Hoy, cuando el odio se transmite instantáneamente a todo el mundo por vía Internet y televisión, la judeofobia globalizada recurre al Rambo israelí que ha reemplazado al Shylock de Shakespeare, el estereotipo del judío avaro y maligno de la judeofobia tradicional se ha convertido ahora en el hebreo sionista que somete, oprime y mata con su poder político, económico y militar a las “sufrientes palestinos” en su pretendida ambición de dominar al mundo.
Lo que ocurre en la actualidad es que la judeofobia sigue presente, la judeofobia no se ha ido, siempre ha estado, siempre evolucionando; tras un tiempo de aparente calma a causa del Holocausto, volvió para quedarse, volvió para adaptarse a los nuevos tiempos, a los tiempos de la globalización de la judeofobia: la zionofobia, la nueva judeofobia.
¿Qué es la zionofobia?
Es el miedo extremado e irracional a la existencia del Estado de Israel, que en lo superficial se manifiesta como rechazo y odio acentuado a la presencia de una nación judía en la tierra de Israel.
Es juzgar al Estado de Israel y a sus fuerzas de defensa, con parámetros inquisitorios y descalificativos que no utilizan con otras naciones y ejércitos del mundo en similares circunstancias.
Es querer demostrar los supuestos propósitos racistas, genocidas e imperialistas del ideario sionista de seguir construyendo el hogar judío en la tierra de sus ancestros.
Es negar al pueblo de Israel el derecho inalienable a crecer y realizarse en su tierra ancestral.
Es proclamar orgullosos al mundo irrefrenables deseos -conscientes e inconscientes- de la desaparición definitiva de Israel como Estado judío y democrático.
La zionofobia del atentado de Bulgaria.
La zionofobia se ha manifestado nuevamente en suelo europeo y estalló cruelmente en la ciudad de Burgas, Bulgaria con una explosión en el ómnibus en el que viajaba un contingente de turistas israelíes, dejando un resultado de ocho muertos y cerca de 30 heridos. El primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, acusó al gobierno de Irán y a la Hezbollah de la ejecución del atentado en Burgas así como lo realizaron hace 18 años atrás en el ataque a la AMIA en Buenos Aires.
La Zionofobia del Movimiento de Resistencia Islámico, Hamas:
Durante la primera Intifada en 1987, nació Hamás, con el único propósito de la destrucción de Israel y con una ideología genocida respecto a todos los israelíes y judíos del mundo.
En su carta fundacional publicada en 1988, Hamás sentencia:
Artículo 7: “No vendrá el Día del Juicio hasta que los musulmanes combatan a los judíos, hasta que los judíos se escondan tras las montañas y los árboles, los cuales gritarán: ‘¡Oh, musulmán! Un judío se esconde detrás mío, ¡ven y mátalo!'”.
La zionofobia de Hezbollah.
Desde el 12 de julio de 2006 y durante 34 días ininterrumpidos, los lanzamientos de cohetes de la Hezbollah que en un número de 4.000 asolaron el norte de Israel y produjeron la muerte de 43 civiles israelíes y heridas graves a 33 y obligaron a miles de civiles a cobijarse en refugios o huir hacia el sur. Los cohetes fueron disparados directamente contra las zonas urbanas. A lo largo del conflicto, cientos de miles de civiles israelíes permanecieron en el norte, en el radio de alcance de los cohetes, y muchos de ellos pasaron gran parte del tiempo en refugios subterráneos. Otros (entre 350.000 y medio millón de personas) huyeron de sus casas y tuvieron que buscar refugio en otros lugares.
La zionofobia de Abu Mazen.
“¿Qué se supone que significa un Estado judío? Pueden llamarlo como quieran pero yo no lo acepto y lo digo públicamente…”. Mahmud Abás, más conocido por su nombre de guerra Abu Mazen.
Abás publicó un libro con un título muy sugestivo: “La Otra Cara: la Conexión Secreta entre los Nazis y el Movimiento Sionista”. Un pensamiento muy afín al del presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad.
La zionofobia de Naturei Karta.
“Judíos que se odian a sí mismos”
Neturei Karta es un grupo minúsculo de judíos lunáticos que odian frontalmente cualquier pizca de sionismo y militan activamente contra la existencia del Estado de Israel y su inmediata destrucción y desmantelamiento.
El lider de Naturei Karta, Meir Hirsch tiene expuesto en el balcón de su casa de Mea Shearim – Jerusalén, un cartel escrito en inglés y en árabe que dice así: “El sionismo es el Holocausto de la Nación judía, los judíos no son sionistas, los sionistas no son judíos”.
La zionofobia de los “Judíos que se odian a sí mismos”.
Dror Feiler valoriza en su escultura al terrorismo palestino.
Noam Chomsky defiende a los negadores del Holocausto y desarrolla amistades con la Hezbollah.
El profesor israelí Menajem Klein declaró en Europa que “la creación de Israel fue una catástrofe”.
Profesores de la universidad de Tel Aviv solicitaron un boicot mundial contra las academias israelíes (de las que ellos reciben sus salarios).
La zionofobia de Yaser Arafat o Abu Ammar.
Para Israel -y gran parte del mundo occidental- fue un terrorista empedernido con un gran sueño en su vida: “tirar a los judíos al mar”.
Desde fines de los años 50 donde comenzó a perpetrar diferentes actos terroristas contra objetivos israelíes hasta la Intifada de “Al Aksa” en el año 2000, miles de israelíes y palestinos murieron por su obra.
Fue el “prócer” que más judíos asesinó desde Hitler, falleció como un “héroe” internacional acompañado por líderes de países occidentales y con las banderas de la ONU a media asta.
La zionofobia de Mahmud Ahmadineyad.
En junio de 2007: “La destrucción de Israel está cerca. Si Alá quiere, en un futuro cercano seremos testigos de la destrucción del régimen ocupacionista corrupto; Israel debería desaparecer pronto porque ha perdido su razón de ser”.
Mitos, estereotipos, prejuicios, mentiras y deformaciones al servicio de la nueva judeofobia, el mismo de siempre pero ahora maquillado y enmascarado: la zionofobia.
Como dice el viejo refrán: “Al pan, pan y al vino, vino“.
Esto es simplemente judeofobia.
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