Yossef es la materialización de los valores judíos, como en muchas ocasiones lo señalan nuestros sabios. Mas no exclusivamente en lo relacionado al comportamiento personal, sino, y más significativamente, en lo concerniente a las relaciones públicas, como se puede distinguir en el relato de nuestra perashá.
Este concepto figura en las palabras del profeta Öbadiá: “Y será la casa de Yaacov fuego, y la casa de Yossef llama, y la casa de Ësav hierba seca, y lo encenderán y lo consumirán, y no quedará nada de la casa de Ësav, pues así ha hablado Di´s.” (1,18)
De esta manera es Yossef quien se encargará de difundir los valores espirituales establecidos por nuestros patriarcas, y salir como llamarada a contrarrestar la influencia de Ësav. Es fundamental saber qué recurso utilizó para dicha empresa.
“Y dijo Parö a Yossef: Después de que Di´s te ha comunicado todo esto (el advenimiento de la abundancia y la hambruna), no hay más sabio e inteligente que tú. Tú serás quien esté al mando de mis asuntos. Y lo que dictamines nadie osará contradecir.”(41 39-40)
“Es sorprendente – dice Rabí Jayim Shmulevitz, ZT”L – Parö, rey de Egipto, imponente junto con sus ministros y esclavos, entregan el dominio de la potencia mundial de la época a un extraño, joven, esclavo, hebreo.
¿Qué vieron en él, además de interpretar sueños?
¿Acaso esta capacidad era suficiente motivo para entregarle el control de todo el país?
Dice el Saba MiKelem, ZT”L, que Parö vio en él temor a Di´s, al decir: “Di´s responderá sobre la situación de Parö”. Y al oír estas palabras, se sorprende, y dice: “Después de que Di´s te comunicó todo esto…” Ya que el Temor a Di´s (Irat Shamaim) convierte a la persona en alguien de confianza.
De esta manera – continúa Rabí Jayim – es posible agregar, que el secreto de esta idea se encuentra en la expresión introductoria que utilizó Yossef: “¡Excluyéndome! – en otras palabras – yo no tengo nada que ver en todo esto” Dice Rashí, ZT”L: “Esta sabiduría no es mía. Solamente Di´s responderá…”
Yossef no toma nada para sí mismo, ni un ápice de honor. Al momento de ser alabado por su ingenio e inteligencia, se retira de cualquier cualidad adjudicada. Como si no tuviera relación alguna con él.
¡Sobre alguien como él, era posible confiar y entregar el mando de la nación!
Vemos claramente la importancia de evitar adjudicarse méritos inmerecidos, pues ellos perjudican la consistencia de nuestros buenos actos.
A este tipo de actitud se le llama: Tener integridad en las acciones.”
Nuestras acciones están en constante observación; si son honestas o no. Si efectivamente son legítimas y decorosas, entonces tendrán peso, fuerza y conseguirán trascender, repercutiendo en otros espacios y tiempos. Y si no, entonces no perdurarán y no alcanzarán a llegar a la conciencia de los demás.
Observemos la herencia espiritual que recibimos en el Monte Sinai, la cual ha logrado influenciar a la humanidad entera, pues las intenciones de Quien nos la otorgó, y la disposición de quienes la recibieron, coincidieron en ser reales y sinceras, pues las intenciones de ambas partes fueron puras, sin rasgos de interés personal.
Aún más, pues el pueblo judío se formó a través de varias etapas a lo largo de su historia, y en cada una de ellas desarrolló un aspecto, un matiz particular, que moldeó el carácter y la forma del pueblo judío. En esas épocas surgieron los más grandiosos escritos de nuestra tradición, los llamados clásicos, por ejemplo, la mishná, el talmud, la obra del Rambám, Shulján Äruj, etc. Los cuales nunca hubiesen podido trascender si no hubieran sido redactados con intenciones puras, y verdaderos deseos de revelar la verdad.
Hasta tal punto, ha llegado a afectarnos su influencia, que casi no se podría concebir al pueblo de Israel sin la Mishná, o el Shulján Äruj.
Todo esto a raíz de fundamentar nuestros hechos, sobre bases verdaderas, honestas y sinceras. Reconociendo que Quien ultimadamente es dueño de todo mérito, no es otro que El Que otorga entendimiento al ser humano.
La lección que nos legó Yossef, marca la forma en que debemos acercarnos a la labor educacional de las nuevas generaciones, las cuales únicamente conseguirán desarrollarse y florecer, si invertimos en ellas honestidad, intenciones verdaderas y sobre todo, Temor a Di´s. Entonces Él desde las alturas velará por esa sagrada empresa.
Shabat Shalom