Una vez cierto hombre mandó una carta al famoso Rabino de Lubavitch, la cual decía así:
Querido Rabino: hay muchos problemas en mi vida. Tengo muchas deudas en el trabajo, lo cual no me deja vivir en paz con mi esposa; se me dificulta mantener a mis cuatro hijos y cada mes me cuesta trabajo pagar el mantenimiento de mi casa.
El Rabino de Lubavitch le contestó así:
Realmente no entiendo tu carta. Dentro de ella pude entender muchas cosas, pero no entiendo de qué estás quejándote.
Número uno: tienes una esposa. Yo conozco a muchísima gente que no tiene una pareja.
Número dos: tienes cuatro hijos, lo cual es algo maravilloso. ¿Cuánta gente quisiera tener uno solo y ha pasado muchos años sin tener descendencia?
Número tres: tienes una casa propia y amplia donde vivir. ¿Sabes cuánta gente no tiene un lugar para vivir?
En cuanto a lo económico, no te preocupes; Dios te ayudará cuando valores todo lo que sí tienes…
Artículos Relacionados: