Dar tiempo al tiempo, es una de las llaves de oro
del vivir… Esto es, no precipitar nuestra vida…
Del tiempo puede decirse que es el escultor de
nuestra vida… Torna, moldea, ajusta, pule,
nuestra existencia.
Pero para que eso tenga que ser posible y
conveniente, el tiempo cuenta con nosotros los
seres humanos para que aunados a nuestros
actos, su cincel y martillo vaya dándole forma a
esa roca que es nuestra vida…
Según nuestro actuar el tiempo va moldeando
nuestro ser interior y exteriormente…
Que se presenta una pena, que se comete un
pecado, que se fracaso…
Dar tiempo al tiempo para que finalmente se
puedan mostrar los verdaderos resultados.
El dar tiempo al tiempo no es otra cosa que
esperar que la verdad flote transparente y firme
a la superficie.
Para ver resultados, para encontrar la verdad,
para seguir viviendo, hay que dar tiempo…
Las decisiones arrebatadas, las derrotas previas,
la falta de esperanza, son terribles verdugos que
nos arrebatan la existencia en momentos de
dolor y desesperación.
Si la siembra ha sido buena, si la conducta fue
honesta, si la intención fue buena…
Nada temáis. Y mientras sigue adelante.
*Ya lo dijo el Rey Sabio:
Todas las cosas tienen su tiempo; todo lo que
pasa debajo del sol tiene su hora.
Hay tiempo de nacer, y tiempo de morir.
Tiempo de amar y tiempo de aborrecer.
Tiempo de llorar y tiempo de reír.
Tiempo de guerra y tiempo de paz.
De sabios es darle Tiempo al tiempo.
*Pasaje Bíblico Eclesiastés del Rey Salomón.
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