Una lectura política del arresto de Hank

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¿Por qué el gobierno federal arrestó a Jorge Hank Rhon precisamente ahora? Respuesta para ingenuos: porque recibió una denuncia ciudadana de que había armas exclusivas para el uso de las Fuerzas Armadas en su domicilio. Respuesta para alguien más astuto: porque estamos a un mes de la elección de gobernador en el Estado de México, a 13 meses de la presidencial y a 25 de las locales en Baja California. El arresto de Hank tiene repercusiones en cada uno de estos comicios.

Comencemos por el Edomex. De acuerdo a las encuestas, el candidato del PRI a la gubernatura va en caballo de hacienda para ganar. En la encuesta diaria que realiza GCE, Eruviel Ávila goza de una amplia ventaja. Actualmente tiene 53% de las intenciones de voto. Muy atrás están Alejandro Encinas, el candidato de la izquierda, con 20% de las preferencias, y Luis Felipe Bravo Mena, del PAN, con 15 por ciento. Hasta el sábado, antes de la detención de Hank, los panistas corrían el riesgo de quedar en tercer lugar en la entidad más poblada del país. Y eso, supongo, no le gustaba nada al principal operador electoral del PAN que es el presidente Calderón.


El apellido Hank sin duda nos remite al Estado de México. El padre de Jorge, el legendario profesor Carlos Hank González, fue una figura prominente de la política mexiquense. Durante muchos lustros ejerció el liderazgo del Grupo Atlacomulco al que pertenece el gobernador Enrique Peña Nieto. La estatua del profeHank prolifera en aquel estado. Pero para muchos también es el personaje que ejemplifica el modelo del priista mexiquense: buenos para la operación política, mejores para los negocios. El apellido Hank dispara la imagen de ese priismo que, por un lado, tenía gran capacidad de procesar los conflictos sociales pero, por el otro, se basaba en la corrupción y el compadrazgo; de los grandes negocios al amparo del poder político.

Al arrestar en este preciso momento al hijo del profe, supongo que los panistas le apuestan a que los mexiquenses se acuerden de esa manera de gobernar. Que eso le reste puntos al candidato priista y se los sume al del PAN. Pero aquí encontrarán tres problemas. Primero, Eruviel Ávila no es miembro del Grupo Atlacomulco, aunque de las primeras cosas que hizo como candidato fue ir a esa ciudad a rendir pleitesía. Segundo, los mexiquenses no necesitan que les recuerden cómo son los políticos del PRI porque lo viven a diario y lo toleran. Tercero, Hank Rhon ya es más bajacaliforniano que mexiquense. Prácticamente toda su vida adulta ha vivido en Tijuana. En este sentido, los mexiquenses quizá sientan muy lejano al hijo del profe.

Salvo por un detalle que me llama la atención. Después del arresto, el delegado del PRI en el Edomex, Miguel Osorio, dijo: “Quiero ser muy enfático y contundente en este punto, no hay absolutamente ni un peso, ni un centavo del señor Jorge Hank Rhon en la campaña de Eruviel Ávila, y esto es exactamente lo que nos preocupa, que empiecen a vincular un hecho de carácter estrictamente judicial con la política electoral”. ¿A qué se debe esta declaración? ¿Saben algo los priistas? ¿Se están curando en salud? ¿Vendrán revelaciones de dinero de Hank en la campaña del PRI? Eso, me parece, podría ser un golpe importante para Ávila en el Edomex.

En cuanto a las implicaciones del arresto de Hank para la elección presidencial, es evidente que el Presidente está mandando la señal de que no se tentará el corazón para remontar la gran ventaja que tienen el PRI y Peña Nieto en las encuestas. Aquí lo hemos dicho y lo repetimos: Felipe Calderón es un operador electoral a quien no le gusta perder en las urnas. Hará todo lo posible por evitar traspasarle la banda presidencial a un priista. Recordemos que es el político que le ganó al que hace cinco años parecía invencible —López Obrador— con una estrategia que él mismo denominó de “Haiga sido como haiga sido”. Y si ahora hay que meter a la cárcel a algunos priistas, aunque sea por portación ilegal de armas, pues lo va a hacer. El mensaje es claro: señores del PRI, pónganse a temblar, sobre todo aquellos que tienen cola que les pisen.

No por nada el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, aseguró que su partido no permitirá una “cacería de brujas, acto represivo o intimidación”. Pero no será fácil para el PRI salirse por la tangente de la detención de uno de sus militantes distinguidos: el hijo del profe, ex presidente municipal de Tijuana y ex candidato del PRI a la gubernatura de Baja California. La realidad es que Jorge Hank es el epítome del político priista que se sospecha coludido con el crimen organizado, ese que combate con ahínco el gobierno panista. Las conjeturas de su vinculación con el narcotráfico son muy viejas, aunque nunca se le ha podido comprobar nada. Hank Rhon incluso ha inspirado al personaje de la popular serie televisiva estadunidense Weeds: el jefe de la mafia mexicana (protagonizado por Demián Bichir) que también es alcalde de Tijuana y candidato a gobernador.

En fin, que esta detención podría ser la primera de una serie para demostrar que el PAN va en serio en contra del crimen organizado incluido el arresto de políticos prominentes. El problema es si el gobierno podrá probar no sólo que Hank tenía 88 armas de manera ilegal sino que era parte de la delincuencia organizada. Porque si todo este sainete termina como el michoacanazo, donde el gobierno arrestó a políticos que luego salieron libres sin una disculpa, pues el asunto podría convertirse en un tiro por la culata para los panistas. Así lo prevé el diputado priista Carlos Flores Rico, estratega electoral que ha trabajado en las campañas de Hank: “Es una crónica anunciada: los ‘exitosos golpes’ del Presidente no duran más de dos días, siempre se caen en el juzgado, más cuando se basan en la mala fe y el resentimiento ideológico. Al tiempo”.

Finalmente, en esta historia no puede perderse de vista Baja California: el primer estado en el que el PRI perdió una elección de gobernador en 1989. Desde entonces es gobernada por el PAN y se ha convertido en uno de sus bastiones principales. Sin embargo, el año pasado al PAN le fue como en feria. Perdió todo. Presidencias municipales y diputaciones locales. El PRI le pasó encima. Es evidente que el tricolor va al alza en ese estado y que en la próxima elección podría ganar la gubernatura. Supongo que los panistas, desde ahora, quieren proteger su bastión. La detención de Hank también puede verse como parte de ese esfuerzo. Máxime cuando uno de los posibles candidatos del PAN a la gubernatura de Baja California en 2013 es el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora.

Fuente: Excélsior

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