En días recientes ( 17 y 22 de feb) « Le Monde », un periódico de los más famosos del mundo y con gran reputación de seriedad, publicó un par de artículos tan sesgados y agresivos contra México sobre el caso FLORENCE CASSEZ que no deja de sorprender y necesita comentarse.
Lo primero que hacen es afirmar que la Cassez es inocente y que todo es un “montaje” policiaco y mediático, aludiendo a la reconstitución (no es “montaje”, es reconstitución) que mostraron por televisión al día siguiente de la captura, y que todos coincidimos en calificar de táctica errónea, pero solo hasta ahí: ese error no anula la culpabilidad de los delincuentes.
Dicen textualmente “el asunto Cassez: un embrollo de historias (¿o cuentos?) que se parecen todas a las del protagonista del documental mexicano “Presunto culpable”.
Y ahí sí, es de preguntarse: cómo es posible que insulten así la inteligencia del pueblo francés que los lee?? no se puede ni comparar el destino del pobre protagonista de la película con el de una mujer que tiene tal visibilidad binacional, defendida por abogados de primera línea (¿o no?) y que quiere y logra que intervenga y presione en su favor nada menos que el presidente de Francia!.
Claro que tenemos defectos en nuestro sistema de impartir justicia, y entre los más graves está el hecho, clarísimo en la película, que tales injusticias se abaten sobre los pobres desgraciados que NO TIENEN con qué pagar una buena defensa, que no es el caso de esta Francesa… pero quien no tenga defectos en sus sistema judicial, que tire la primera piedra… o que se presente con cara de Árabe pobre en Francia, para que vea con que justicia lo tratan. Una de las mejores pruebas de lo dicho más arriba la dio hace tiempo ya, O.J. Simpson en Estados Unidos, mismo que además de salir libre, recuperó los 6 millones de dólares que le cobró su abogado con las regalías del libro que escribió sobre su juicio. La Cassez ya empezó a vender el suyo…
Es obvio por lo anterior que se puede argüir todo y su contrario, y que ha habido torpezas en este caso, así que hay que partir de la base: cual es la motivación que mueve esto? Porque se declararía culpable a esta persona si no lo es? No queremos peleas con Francia, su gente y sus productos son muy apreciados aquí… No, no es posible que haya tal complot contra ella, ni que Genaro García Luna sea responsable de todo lo que le pasa, porque según el rotativo francés quiere distraer nuestra atención y tiene dominado al presidente Calderón (¿qué no conocen NADA de México?)… las fuentes (anónimas para colmo) de “Le Monde” agregan que hubo una “garantía” por parte de Calderón en una reunión en Madrid donde este le prometió que el asunto judicial de Florence Cassez sería tratado sin que lo afectara “ninguna presión política”. Y a continuación, dice Sarkozy, la decepción del 10 de febrero, ¡donde la declaran culpable otra vez! Pero ¿qué no fue lo que él mismo pidió? ¿Que no se juzgara con base en presiones políticas? O ¿quería decir que se hiciera con SUS presiones políticas? Su insistencia y arrogancia parecen aquí bastante extrañas.
Resumiendo: estamos ante el caso inaudito de un jefe del poder ejecutivo de uno de los grandes países del primer mundo (Francia) tratando de presionar al jefe del poder ejecutivo de un gran país pero del tercer mundo (México), para que intervenga a su favor con el poder judicial (siendo que esos poderes están separados por la constitución ambos países, por lo que ¡no se vale!) y como este no cede, lo que se le ocurre como represalia sobre dicho funcionario que “lo decepciona” y sobre su pueblo es… ¡atacar por el lado de la cultura! Por parte de Francia, cuna de cultura que admiramos, es por demás sorprendente.
Acerca de Vivianne Solís Weiss
"Soy una enamorada del mar. A través de cerca de 40 cruceros científicos oceanográficos y más de 25 años dedicados a su estudio, el mar me ha brindado algunos de sus secretos, conocimientos científicos, aventura y grandes satisfacciones", dice Vivianne Solís-Weiss, doctora en oceanografía biológica por la Universidad de Aix-Marsella, Francia, doctora en biología por el Instituto Weizmann de Ciencias, de Israel, y desde 1978 investigadora y jefa del Laboratorio de Ecología y Biodiversidad de Invertebrados Marinos en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM.Vivianne Solís-Weiss es un torbellino de energía e ideas. La investigadora revela: "Me gusta la exploración, el peligro, la aventura... De niña me gustaba trepar hasta la copa de los árboles, montar a caballo, echarme clavados y marometas desde los trampolines; me metía a nadar en las olas altas del Revolcadero en Acapulco; me ha tocado bucear con tiburones, y competir en gimnasia acrobática y atletismo. Me hubiera gustado meterme de trapecista a un circo, pero no se me hizo. Practiqué paracaidismo, motociclismo, parapente, rapel y otros deportes extremos. Recientemente he saltado en bungee; me gusta esquiar y sobre todo bailar".Vivianne es bióloga marina, especializada en el estudio de anélidos poliquetos y otros invertebrados marinos. Sus investigaciones en este campo tienen relevancia para el conocimiento de la megadiversidad biológica marina mexicana y contribuyen al estudio del control de la contaminación y al manejo de las zonas costeras. Ella formó la mayor colección de poliquetos de México que existe en el mundo luego de largos años de estudio, muestreos y recopilación científica. En 1996 creó la primera base de datos sobre invertebrados en este país.Entre sus aportaciones, ha descrito 36 especies nuevas de anélidos poliquetos, ha realizado 13 cambios de estatus taxonómico y 65 nuevos registros de especies para México. Como reconocimiento a su labor, le han sido dedicadas dos especies: Parandalia vivianneae (1986) y Lumbricalus vivianneae (2004). En 2006 la UNAM le otorgó la Medalla Sor Juana Inés de la Cruz y el senado de Francia un reconocimiento.Vivianne es la primera mujer latinoamericana en viajar en el submarino Alvin —vehículo sumergible de investigación oceanográfica— a más de 2 000 metros de profundidad. Lo hizo en 1988, como parte de una expedición científica para observar los volcanes submarinos en erupción y las comunidades biológicas de las ventilas hidrotermales. Estas ventilas son un ecosistema cuya existencia nadie sospechaba hasta 1977. La vida en torno a ellas no depende de la energía solar, que no llega hasta esas profundidades, sino de la energía de las sustancias químicas del agua supercalentada que surge de las chimeneas de la ventila. Estas emanaciones son aprovechadas por unas bacterias llamadas quimioautotróficas, que forman la base de la cadena alimenticia de los organismos de ese extraño ecosistema.La doctora Solís-Weiss fue la primera investigadora jefe de crucero en México (1985) en los buques de investigación El puma y Justo Sierra, de la UNAM, los que también dirigió en 1992 y 93. En 1993 incursionó en el proyecto internacional educativo Jasón, cuyo objetivo era iniciar a los jóvenes en la exploración marina y fomentar su interés en carreras de corte científico. Su mayor desafío es formar especialistas que puedan contribuir en el aprovechamiento y explotación racional de los recursos de las zonas marinas y costeras de México.En 1997 organizó y encabezó la histórica expedición científica mexicano-francesa a la isla Clipperton, que marcó el retorno oficial de los mexicanos después de 80 años a este atolón. La historia de la isla ha estado marcada por el conflicto, e incluye la tragedia humana vivida por los mexicanos que murieron allí defendiendo el atolón de intereses extranjeros como los de Estados Unidos, Inglaterra y Francia (que se quedó con la posesión de la isla). "Esta es una pequeñísima isla desierta a mitad del Pacífico; además de la famosa roca de 30 metros de altura, donde estuvo el faro mexicano, hay una enorme cantidad de cangrejos terrestres color naranja (se cree que llegan a ser más de 10 millones de individuos), que atacan a todo lo que no se mueva, y de pájaros bobos, la mayor colonia del mundo, con unos 150 000 individuos. Cuando regresé a ella en 2005, tuve la oportunidad de bucear en el llamado Agujero sin fondo, que es un lugar en la laguna interna, en aguas pútridas con compuestos ácido-sulfurosos, en la oscuridad total, y logré bajar hasta el fondo formado por un lodo muy suave, a unos 38 metros de profundidad".En 1985 Vivianne fue la única mujer finalista en el concurso para ser astronauta, cuyo ganador fue Rodolfo Neri Vela. "Soy amante de las estrellas. He seguido cursos en la Facultad de Ciencias y si me dijeran que necesitan voluntarios para colonizar alguna de las lunas de Júpiter, me apuntaría inmediatamente de pionera", concluye.
1 comentario en «Todo depende del cristal con que se mire…»
Expresiones del enojo que los mexicanos sienten ante el controvertido caso de Florence Cassez y el embate diplomático que ha generado. Manifestaciones de la indignación que los mexicanos despliegan ante la reacción francesa y los sentimientos nacionalistas que ha despertado. Lástima que la crítica y el enojo y la denostación se hayan dirigido al blanco equivocado. En lugar de odiar al Presidente galo, deberíamos odiar al sistema judicial mexicano. En lugar de denostar a la Secretaria de Relaciones Exteriores de Francia, deberíamos increpar al Secretario de Seguridad Pública de nuestro propio país. En lugar de envolvernos en la bandera mexicana, deberíamos empezar a desmancharla. Porque si algo queda claro del conflicto Cassez —como lo demuestran los admirables reportajes de Guillermo Osorno— es que no se cumplió con el “debido proceso” que Francia tiene derecho a exigir y México aún no sabe cumplir.
El caso de Florence Cassez se tiñó de injusticia cuando su captura fue recreada como montaje a modo. Cuando la hombría de García Luna pesó más que el respeto a los derechos individuales. Cuando el “debido proceso” se convirtió en el “indebido proceso”. Eso, en cualquier democracia funcional, hubiera implicado su liberación automática. Eso, la justicia convertida en farsa, es lo que más debería indignar a los mexicanos. La capacidad que tiene el sistema judicial para aprehender a presuntos inocentes y transformarlos en indudables culpables. La habilidad que tiene el sistema penal para encarcelar a alguien con base en la palabra “sagrada” —aunque variable— de las víctimas. La sensación surrealista que queda después de leer el expediente y ver lo que ocurrió. Aquello que Lewis Carroll narra en “Alicia en el País de las Maravillas”: “¡No, no! dijo la Reina”. “Sentencien primero y den el veredicto después”.
Expresiones del enojo que los mexicanos sienten ante el controvertido caso de Florence Cassez y el embate diplomático que ha generado. Manifestaciones de la indignación que los mexicanos despliegan ante la reacción francesa y los sentimientos nacionalistas que ha despertado. Lástima que la crítica y el enojo y la denostación se hayan dirigido al blanco equivocado. En lugar de odiar al Presidente galo, deberíamos odiar al sistema judicial mexicano. En lugar de denostar a la Secretaria de Relaciones Exteriores de Francia, deberíamos increpar al Secretario de Seguridad Pública de nuestro propio país. En lugar de envolvernos en la bandera mexicana, deberíamos empezar a desmancharla. Porque si algo queda claro del conflicto Cassez —como lo demuestran los admirables reportajes de Guillermo Osorno— es que no se cumplió con el “debido proceso” que Francia tiene derecho a exigir y México aún no sabe cumplir.
El caso de Florence Cassez se tiñó de injusticia cuando su captura fue recreada como montaje a modo. Cuando la hombría de García Luna pesó más que el respeto a los derechos individuales. Cuando el “debido proceso” se convirtió en el “indebido proceso”. Eso, en cualquier democracia funcional, hubiera implicado su liberación automática. Eso, la justicia convertida en farsa, es lo que más debería indignar a los mexicanos. La capacidad que tiene el sistema judicial para aprehender a presuntos inocentes y transformarlos en indudables culpables. La habilidad que tiene el sistema penal para encarcelar a alguien con base en la palabra “sagrada” —aunque variable— de las víctimas. La sensación surrealista que queda después de leer el expediente y ver lo que ocurrió. Aquello que Lewis Carroll narra en “Alicia en el País de las Maravillas”: “¡No, no! dijo la Reina”. “Sentencien primero y den el veredicto después”.