Debarím: A Todo Terreno

El último de los Cinco Libros de la Toráh, Debarím, se caracteriza en ser un libro de amonestación por parte de Moshé (él mismo lo escribió por iniciativa personal), y de reflexión en todo lo acaecido al Pueblo de Israel, en su trayectoria de liberación de la esclavitud en Egipto, en su paso por el desierto, y durante las conquistas de los distintos pueblos para, finalmente, heredar la Tierra Prometida.

Uno de los asuntos más sobresalientes que hizo,  fue explicar y aclarar toda la toráh a oídos del pueblo judío.

“En el margen (oriental) del Jordán, en la Tierra de Moab, comenzó Moshé a clarificar esta toráh, diciendo” (1, 5)


Explica Rashí: “En setenta lenguas la explicó a ellos”

Hasta donde nosotros sabemos en aquel entonces el pueblo de Israel sabía hablar hebreo, tal vez también el idioma egipcio, pero ¿Por qué razón la tuvo que explicar en idiomas extranjeros? ¿Acaso no hay que mantener hasta donde sea posible nuestros valores tal y como fueron recibidos en el Monte Sinaí?

Explica el “Jidushé HaRim”, ZT”L: “Por cuanto que Di´s sabía que Israel tendrían que salir al exilio, y diseminarse por los confines del mundo y se mezclarían con los pueblos gentiles, Moshé aclaró la toráh en setenta lenguas, para que en cada idioma y dentro de cada nación exista una chispa de toráh”

Si lugar a dudas en ese momento los hijos de Israel sabían setenta idiomas, o que las aprendieron de Yosef (quien fuera virrey de Egipto), o que en ese momento Di´s les hizo ser expertos en ellos. Como haya sido la historia, la idea no es el lenguaje sino la cultura que hay detrás. El pueblo de Israel debía tener una herramienta efectiva que le permitiera superar las influencias ajenas al espíritu de la toráh, que pudieran tener una respuesta a la cultura griega y su genio filosófico, a la romana y a su esplendor bélico-atlético, a los ingleses y su impecable orden, a los americanos con todo su ingenio comercial, a las distintas ideas liberales y de igualdad social que aparecen y desaparecen en distintos países del mundo, a la atracción por la modernidad y la ciega fe en el hombre – mal generalizado en todas partes.

La toráh no es – y no puede asumirse que sea – un libro de sabiduría reservado para grupos reducidos de estudiosos. La torá es una guía que encamina al hombre – a quien sea, incluso gentil – de forma práctica y certera a alcanzar su máximo desarrollo, tanto en el plano físico como en el espiritual. Ella nos da la posibilidad de observar el desenvolvimiento humano desde un punto de vista objetivo, desde la perspectiva del Creador del universo, de forma que todo lo que acontezca en el mundo ya no nos cauce asombro ni impresión, y que podamos entenderlo y tomar distancia de él.

Así es nuestra toráh, para llevarla a todos lados, al negocio, a los viajes, al campo, a las reuniones de trabajo, a los almuerzos, a las fiestas, es nuestra guía de turismo y nuestro manual práctico para casos de emergencia.

En resumen, la toráh es – simplemente – nuestra propia vida.

Shabat Shalom

Yair Ben Yehuda

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí