En 1907 llegó a Montevideo el primer sefaradí del que se tiene noticias que se haya establecido en el Uruguay, el Sr. León Cantuni, y en 1909 el Sr. David Morón.
Poco a poco fueron llegando otras familias, Apenas el primer grupo alcanza el mínimo numérico imprescindible para realizar oraciones colectivas, se organiza para fundar el primer templo, su primera necesidad inmediata. Al llegar a tierra extranjera su primordial inquietud fue establecer un lugar en el cual elevar sus oraciones y honrar su valiosa tradición milenaria.
De esta manera es como los Sres. Baruj Isaac, Alejandro Junio, Isaac Campeas, José Nashajon, Acher Soriano, Jasdai Junio, Nessim Telias, Elías Cohen, Jacobo Benaderet, Chilibí Barquí fundan el PRIMER TEMPLO: la Kehilá Shalom en la casa del Sr. Acher Soriano.
En los inicios de esta vida comunitaria los sefaradíes estaban fundamentalmente integrados por aquellos que se veía obligados a abandonar Turquía debido a una angustiosa realidad histórica.
En 1908 al estallar la revolución que destrona al sultán Hamid y de esta manera quedar abolido el reino Otomano, se proclama una nueva constitución.
Las minorías, constituídas por griegos, judíos y armenios pasan a ser considerados ciudadanos turcos.
Este hecho, ademas de otorgarle derechos les exigía a su vez, cumplir con el servicio militar obligatorio.
Muchos judíos desconfiaron de esta nueva Constitución, y no en vano, ya que en los hechos, a pesar de esta aperente igualdad, en el servicio militar los judíos eran sometidos a las tareas más duras y peligrosas: eran pocos losque regresaban.
Esto unido a una muy mala situación económica fueron los motivos que determinaron una primera ola emigratoria hacia América del Norte, Sudámerica, Europa Occidental y Africa.
Este proceso continúa al estallar en 1910 la guerra de Creta, en 1912 la guerra de los Balcanes y en 1914 la Primera Guerra Mundial.
Así se constituyó este primer grupo de hombres, solos en medio de una multitud a la que no se habían integrado, en una tierra nueva que era toda su esperanza. Manteniendo fresco a pesar de todo, el recuerdo de los hogares que acababan de dejar tras la inmensidad de los mares.
Fuente: Comunidad Israelita Sefaradí del Uruguay, 1982, 50 Aniversario.
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