Una experiencia única: Cata privada con Diario Judío
Vinos y más: El encanto de una noche especial se desplegó en una cata privada que reunió a grandes figuras de la restaurantería y hotelería. Entre las notas de uvas seleccionadas y el aroma de aceites de oliva recién prensados, DiarioJudio.com tuvo el honor de ser el invitado especial de una velada que celebró cata de un buen vino rouge y el deleite artesanal que solo la Santísima Trinidad puede ofrecer.
La cata se llevó a cabo en la Santísima Trinidad, en una espectacular “cava-oficina” rodeada de infinidad de botellas de buen vino y diversos productos, lo que añadió un aire de exclusividad e intimidad al evento. Este lugar, repleto de historia y sabor, fue el escenario perfecto para degustar un vino tinto, cuya complejidad y riqueza capturaron la esencia del Bajío.
Eli, quien dirigió la cata, nos guió con maestría a través de una experiencia sensorial extraordinaria. Este vino tinto, cuidadosamente seleccionado, ofreció un equilibrio y profundidad que maravillaron a todos los presentes. Cada sorbo revelaba las capas y matices del cuidadoso proceso de elaboración en la Santísima Trinidad.
Además del vino, tuvimos la oportunidad de degustar el delicioso aceite de oliva de la casa, un producto que, al igual que el vino, captura la esencia de la tierra y la transforma en una experiencia gastronómica sublime. Pues, este aceite, prensado en frío y con un sabor intenso y puro, fue uno de los puntos altos de la noche.
La organización del evento estuvo a cargo Deby, Alexis y Melanie Beard, quienes, con su inconfundible toque de elegancia, lograron crear una experiencia inolvidable. Su atención al detalle y su habilidad para coordinar eventos de alto nivel quedaron evidentes en cada aspecto de la velada, desde la disposición de las botellas de diferentes vinos hasta la presentación de los productos.
Más que solo vinos
La Santísima Trinidad no es solo un desarrollo vinícola, los vinos son tan solo una parte fundamental; pero, en realidad es una experiencia integral que combina viñedos, olivos y lavanda, junto con varios hoteles tipo boutique y un restaurante que ofrece una cocina mediterránea maridada con vinos de producción propia. Así, este enfoque integral, junto con su compromiso con la calidad y la autenticidad, convierte a la Santísima Trinidad en un referente de la viticultura y la hospitalidad en México.
Al finalizar la velada, la sensación compartida por todos los asistentes era de admiración y gratitud por la dedicación de la Santísima Trinidad a la excelencia. Pues, más que un lugar, la Santísima Trinidad es una experiencia que captura el alma del Bajío, al ofrecer lo mejor de su tierra y tradición.
Si algo quedó claro esa noche, es que la Santísima Trinidad es mucho más que una vinícola; es un destino que ofrece una experiencia completa, que cada vez más personas tendrán el privilegio de descubrir y disfrutar.
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