La semana anterior, viví junto con mi esposa y un grupo de 18 personas más una de esas experiencias que marcarán mi vida.
Vivimos Israel, un país diferente al que los medios nos enseñan, con una sociedad habida de regresar a su normalidad cotidiana, agradecidos por cada visita, por cada platica, por el mínimo gesto que hicimos, sin saber que los llenos y los agradecidos éramos nosotros,
Visitamos varias bases militares en activo, en donde se estaba escribiendo la historia, tocamos aviones que más tarde estarían en activo, vimos cosas que nunca imaginé, lugares terribles que ahora son parte de la vida de cualquier judío, pero lo más sorprendente fue convivir con esos jóvenes, esos héroes que dan su vida no solo por su País, sino por la existencia de Am Israel, porque tú y yo podamos vivir orgullosos de ser judíos en la diáspora.
Acudimos a hospitales y salimos con el corazón lleno de escuchar historias de resiliencia y heroísmo, conocimos lo que un ejército humano conformado por padres e hijos, primos, vecinos y todo un país hace por cada uno de sus miembros, clínicas de PTSD, hospitales en donde jóvenes desconocidos eran visitados por otros desconocidos solo por ser parte de un mismo sentir.
Historias de héroes anónimos que salvaron muchas vidas, y contuvieron una tragedia de mayores dimensiones.
Cada ciudadano Israelí con el que hablamos, agradecía la visita en estos momentos, hoy más que nunca hay que visitar y apoyar a Israel, pues Israel no solo está para las alegrías! Sino también para los momentos de reto.
Durante 10 días, fuimos testigos de un país vibrante, el sentimiento de seguridad, tranquilidad y calma nos acompañó en todo momento.
Regresamos con el corazón lleno y la imperiosa necesidad de colaborar desde cualquier trinchera posible con la gran institución de Yajad Lemaan Hajayal soporte indispensable para el bienestar de nuestros jayalim, y maravillados una vez más por la increíble comunidad judeo-mexicana.
Al despedirnos de un Kotel Abarrotado de gente, continuamos rezando por el pronto regreso de los secuestrados y la paz en Eretz Israel.
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