Esta semana la Toráh nos relata sobre uno de los más graves errores que tuvimos en la historia: el pecado del Becerro de Oro.
Intentar entender lo que pasó en ese entonces, por medio de una lectura simple del texto, es imposible. Pues el Pueblo de Israel en aquel entonces, gozaba de una cercanía y entendimiento de Di´s como en ninguna época.
Sin embargo, es obvio que Israel se equivocó, mas dicho error fue realmente sutil, casi imperceptible. Hasta tal punto que Moshé Rabenu vio la necesidad de romper las Tablas de la Ley, para hacer que Israel recapacitara.
Los comentaristas explican que el pueblo judío presentó una la falta de temor a Di´s.
Rabí Shlomó Wolbe, Z”L, explica, que esta cualidad tiene mucho que ver con el altruismo. ¿Cuál es la relación entre ellos? ¡Aparentemente son conceptos opuestos! Pues, mientras que Jesed no es sino, una demostración de amor y cariño por los demás, también a Di´s, el temor nos propone tomar una actitud de respeto y solemnidad, la cual nos distancia de Él.
No obstante Rab Wolbe nos abre una nueva puerta al entendimiento, aquella que nos hará profundizar en estas dos cualidades aparentemente contrarias.
“Así como Jesed, altruismo, se define como la capacidad de ver y reconocer que hay seres humanos existiendo fuera de mi persona, así mismo temor a Di´s es contemplar y reconocer que hay Un Creador que existe y se encuentra fuera de mí.
Las fuerzas que actúan dentro de nosotros, no registran nada externo a nosotros. El cuerpo y las capacidades espirituales que se ramifican de él, no reconocen sino únicamente sus propios intereses. Sin embargo el equilibrio entre estas y el alma, se lleva a cabo por medio de un instinto que logra frenar y contener nuestras acciones, llamado Temor.
Todos tenemos un Temor natural. Inclusive aquellos que se consideran no creyentes, o laicos, la fuerza del Temor actúa sobre ellos.
En la medida que nuestros bajos instintos sean controlados, así la fuerza de la Irá natural, o sea, la capacidad de autocontrol, actuará dentro de nosotros.”
En otras palabras, para poder comenzar a relacionarnos con Di´s, es imprescindible primeramente tomar conciencia que Él y Su Toráh se encuentran fuera de nosotros. No confundirnos pensando que, así como logramos entender Su voluntad, así en realidad es. Nuestra primera consideración, no obstante, deberá centrarse en el hecho de que, La Voluntad de Di´s es algo que ejerce influencia sobre nosotros desde un plano externo y, por ende, imposible de cambiar, inclusive interpretar para nuestro propio beneficio.
La segunda consideración es algo todavía más básico. Conocer y reconocer, que somos radicalmente diferentes de los animales. En ellos los instintos básicos son sus guías a lo largo de su existencia, no necesitan nada más. El hombre es lo contrario, pues el verdadero objetivo de él, no se encuentra en el plano terrenal, su meta es mucho más sublime y trascendental, es utilizar este mundo para alcanzar la elevación espiritual necesaria para acercarse a su Creador.
Nosotros erramos en el desierto al considerar la imagen de un becerro como el nuevo líder, aquel que podría tomar el lugar de Moshé, como así lo explica el Rambán. Tuvimos la hipótesis, de que la figura de un animal podría guiar nuestros pasos a lo largo del desierto ¡Nos olvidamos que nuestro rol es incomparable con el de los animales!
Temer a Di´s nos da la posibilidad de mantener los pies firmes en la tierra, conscientes de nuestras obligaciones, y la visión fija en nuestra meta final, diferenciándonos así de las demás criaturas de la tierra. En pocas palabras, nos da la posibilidad de ser seres humanos de verdad.
Shabat Shalom