Una sonrisa y buenos modales

Mis padres me educaron que las palabras “por favor” y “gracias” son importantes para la vida cotidiana. Además me enseñaron que intentara hacerlo con una sonrisa sincera. Eso lo que se conoce como buenos modales.

Han pasado los años y he visto con tristeza como la gente no pide ya las cosas por favor ó da las gracias.

Y no es por el simple hecho de cumplir con una norma; es sinónimo de cultura, por lo menos de cultura cívica.

Lo curioso es que ahora en la actualidad la educación, los buenos modales, cuidar las formas de saludarse y comportarse parece cosa del pasado.
La gente por lo general se habla entre groserías, mujeres y hombres con tal familiaridad que ciertamente me sorprende. Cuando escucho a algunas personas hablar entre ellos de 10 palabras, 8 son groserías y para colmo lo único que hicieron fue ser repetitivos.

En la calle veo como de una manera fácil si alguien está en desacuerdo, te hacen una seña con la mano (bueno, esa siempre ha existido), pero en la actualidad las personas se tratan unos a otros con menos respeto.

Si decides en el tráfico dejar pasar a un peatón, literalmente los de atrás, te insultan, cuando uno simplemente quiere ser un buen conductor.

Me ocurre en las tiendas, la gente se atropella con los carritos, cuando uno camina por la calle la gente quiere pasar primero. EN LA ESCUELA”: Sobre todo que SÍ NOS conocemos y pareciera que en la vida nos hemos visto, es tristísimo y ralla en lo patético este tipo de conducta, y se da mucho en nuestro círculo. debemos parar de hacerlo (bueno yo no lo hago y muchísimo amigos y gente amable no lo hace), pero la mayoría de la gente si lo hace y en automático, es: “no te conozco, así estemos en el templo, no me interesas”, es impactante, ¿no?. ¿Qué pasó?, ¿porqué las personas reaccionan así?, queremos hacer cambios en nuestra sociedad y comenzando con un mejor país, pues comencemos siendo mejores personas y mejores ciudadanos, por D´s. Los cambios no vienen de afuera.

En algunos casos es porque no eres del círculo conocido y por esa simple razón ni te voltean a ver, si acaso de reojo.

Esto no tiene que ver con el nivel socioeconómico, lo mismo lo hacen los ricos que los pobres, tiene que ver con el nivel de cortesía y educación adquirida.

He aprendido que aunque no conozca a nadie si entro a un lugar: saludo y sonrío, intentando siempre ser natural y no de forma forzada, sino como una forma de convivencia amable. Esto es para intentar hacer un mejor ambiente.

En muchos lugares, la gente pasa de largo con cara de pocos amigos. Pero si uno voltea, sonríe y saluda casi automáticamente la otra persona lo hace, quizá no de la mejor manera, pero lo hace. La gente lo que menos se espera es que alguien responda con cortesía.

Estamos todo el tiempo a la defensiva, esperando agazapados a que si una persona dice algo que no nos plazca, nos saltamos y nos vamos a la yugular.

Y no me refiero a tener algo anticuado, rígido de hace unas décadas. Es simple, realmente no requiere ciencia alguna. Sólo un poco de habituarse a saludar, sonreír y tener buenos modales.

Debemos tener en cuenta a pesar de que los tiempos son más tecnológicos y menos personalizados; que deben existir siempre las formas más elementales para relacionarse con los demás y en sociedad de modo más amable.

Todas estas formas cordiales de saludar, agradecer, sonreír, contribuyen a que mejoremos las relaciones humanas. Nuestro comportamiento con las personas y con la comunidad, nos ayudan a manejar más apropiadamente la solidaridad con nuestros semejantes.

Decir “por favor” y “gracias” cuando corresponda y regalar una sonrisa. Las personas notarán la cortesía y eso será importante, además de que es un gran hábito cuando uno es educado.

Creo fervientemente que la urbanidad y buenas maneras son atemporales y no deben dejar de existir.
Es un asunto de cortesía, buen entendimiento y educación.

¡Muchas gracias!