En el curso de la última semana y en el marco de violentos episodios en Jerusalén y en Gaza, Benjamín Netanyahu ensaya nuevas fórmulas que le permitirían – si son aceptadas – mantenerse de algún modo en el poder.
Después de constatar que Naftali Bennet – el líder de Derecha – se inclina a concertar un entendimiento con Yair Lapid que le conduciría al puesto de Primer ministro, Bibi le ofreció a Guidón Saar estas funciones durante un tiempo que deben acordar. Idea que- si es aceptada por Saar– le permitirá permanecer de hecho en el poder rodeado de altos funcionarios que le han revelado singular fidelidad en los últimos diez años.
Sin embargo, hasta las últimas horas ni Bennet ni Saar han difundido declaración alguna al respecto. Es probable que comparten sentimientos de suspicacia respecto a las verdaderas intenciones de Netanyahu considerando la conducta despectiva que habría revelado sin pausas respecto a Benny Ganz. Ambos se inclinan a preservar hasta el momento los contactos con Yair Lapid, líder que cuenta con 18 escaños en la Knesset. El resultado final se conocerá en los próximos días.
En paralelo, la violencia en Jerusalén y en el sur del país tiende a reducirse como resultado de una amplia movilización policial y por el probable inicio de actos militares si Gaza no discontinua la agresión contra poblaciones israelíes en el sur del país.
Si este escenario cristaliza, importantes figuras del país llegarán en el curso de la semana a Washington con el propósito de informar a la Casa Blanca sobre las repercusiones que resultarían de los probables avances de Irán en materia nuclear. Cabe suponer que también procurarán en este marco adelantar un encuentro personal de Netanyahu con el presidente Biden.
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