Preferiblemente, la janukiá debe ser encendida a las 18:39. Sin embargo, es mejor esperar a que todos los miembros de la familia estén presentes. Esto aporta a la atmósfera familiar y también maximiza la mitzvá de “publicar el milagro”. La janukiá puede ser encendida (con las bendiciones) toda la noche, siempre que haya personas despiertas.
Procedimiento
Se prende el Shamash (Vela separada de todas las demás) y se dicen las siguientes dos bendiciones, inmediatamente después, se prenden las ocho velitas de izquierda a derecha.
Bendición #1
Baruj ata Ado-nai Elo-heinu melej ha-olam, Asher kid-shanu be-mitzvo-tav, Ve-tzi-vanu le-had-lik ner shel Janucá.
Bendito eres Tú, Hashem, Di-s nuestro, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Janucá.
Bendición #2
Baruj ata Ado-nai Elo-heinu melej ha-olam, She-asa ni-sim la-avo-teinu, Baia-mim ha-hem baz-man ha-ze.
Bendito eres Tú, Hashem, Di-s nuestro, Rey del universo, que realizó milagros para nuestros antepasados, en aquellos días en esta época.
El siguiente párrafo se dice cada noche, después de que las velas han sido encendidas.
Estas velas encendemos por los milagros, las maravillas, las salvaciones y las batallas que realizaste para nuestros antepasados en aquellos días en esta época, a través de Tus santos sacerdotes. Durante los ocho días de Janucá, estas velas son sagradas y no estamos autorizados para darles uso corriente, sino para contemplarlas y así poder expresar agradecimiento y alabanzas a Tu gran Nombre por Tus milagros, Tus maravillas y Tus salvaciones.
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