Probablemente no soy el indicado para poder expresarme sobre política, puesto que no soy experto en el tema y a mi corta edad de 20 años no he podido ser testigo de grandes cambios, únicamente tengo conocimientos de la poca o mucha lectura que haya podido alcanzar recientemente, además de lo que he podido entender desde que despertó mi interés por conocer el mundo político en el que vivimos.
Pero para lo que voy a escribir, no se necesita ser un experto, ni un erudita en la materia, únicamente se necesita tener un poco de sentido común.
Para que una sociedad prospere, creo que tiene que haber un equilibrio entre las ideologías que la comandan, asunto que en México, lo noto totalmente desfasado. En nuestro país no hemos aprendido que las cosas no son ni negras ni blancas, sino muchas veces alcanzan diferentes tonos de grises.
Las opiniones diferentes no son un crimen, de hecho, a mi forma de ver el mundo es lo que lo sostiene, los debates nos ayudan a entender mejor la realidad y siempre debemos aprender de ellos, pero debe haber algo que no se puede perder, y es, el respeto a la opinión e ideología ajena.
Llevo 3 meses leyendo a diario los periódicos, en cada uno, con sus diferentes articulistas encuentras opiniones muy diversas con respecto a la vida política y a las nuevas reformas constitucionales que ha propuesto el presidente Enrique Peña Nieto.
En la mayoría de los autores podemos encontrar un equilibrio en sus palabras, en sus opiniones, en su ideologías, que al mismo tiempo se ven plasmadas con rectitud y respeto, cosa que me llena de emoción porque noto que se puede llegar a una libertad de expresión abierta y no tendenciosa, a un pluralismo mágico y maravilloso, al final de cuentas uno siempre podrá optar por que leer, que creer, y con que idea casarse.
Pero, ¿Cuál es el gran problema?, ¿En qué radica el verdadero caos?
Creo, que los grandes líderes de estas ideologías y en particular en la extrema izquierda que comanda Andrés Manuel López Obrador es continuamente expresada sin respeto, llena de odio, de desprestigio, de calumnias, haciendo alusiones a palabras como “robo a la nación”, “traidores a la patria”, “al diablo las instituciones”,
¿Aspiramos a algo así? Por supuesto que no, el líder de la pirámide tendría que ser el primero en mostrar ese respeto del que hablo, esa tolerancia a las ideas ajenas, ser abierto al dialogo con respeto. Pero no, el señor López únicamente apuesta por esas formas espantosas, por la soberbia, la palabra hostil y golpeada; No tengo la mayor duda de que en muchos puntos e ideas que postula esta en lo correcto, es mas de hecho estoy prácticamente seguro que tiene razón en muchas cosas, pero todo lo antes mencionado termina por destruir un cambio, solo provoca más caos, mas conflicto, mas diferencia de clases, provoca un México enojado, molesto, sin ganas de prosperar, un país donde la población, que en su mayoría es de clase baja, se sienta oprimida.
Viajemos al pasado, hagamos un recorrido por la historia, recordemos a los líderes que han cambiado el rumbo de la humanidad, a los que apostaron por la tolerancia, por la no violencia y por el respeto; Martin Luther King, Nelson Mandela, Mahatma Ghandi, entre muchos más; Esta de más mencionar lo que ha pasado a lo largo de la historia con esos líderes que optaron por el odio, el desprestigio, las palabras altisonantes, aquellos que vieron un camino por el sendero del odio: la Italia fascista de Mussolini, La Alemania nazi de Hitler, Stalin, ¿para qué le sigo? No tiene caso.
Más claro ni el agua, México además de urgirle muchos cambios en varios aspectos, necesita un líder, uno verdadero, que lleve a este país a cosas grandes, necesitamos cambiar de aires, empezar a dejar el desprestigio y la descalificación por aparte. Buscamos a alguien que sea moderado en sus opiniones, idealista pero respetuoso, abierto al dialogo, al debate, a generar soluciones y no solamente a exagerar y alentar a más conflictos.
Al sector que más se le tiene que poner atención hoy en día es a nosotros los jóvenes, porque en un futuro seremos lo que mantendremos al país de pie. Y que más maravillosa oportunidad existe hoy de influenciar de una manera positiva, el mundo se ha vuelto un lugar totalmente globalizado, la idea de un líder puede ser trasmitida desde su teléfono móvil a millones de personas en cuestión de segundos, el mundo nos brinda oportunidades maravillosas para poder crecer, no podemos desaprovechar las maravillas que el hombre ha creado con la tecnología sin darles un uso adecuado. Al final de cuentas la cuestión no es: ¿Qué país le vamos a dejar a los jóvenes?, sino más bien, ¿Que jóvenes le vamos a dejar al país?. Tenemos que impulsar a la juventud a llenarse y a forjar nuevos líderes
¡SE BUSCA!
“Un ejército de ciervos dirigido por un león es mucho más temible que un ejército de leones mandado por un ciervo.”
Plutarco.
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