Cuando la buena comida y el gusto refinado cruzan sus caminos se crea un vínculo especial entre ellos, que convierte el comer en un arte, y como lo escribió Isabel Allende, en un acto de amor.
El éxito rotundo de Onomura Nigiri Bar se debe a un sin fin de razones: el cálido servicio, los productos mas frescos imaginables, la dedicación de su personal, la belleza de la decoración y el estilo único de ambos restaurantes, las mentes brillantes en su creativa cocina y esa pasión por la gastronomía y el buen vivir que abunda en el agradable ambiente, casi tangible y completamente irresistible que te llevarán a un paraíso de comida japonesa en la Ciudad de México.
Las delicadas creaciones culinarias de Onomura, son una explosión de sabores, texturas y sensaciones. En cada uno se captura la esencia de la gastronomía japonesa que tanto nos gusta, con sus vivos colores, su frescura y la atinada combinación de textura y sabor, en cada uno de ellos todos los ingredientes son valiosos y escogidos con esmero, seleccionando sólo lo mejor.
Un paraíso para los que somos amantes de la gastronomía japonesa y las mezclas y juegos que se pueden hacer entre ella y la comida mexicana, Onomura, tanto en Bosques como en Interlomas, logra una complejidad, elegancia y frescura en todo sus platillos que siempre nos deja con ganas de más. Onomura crea un concepto equilibrado entre simplicidad y sofisticación por sus sabores, ingredientes y atención. Buscan que cada experiencia nos transporte hacia la enigmática cultura de Japón, mimándonos en auténticos platillos, creados con frescos ingredientes por talentosos chefs, provenientes de restaurantes como Nobu y Makoto.
Como lo dice su nombre, estos restaurantes son edenes culinarios con un enfoque en los Nigiris. Sesde atún chutoro con trufa negra, hasta erizo, nametake – un delicioso hongo japonés –, y toro con caviar, o hasta creaciones inimaginables y originales, como nigiris de Wagyu A5 con foie gras y trufa negra o foie gras con chocolate; cada uno mas exquisito que el anterior.
Un clásico imperdible en Onomura Nigiri Bar es la Shiyaki o piedra caliente, donde nosotros mismos en la mesa preparamos salmón, atún, rib eye o Wagyu japonés. Para los amantes de los sabores frescos los sashimis corte grueso y los tiraditos – mi favorito es de salmon, akami, kampachi, trufa y caviar – son ideales.
Onomura en Interlomas tiene además otra sorpresa sensorial, un exclusivo y sofisticado bar oculto. Este espacio es ideal para reuniones pequeñas, celebraciones y momentos de placer.
Una vez que se prueban las delicias de Onomura, nada vuelve a ser igual. Cada bocado es la oportunidad de sumergirse en un nuevo mundo, es como descubrir los sabores de un paraíso servido en nuestra mesa. El contraste de los sabores en cada platillo le dan versatilidad, tanto para el paladar como a la vista, además de que varía con cada estación, siendo un festín para los sentidos.