Las relaciones entre los Seres Humanos, han sido desde siempre complejas, principalmente cuando las mismas, se encuentran condicionadas por prejuicios construidos en torno a las diferencias, sean estas de carácter religioso, ideológico, políticas, económicas, étnicas, culturales, en fin todo aquello que impida reconocerse en el otro, más allá de sí mismo.
Así, podría dedicar gran parte de este artículo a citar los planteamientos de una serie de
filósofos humanistas desde Juan Luis Vives, hasta Unamuno y escritores como Primo Levi,
solo por mencionar a quienes desde siempre, abanderaron la lucha contra toda visión
sesgada en torno a su prójimo y a la condición de Ser Humano que le es propia.
Lo anterior debido a que después de la Segunda Guerra Mundial y a la negación rotunda
del Ser Humano, adoptada por el Nacional Socialismo para justificar el genocidio de más
de 70 millones de personas, a raíz de las ansias de poder y conquista, es que es necesario
dejar claro que la condición de Ser Humano, no se encuentra supeditada a ninguna teoría
ni filosófica, ni sociológica.
Porque los horrores provocados durante el Holocausto, no deben olvidarse para que así
no se repitan jamás, como lo expresa la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
la cual establece el hecho de que todos somos diferentes, pero a la vez iguales y por ende,
Seres Humanos más allá de todo.
Esto lo expongo en torno a un seminario de carácter interreligioso, al cual hace unas
semanas asistí y donde el profesor que lo impartió, trató de negar mi condición de Ser
Humano, al afirmar que por ser cincuenta por ciento sefardita y cincuenta por ciento etnia
Nahua, yo no era nada; frente a lo que le respondí que se equivocaba, porque yo era un
cien por ciento Ser Humano y a lo que me replicó: “Yo no estoy tan seguro de ello, eso
habría que verlo”.
De esta forma, este artículo está orientado en recomendarle al académico que se tome el
tiempo para releer la Declaración Universal de Derechos Humanos y así, poder superar
cualquier tara mental que lamentablemente, le impida verme más allá del recurso
humano que pagó la matrícula de ese curso, pero como el Ser Humano que soy, semejante a cualquier otro y por ende creación de Di-s, indígena al igual que todos mis
hermanos latinoamericanos y judía tal cual lo fue Jesús.
El contexto histórico-social del cual provengo, es el resultado del proceso de colonización
española y por ende de un mestizaje y mulataje evidente en la condición de Ser Humano,
no solo mía, sino también del mencionado docente.
Hace más de 500 años la Inquisición abrió una herida muy profunda en España, al igual
que en gran parte de Europa y el Nuevo Continente, cuando expulsó sin razón a los judíos
Sefarditas de la Península Ibérica. Pero hoy un Rey Justo entre las Naciones, reconoció el
error de sus antepasados y les otorgó la posibilidad de regresar a Sefarad.
Este artículo pretende, concienciar al académico Ignacio Sepúlveda del Rio, en cuanto a
que la Condición de Ser Humano, no puede ni debe relativizarse bajo ninguna premisa y
menos, desde ningún contexto histórico-social, ya que nos es inherente a todos por igual y
a simple vista…
(Especial para el Diario Judío.com de México.) 02 08 2019.
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