Rosita emprende un largo camino que en poco tiempo la llevaría a la fama. Ingresa al Conservatorio Nacional de Música, estudia con la Mtra. Sonia Verbitzky y después con Fanny Anitúa. Desde sus primeros recitales en diversas salas de concierto y el Palacio de Bellas Artes, atrae la admiración y el interés de la crítica y del público, que sin lugar a dudas reconoce que se está forjando una estrella de calidad incomparable. Durante más de tres décadas la voz de Rosita Rimoch interpretó los personajes principales de una treintena de óperas y otro tanto de conciertos sinfónicos. Inolvidables son sus actuaciones en Madame Butterfly, Tosca, Aída, Cavallería Rusticana, Trovador, Los cuentos de Hoffman, Turandot y el estreno en México de El Castillo de Barba Azul. Inolvidable también su presencia vocal en el Réquiem de Verdi, la Novena Sinfonía de Beethoven, El Mesías de Händel y los estrenos en México de Carmina Burana de Orff, Bachianas Brasileiras No 5 de Villalobos, varias cantatas de Blas Galindo y La Pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas de Penderecki.
Entre sus recitales, el repertorio de lied es innumerable: Bach, Pizzetti, Strauss, Moussorsky, Schumann, Schubert, Milhaud, Debussy, Ravel, Fauré, de Falla, Turina, Nin, Ponce, Villanueva, Moreno, Galindo, Montiel, entre muchos otros. Año tras año Rosita cantó durante las Temporadas de Ópera Nacionales e Internacionales y Temporadas Sinfónicas, bajo las reconocidas batutas de directores como: José Ives Limantour, Guido Picco, NicolaRescigno, Edgar Doneux, Alfredo Silipigni, Walter Herbert, Romano Picutti, Kenneth Klein, Sergiu Celibidache, Georges Sebastian, Jerzy Katlewicz y los concertadores mexicanos Carlos Jiménez Mabarak, Luis Sandi, Armando Montiel, Salvador Ochoa, Luis Herrera de la Fuente, Jorge Delezé, Fernando Lozano y Eduardo Díazmuñoz.
En el escenario, compartió su voz con cantantes de primera línea como: Giuseppe Di Stefano, María Callas, Plácido Domingo, Jon Vickers, Mignon Dunn, John Alexander, Birgit Nilsson, Pedro Lavirgen, Nicolai Ghiaurov, Carlo Cossuta, Manuel Ausensi, Geraint Evans, y Renato Cesari entre muchos otros.
En el extranjero, fue escuchada en varias ciudades de los Estados Unidos, así como en Guatemala, Cuba, España e Italia. Por varias décadas, la voz de Rosa Rimoch fue un pilar fundamental para la ópera, el concierto sinfónico y el lied en México, por ello, El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, le rindió un sentido homenaje y le otorgó la Medalla Bellas Artes el 18 de diciembre de 1996. Años después, el 21 de octubre de 2000, El Gobierno del Distrito Federal, tuvo a bien declararla Artista Distinguida de la Ciudad de México.
La inolvidable voz de Rosita Rimoch, su arrolladora personalidad y su amor entregado al canto, están grabados en la historia de la música en México y muchas otras partes del mundo.
Muy interesante nota sobre una mujer ejemplar Rosita Rimoch Q.E.P.D.
Gracias Andrea M. por compartir esta publicación
Mi novio me ha platicado tantas anécdotas maravillosas sobre sus clases de canto en el Conservatorio Nacional, que son de admiración.