Hoy en día nada sorprende, el tamaño del ipod, el acceso rápido a Internet, los cruceros con pista de hielo y los implantes cocleares. Por desgracia, esto también es verdad en el terreno del odio. El pasado 26 de marzo Richard Falk, profesor emérito de la Universidad de Princeton en Derecho Internacional, fue designado como el sucesor comisionado en asuntos de derechos humanos por las Naciones Unidas para Israel, Gaza y Cisjordania. Posteriormente, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado de Israel anunció que no permitirá la entrada de Falk a Israel para realizar esta labor. La razón de esta decisión fueron los comentarios de Falk donde comparó el trato de los israelíes a los palestinos con el de los nazis a los judíos durante el holocausto en su artículo titulado “Slouching Toward a Palestinian Holocaust”.