“Todos ustedes se presentan firmes hoy frente al Eterno, Su Di´s, sus líderes de tribu, ancianos, rectores; todo miembro de Israel… sus hijos, mujeres y tu converso… Para hacerte cruzar por el pacto del Eterno, tu Di´s, y por Su juramento, el cual El Eterno, tu Di´s, entabla contigo el día de hoy.” (29, 9-12)
He aquí un pacto que consolida nuestra relación con El Creador del mundo de una forma muy peculiar.
¡Nosotros seremos Su pueblo, y Él para nosotros será nuestro Di´s!
¡Un momento! ¿Acaso no habíamos ya establecido dicho compromiso con el Todopoderoso? ¿Qué novedad agrega Moshé Rabenu en esta ocasión? ¿Y qué significa pasar por Su pacto?
“En esta oportunidad – explica Rabí Shimshon Hirsch, Z”TL – Moshé detalla y aclara cualquier duda respecto a nuestra eterna alianza establecida en la porción semanal anterior, en la que son mencionadas las normas de lo que sucederá a quien cumpla, o incumpla dicho convenio.
Por tal motivo, en esa ocasión, Moshé convoca a todos los miembros del pueblo judío, desde el más importante y representativo, hasta el más simple. Niños, viejos y mujeres se dieron cita en aquella concentración. Para aclarar que lo citado anteriormente – las bendiciones, y lo contrario a ellas – no recaerán solamente cuando toda (o la mayoría) de la nación judía transgreda los preceptos de Di´s, sino, inclusive, cuando uno solo de sus miembros se atreva a infringir cualquiera de ellas.
Y para tener parte en ese contrato eterno – el cual asegurará la existencia de Israel hasta el final de los tiempos – era imperativo dejar atrás el sitio que ocupaban hasta ese momento. Debían desprenderse de todo lo que contraríe la Voluntad de Di´s, y adherirse a Él de manera única.
Esta actitud deberá prevalecer en cada generación y generación, pues este acuerdo es eterno.
Por ese motivo está escrito aquí “para hacerte pasar”. Pues al ingresar en pacto con El Todopoderoso, nos situaremos en una dimensión radicalmente distinta a la que ocupábamos hasta ese momento.”
Las palabras de R. Shimshon, pueden ser extendidas más allá de su contexto, dándoles sentido para concientizarnos con una correcta visión sobre los cercanos días de Rosh HaShaná y Yom Kipur.
Todos conocemos nuestra situación interna. En dónde estuvimos durante el año, y qué características personales exigen ser rectificadas de inmediato.
Al enfrentar dicha realidad, con frecuencia desistimos del proyecto de cambio y reparación, pues las fallas son numerosas, y no siempre contamos con la buena disposición para enmendarlas.
Aquí Moshé Rabenu nos propone una idea muy simple para conseguir materializar cualquier proyecto: Admitir en nuestra mente que es factible vivir en una realidad distinta a la que estamos acostumbrados. Imaginarnos ser partícipes de contextos diferentes, actitudes nuevas y positivas que nos den una óptica favorable de nosotros mismos y de, eventualmente, todo lo que hagamos el año por venir.
Al construir un marco nuevo de nuestra realidad, todo aquello que obstruye el afluencia de las bondades que Di´s ansía otorgarnos, se desintegrarán, dejando nuestras vidas fuertes, limpias y transparentes, para enfrentar cualquier contingencia.
Rosh HaShaná es el paso a, no solamente un nuevo año, sino, y más substancialmente, a un mundo espiritual mejor, más vivo y más intenso.
Todo depende si logramos vislumbrar esa naciente realidad con todos sus buenos detalles, percibiéndonos a nosotros mismos en ese escenario ideal, en la armonía familiar anhelada, con más conocimientos de Toráh, integrando un núcleo de estudio, teniendo una actitud más amable con los que nos rodean, etc.
Si llegamos a ese punto entonces será sumamente fácil convertirla en nuestra vida.
Shabat Shalom y Shaná Tová