Un congreso islámico reunido en Buenos Aires valoró la convivencia pacífica entre pueblos y razas que habitan en América latina; exaltó el diálogo “de la forma más respetuosa y atenta” y condenó como distorsiones el terrorismo y el fundamentalismo.
El congreso América Latina y el Mundo Islámico: Diálogo Intercultural reunió durante tres días a un centenar de asistentes de diversos países en el Centro Cultural Rey Fahd, en Palermo.
El encuentro fue organizado por la Organización Islámica para América Latina y el Caribe, de la cual es secretario general el arquitecto argentino Muhammad Hallar, que además integra desde hace 20 años el consejo ejecutivo de la Liga Islámica Mundial.
Esta entidad mundial no gubernamental, fundada en 1962, compartió la organización del congreso. Su secretario general, el doctor Abdullah ibn Abdul Mohsin Al-Turki, viajó a Buenos Aires para presidir las sesiones.
En la apertura, realizada en el hotel Sheraton, Al-Turki invitó a aunar esfuerzos contra el terrorismo y la violencia. Pidió respeto para todos los hombres, descendientes de Adán, creación de Dios, y abogó por la convivencia pacífica.
Al-Turki, de 66 años, fue ministro de Culto en Arabia Saudita y fue decano de la Universidad Ibn Saud, de Riad. Reside en La Meca, donde la Liga tiene su sede, y es uno de los referentes más importantes del islam en el mundo.
El secretario de Culto, Guillermo Oliveri, destacó en ese acto la convivencia plural como una característica de larga data en la Argentina. Hizo notar que en medio de la crisis de Medio Oriente, autoridades católicas, judías y musulmanas dieron un ejemplo de armonía al firmar en Buenos Aires un llamado a la paz.
El vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli, recibió a Al-Turki en el Senado y se hizo presente en el acto inaugural. Dio una cálida bienvenida a los asistentes y citó frases del Corán sobre el trato misericordioso y la ayuda a los demás.
Hallar expresó que el creyente musulmán se adapta a la sociedad donde se radica, sabiendo que el mandamiento de Dios le recomienda vivir en paz, respetando a la población, sus tradiciones y sus leyes. Destacó el “maravilloso ejemplo” que dan las diferentes comunidades religiosas de la Argentina, que conviven en paz y entendimiento.
“Rechazamos de plano la lucha de culturas, el choque de civilizaciones”, dijo. Y exaltando al Todopoderoso, instó a “desarmar la cultura bélica en favor de una cultura de paz, capaz de colocar al hombre como sujeto de la historia y no como objeto y víctima de ella”.
Al concluir el acto inaugural, se presentó un CD con la interpretación del Corán en idioma español, para facilitar su conocimiento y difusión.
Los asistentes tuvieron también una recepción que les fue ofrecida en la Cancillería.
Una universidad islámica
En el Centro Cultural Rey Fahd expusieron distintos disertantes.
Uno de ellos comentó que en los próximos meses se establecerá en Lima, Perú, una universidad islámica para América latina, que podrá tener subsedes en otros países.
Así lo informó el profesor Alfonso Jauany, quien representó al rector de la Universidad Ricardo Palma, Iván Rodríguez Chávez. Señaló que un grupo de catedráticos peruanos se había interesado por el aporte que puede brindar el islam al continente americano en arte, humanidades, educación, cuando hay una crisis mundial de valores espirituales.
Jauany, descendiente de árabes cristianos, valoró la concepción islámica del hombre y de la sociedad, “ante errores que se vienen dando en la humanidad”, y citó al filósofo francés Roger Garaudy, marxista ateo que se convirtió al islam a los 83 años.
El encuentro rechazó las agresiones contra los musulmanes y su identificación con el terrorismo. Al-Turki sugirió mantener las mejores relaciones con las diversas comunidades religiosas.
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