Yad Mordejai es un kibutz en el sur de Israel fundado por afiliados a la Hahomer Hatzair y Mapam, esta sobre un suelo que estaba seco, descuidado, necesitado de mucho trabajo y devoción; hoy es una empresa exitosa, orgullo de sus habitantes. Se llama Yad Mordejai en memoria del heroísmo y fortaleza ejemplar de un joven judío que lucho por el derecho a la vida y la dignidad humana. Mordejai Anielewizc era su nombre completo, nacio en Wyszkow, Polonia, crecio en el gueto, fue miembro activo de la Hashomer Hatzair, era alegre, fuerte, firme y bondadoso, se ganó el apodo de Aniolek –pequeño ángel-.
Los judíos de Varsovia llevaban años de vivir en un gueto, trabajaban en su oficio dentro y fuera del gueto, su ánimo y actitud cambio cuando supieron que los campos de trabajo alemanes eran en realidad campos de muerte.
En julio de 1942 empezaron las deportaciones de los judíos a Treblinka engañándolos diciendo que partirían hacia el este donde vivirían libremente. La “acción” – como los alemanes llamaban sus ataques- más grande fue de julio 22 a septiembre 13, redujeron el espacio del gueto y construyeron muros que los aislaban más y facilitaban la vigilancia.
El movimiento clandestino del gueto se reunió por primera vez y decidió crear la Organización de Lucha Judía –Zydiwzja Irgabuzacja Bojowa, en acrónimo: ZOB- y actuar en contra de la deportación; eligieron a Mordejai Anielewicz como su líder.
Algunos miembros de la resistencia lograron escapar de Treblinka y llevaron la información al gueto sobre el destino de los deportados: aniquilación. La mentira y el engaño servían a los nazis para dominar la inquietud y explotar las esperanzas.
En ese tiempo había 30 o 35 000 judíos en el gueto por decisión alemana, además, entre 20 y 30 000 ‘ilegales’, a finales del año llegaron unos miles más, judíos descubiertos en sus escondites ‘arios’, 60 000 más o menos en total.
Mordejai escribe en su última carta que se encuentra en Yad Vashem: “ es imposible describir las condiciones en las que viven los judíos en el gueto ahora. Solo algunos podrán resistir. El resto morirá, pronto o más tarde. Su suerte está decidida. En casi todos los escondites donde se encuentran miles no es posible encender una vela por falta de aire.”
Fue entonces cuando se iniciaron los preparativos intensos para una resistencia armada. El Bund se unió al ZOB, Pidieron armas a los polacos clandestinos y las obtuvieron, pocas, de la Armia Krajowa y El Guardián del Pueblo, comunista. También se establecieron talleres para manufacturar granadas de mano y bombas, pudieron comprar unas armas en el mercado negro. Se construyeron vías subterráneas para combatir a los alemanes y proteger a quienes no luchaban.
El 18 de enero de 1943 empezó la segunda ola de deportaciones, liquidaron hospitales, mataron a los enfermos y deportaron al personal. La organización de resistencia, mal equipada, mal preparada, inicio la resistencia armada que duro 4 días de lucha en las calles –el primer caso en Polonia ocupada-. Los nazis no pudieron destruir la resistencia, se retiraron y temiendo que fuera ejemplo repetido en otros lugares de Polonia detuvieron las deportaciones e intentaron otro medio: registro voluntario en los supuestos campos de trabajo, pero ya era conocida la verdad y no cayeron en la trampa. La deportación se suspendió después de 4 días. La vida en el gueto se paralizo, solo se podía caminar por las calles acompañado de guardias armados, de otra manera le disparaban a matar a quien estuviera en la calle.
La fuerza de ZOB, de Mordejai, estaba dividida en 22 unidades de lucha repartidas entre los diferentes grupos políticos. Su cuartel general estaba en el número 18 de la calle de Mila,
Himmler, jefe de los SS ordeno la reanudación de las deportaciones de los habitantes del gueto de Varsovia. El 19 de abril de 1943 una fuerza alemana de tanques y artillería entro al gueto para reanudar las deportaciones. Fueron recibidos con fuerte resistencia y rechazados, la lucha en las calles duro poco días, los alemanes perdían y cambiaron de táctica: empezaron a quemar las casas con sus habitantes dentro. Los que estaban en los subterráneos fueron aniquilados con gas y granadas de mano. ZOB seguía luchando y atacando.
Dice Mordejai en su carta: “con la ayuda de nuestro transmisor oímos el reporte maravilloso de nuestra lucha en la estación de “Shavit”, el hecho de que somos recordados más allá de las paredes del Gueto nos anima en nuestra lucha”.
El 8 de mayo , cuando los alemanes vencieron el cuartel de ZOB, murieron más de 100 guerrilleros, incluyendo a Mordejai Anielewicz.
cincuenta guerrilleros siguieron luchando en la resistencia hasta junio de 1943 en los bosques cercanos como unidad partisana. Se dieron el nombre de unidad Anielewicz en honor a su líder caído en combate.
Mordejai termina su carta diciendo: “el sueño de mi vida se ha convertido en hecho. Autodefensa en el gueto habrá sido una realidad. Resistencia armada y venganza son hechos. He sido testigo de la lucha magnifica, heroica de los hombres judíos en batalla.”
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