El arte y el vino son los máximos representantes de un lenguaje universal. No importa en qué lugar del planeta nos encontremos, el idioma que hablemos, o que seamos expertos en uno o en otro tema, lo único que necesitamos para entender estas dos increíbles manifestaciones humanas, es tener abiertos los sentidos y dejarnos acariciar las emociones.
Durante junio, en el bellísimo Viñedo San Lucas, arte, vinos y un gran compromiso social, tuvieron una cita única para deleitarnos con el proyecto llamado Nudo en la Garganta. Se trata de una iniciativa de un grupo multidisciplinario de personas, que decidieron unir sus talentos en defensa de las mujeres mexicanas, con la meta de conseguir apoyos tanto para Fundación Origen como para el Instituto de la Mujer de San Miguel de Allende a través de la venta de sus obras, que fueron donadas totalmente como una muestra de solidaridad.
Mediante las obras de arte que nacieron de sus corazones, los artistas hicieron uso de las instalaciones de Viñedo San Lucas para hablarle a los corazones, gustos e ideas de los invitados, quienes pudieron contemplar y escoger entre las obras de 50 artistas, organizados bajo la atinada dirección de la joyera Claudia Suinaga.
Durante una noche, Viñedos San Lucas en San Miguel de Allende, se transformaron en una galería de arte donde se exhibieron obras de varias disciplinas, que incluyeron pintura, joyería, escultura y moda, teniendo como telón de fondo los bellos tanques del vino de La Santísima Trinidad que con todo cuidado resguardan el delicioso elixir.
El reconocido comunicólogo Bruno Newman, experto en arte y parte de este proyecto, junto con Leonardo Kourchenko, fungieron como martilleros de la animada subasta, donde más de 100 invitados hacían ofertas por sus obras predilectas. Además de divertirse y de adquirir bellas obras, los invitados se convirtieron en defensores de las mujeres del país.
En esta intervención artística en Viñedos San Lucas, parte del hermoso complejo de la Santísima Trinidad, estuvo presente Deby Beard, periodista, viajera e ícono del buen vivir, que, al ser experta en vinos y arte, le compartió a los invitados una muy atinada reflexión: “El arte y el vino hablan donde las palabras no pueden explicar. El vino es poesía embotellada y el arte es poesía muda, el viñedo de La Santísima Trinidad logra conjugar ambas expresiones artísticas llevándonos a un viaje por los sentidos. “
Entre los artistas que participaron en la creación de esta majestuosa galería de arte, se encuentra Orfeo Quagliatta, la estrella del arte en vidrio, quien con una sublime delicadeza, logra convertir el vidrio en bellísimas y delicadas obras, dando un nuevo giro a las técnicas más tradicionales y centenarias, logrando formas gráciles y fluidas, llenas de magia y color.
También colaboraron Betsabée Romero, Andrew Fisher, Alfonso Mena, Nacho Urquiza, Lorena Jauregui, Ramsés de la Cruz, Claudia Suinaga (TECLA), Ale de la Puente, Michelle Aubert, Nour Kuri, Jorge Tellaeche, Rodrigo Oñate, Maru Vázquez, NAMUH Estudio, Paulo Villagrán, Nicole Aloi, Cristina Pineda y muchos más.
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