Una carta personal

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Queridos amigos

Mientras me preparaba un café en esta mañana del 19 de abril pensé en escribirles este texto que si bien envío por correo oculto no es una circular ya que cada receptor es elegido específicamente porque lo considero amigo. Obviamente escribo en idioma masculino, pero esta destinado indistintamente a varones y mujeres. Debo decir, en esta oportunidad, que por naturaleza solía hablar en femenino por tener dos hijas mujeres. Y decidí hacerlo en el medio de la escritura de una serie en la que relato mis guerras y ya son varias desde el año 1973, ya que me di cuenta que con ninguno hablo por teléfono, por video llamada o tampoco por el nuevo invento chino, el zoom. Y eso en realidad es anterior a la aparición del covid19.

Mi difunta madre solía decir que ella quería por igual a los tres hijos y yo siempre le discutía ese punto y ella no logró convencerme ni yo logré convencerla. Así no vendré a decirles que los quiero a todos por igual, pero si pueden aceptar que los quiero. Si no los quisiera, no recibirían la presente misiva y solo puedo decirles que más personas, hispanos parlantes, de mi correo no reciben de los que reciben. Seguramente la mayoría de los receptores no se conocen entre sí, pero todos me conocen.


Y… ¡ah! Me olvidaba: ¿Que quiero decirles? Nada nuevo sobre la pandemia, todos estamos sumamente bien informados (bien o mal, con verdades o con mentiras) de lo que pasa. De la negativa influencia del confinamiento tenemos decenas de notas en la red. Del daño a la economía no hay que leer mucho, supongo que muchos lo sienten. Me atrevo a decir que ninguno de los receptores de esta carta se beneficia económicamente de esta guerra global. Salvo alguno que trabaje en el ámbito sanitario y gana más dinero por las muchas horas extras que debe hacer. Estoy convencido que preferiría no tener que enfrentarse con esa realidad. ¿Se imaginan los que trabajan en los ancianatos o, en otras palabras, casas de reposo?

Creo que lo que nos falta, o por lo menos me falta a mí, es saber como esta cada uno de mis amigos en forma personal, no utilizando los mensajes de los políticos por ejemplo o de los medios de comunicación o de los grandes personajes. La vida, la rutina de cada uno es para mi lo importante. Yo sé, me consta personal o profesionalmente, a nadie le gusta contar cual es su patrimonio y aun menos le gusta contar cuanto no tiene.

Así contaré un poco de mi rutina. En primer lugar, aun antes del decreto presidencial yo dejé de salir pues comprendí que el contacto con otros es lo mas peligroso para personas mayores y yo, ya soy mayor sin considerarme un viejo. Habiendo fumado mucho y estos días hice la cuenta que fumé 34 años de los 57 años que van desde los 13 a los 70. En el año 2025, espero llegar, podré finalmente decir que la mitad de mi vida he fumado. Y desde esa perspectiva la vida comenzó a los 13. Mi vida laboral comenzó a los 18 y finalizó después de 45 años. Aquí las cuentas son un poco mas complicadas pues 37 de los 45 años trabajé “doble turno” desarrollando en forma paralela mi empresa privada. Se puede decir que trabajé 82 años. Cualquiera de los números se puede decir que trabajé por un sueldo. Desde el año 2014 no trabajo por un sueldo, pero tengo mi ingreso mensual fijo y espero que la garantía que sea de por vida sea real. Todas estas crisis destinadas a empobrecernos tienen filosos cuchillos que cortan jugosas rebanadas. Sigo diciendo que trabajo mas que antes y en cosas que me interesan. Es posible que no sea mas que una fantasía, porque lo que no hago hoy, puedo hacer mañana o pasado o no hacerlo. Claro, hay cosas que no postergo, como preparar el café, tender la cama, limpiar los baños pues me gusta complacer a mi esposa y en especial no me gustan sus preguntas como: Dime mi amor, ¿cuándo piensas tender la cama? No soy cínico, ella es amorosa. Recuerdan el chiste que circula en la red, salgo tengo covid19, salgo al patio tengo el dengue, me quedo adentro tengo a mi pareja.

En segundo lugar, las compras en el supermercado. Después que hemos visto un video en el cual uno de los reyes actuales de la ruta (motociclista domicilios) fue filmado comiendo un poco de los diversos envases que llevaba, arreglando el contenido que no se distinga el faltante, cerrando todo como si estuviese embalado originalmente decidimos que mejor vaya mi esposa a hacer las compras y eso por tres razones, la primera es mas joven, la segunda nos convenció que los países que tienen mandatarias afrontan mejor la crisis y no hay duda que mi esposa es mas capaz que yo. La tercera es para evitar que salga después que salga yo. Es otro chiste emergente de la realidad, los martes van los maridos de compras y los miércoles las esposas a devolver…Como sea, la última compra hicimos el 16 de abril y la anterior, creo, el 19 de marzo.

En tercer lugar, el quehacer en la casa, por naturaleza no podré relatar cada minuto y no porque sea aburrido. Básicamente a la mañana me ocupo de “mis cosas” que no son tantas, pero son las mías como escribir esta carta, escribir notas que algunos pueden ver en mi blog o donde me publican, leer, utilizar el andador y como mencioné algunas de las tareas voluntarias incluidas más arriba. Desde el almuerzo y hasta la noche estamos juntos y en general nos llevamos muy bien, las tensiones las solemos canalizar en el partido de Rommy-Q al que le dedicamos entre dos y tres horas diarias. En todas esas horas también solemos ver películas, pocas noticias, varias series de TV que, juro, no miraba antes. También suelo hacer comentarios a todo tipo de publicaciones en el FB, algunas destinadas a enojar un poco a la gente que piensa distinto que yo. Considero que es algo sano estando en esta cuarentena, canalizar enojos y frustraciones con desconocidos.

Cuarto, quinto y sexto lugar dejo para otra oportunidad, no hay peor cosa estos días que tenemos tanto tiempo leer algo demasiado largo.

Sinceramente, los quiero, un abrazo y beso a quien corresponda

Julio o Yossi o ambos que somos la misma persona.

PD y aun antes de ver quienes recibirán esta carta, me pesa saber que no tengo todas las direcciones.

Acerca de Julio Ioseph May

Julio Ioseph May (Yossi) nació en Entre Ríos, Argentina. Es Contador Público de la Universidad de Buenos Aires. Desde 1973 viviò  en el Estado de Israel y a partir de febrero 2014 reside en Barranquilla, Colombia. En vistas a la tercera edad comenzó a practicar su sueño de escribir que lo acompañó desde chico.Participa activamente en variados grupos literarios del internet. Comparte publicaciones de cinco antologías: De Paz y De Guerrasy Lazos Umbilicales publicadas en Israel en 2007, "primer antología" de Muestrario de Palabras (2007) y Libro del Haiku, Ediciones Artesanales Santoamor (2008) ambas en Buenos Aires. Pensamiento Antologico Universal, La poesia purifica la vida humana, Congreso Universal de Poesia Hispanoamericana, publicada en Mexico 2010. La revista virtual Palabras al Sol publicaba regularmentecuentos y poemas de su autoría. Su preferencia es la narración.

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