La trayectoria de un singular joven, chileno-judío que proyectó expandir el valor del Amor perdurable que dominará y vencerá frente a todas las dificultades de la vida, pasando a ser la trama de la original Telenovela Rosa Mexicana. De nombre Valentín Pimstein Weiner, productor televisivo, quién a los 25 años dejó su país natal Chile, para viajar a Guatemala y posteriormente radicarse definitivamente en México. Su segunda patria, allí dónde realizará su sueño de compartir las emociones con una amplia audiencia televisiva por medio de sus producciones en televicentro, y después en la importante Televisa arribando a ser uno de los máximos loables ejecutivos.
Es el universo de las telenovelas, un género auténtico difundido en el sur – norte – centro del continente de los hispanohablantes, partiendo de una creación y difusión especialmente de la nación mesoamericana. Narraciones que abarcan un excepcional mundo real, interno y externo, en la exposición de sentimientos y afectos del individuo (hombres, mujeres, dueñas de casa, estudiantes, hombres de negocios etc) es la exploración y desarrollo de desilusiones y triunfos de cada día. Los personajes son desdoblados por el televidente, que mentalmente se proyecta en ellos y en el guión expuesto.
Valentín Pimstein nació el 9 agosto de 1925, proveniente de una familia rusa-judía. Su lugar de nacimiento fue la región metropolitana, del gran Santiago de Chile, dónde logró rescatar sutiles y fuertes contrastes en los niveles sociales arraigados en un país de grandes migraciones europeas que implicaron un medio de creación e inspiración.
Los celos, odio, complejos, fueron mezclados y disueltos en el considerable valor del ser humano, la bondad representados por los protagonistas, a los cuales su destino era trazado, y las desviaciones que se producían, no afectaban ya que el sendero es único, la verdad en el concluir.
El sobresaliente trabajo de Valentín Pimstein, es haber logrado ingresar delicadamente a millones de hogares de todos los esquemas sociales, ideologías religiosos, y políticas, en infinitos e distanciados lugares del mundo. Las lágrimas y los abrazos no se han hecho esperar, haciendo la existencia del hombre trabajador o de la mujer profesional o dueña de casa, una esperanza como medio de evadir una realidad real, así se superarán las barreras de todo tipo (muy marcadas en hispanoamericana), como evocando clásicos como la Cenicienta, señalando un himno final que siempre será el amor triunfante por sobretodo.
Las generaciones en un ámbito en que los acontecimientos reflejados pertenecen a un fábula optimista, que tendrá la especial solución de lo deseado por el tele-espectador. Los protagonistas son puros e ingenuos, sin un cambiamiento mínimo y los antagonistas sufren cambios no drásticos pero si una evolución gracias a estos protagonistas benevolentes. El bien triunfa sobre el mal. Influencia especial lo tendrá el dinero, procedentes de familias con ancestros del mismo extracto social, lo fundamenta es la honestidad y por sobre todo la verdad,… además de mucho amor y tantas lágrimas en un suelo con profundas grietas. Criticadas pero a la vez, seguidas y apreciadas por gran parte de la población, quizás basta evocar quién no se ha sumergido o flotado en este cosmos disfrutando de estos valerosos románticos protagonistas. Hombres, que representan la masculinidad en su carácter y en su físico, mujeres, femeninas dulces, ingenuas casi débiles, pero con la fuerza de luchar por la verdad y por el amor de ese hombre único.
Dónde la nación se detiene, para sus pausas rituales seguidamente a la hora de almuerzo o previamente a la cena, hora de mayor audiencia, se hacen anhelar.
Así el corazón abre todo y hace superar los conflictos, especialmente gracias a un ambiente para siempre, porque es eso el mundo de Valentín Pimstein el amor eterno, y los valores de un idealismocasi perfecto, la búsqueda de una pareja que es única para siempre. El grande talento de un hombre que paso a ser una institución en el universo de las telenovelas hispanohablantes.
Valentín Pimstein con Verónica Castro.
Actores, actrices, y todos los elementos que inscriben un lenguaje y un espacio para el observador de ser sagrado, un limite en que las 24 horas del día se aspira a una bocanada de un buen cigarrillo. Valentín creó y alargó su familia en estas narraciones que son temas hispanoamericanos, rico de usanzas, tradiciones valores y complejos, estos últimos rescatados con una solución de un florecimiento donde los buenos son fuertes, aparentando no serlo.
Los guionistas son notables autores de diversas nacionalidades latinas, lo que permite que el tema sea aún más autentico e identificable para el espectador.
Lo interesante de su realización, es la perfecta profesionalidad, se labora como en un film, se estudia la escenografía, vestuario, texto, usanzas, música, se adaptan y componen piezas y textos musicales a semejanza del argumento, que serán memorizadas y consagradas por el público por mucho tiempo. Sus protagonistas arribaran a ser estrellas o iconos idolatrados y reconocidos por el vasto público televisivo. Quizás sobrepasaran y son preliminares a la estrella de una película.
¡Gracias! a Valentín por llenar la vida de ilusiones y por descubrir que el amor existe y que las personas honestas están presentes.
Los ricos también lloran, emitida por televisa en 1979, su productor Valentín. Fue éxito absoluto y vence la más alta consagración. Trasmitida en más de 150 países, doblada a 25 idiomas, como protagonista Verónica Castro. Así Italia descubre estas raíces llenas de esperanza. La actriz Verónica Castro conquista Italia, en su dramático rol que marco el inicio de afeccionarse a este género del viejo continente. Hizo enamorar y llorar a millones de italianos, su llegada a la capital italiana fue apoteosico. Recorriendo los centros históricos de la capital como Piazza Spagna, en una hermosa carroza abierta, como reina de la telenovela de México, deleitando a su público y agradeciéndoles por dimensionar el amor a este género y descubrir el deleite por esta forma televisiva. La fama de Verónica Castro aumentó en gran parte a Los ricos también lloran, la más importante producción de Valentín Pimstein.
Simplemente María versión del productor, después de la realizada en Perú, en 1989 como protagonista Victoria Ruffo. Colorina, 1980, escrita por el chileno Arturo Moya Grau, producida por Valentín y lanzando a la fama a la actriz Lucía Méndez.
Las telenovelas representan una identidad, un modo de vivir y coexistir, de enfrentar la existencia, las dificultades son vencidas apoyándose en una fuente que es la Esperanza, y el Amor, reúne todo y para siempre…… aunque sea un idealismo.
Valentín Pimstein, falleció el 27 de junio de 2017, a los 91 años de edad.
¿La telenovela de hoy?… No olvida a su padre Valentín Pimstein Weiner…
Interesante personaje