Pinejás: Líderes

Moshé no fue un dirigente convencional. Nunca buscó el liderazgo, al contrario, lo rechazó en múltiples ocasiones. En resumen, toda su labor fue hecha únicamente para cumplir la Voluntad de Di´s.
Moshé Rabenu nos guio, enseñó y soportó, con abnegada paciencia, con clara conciencia que desistir de este pueblo, significaba desistir de sí mismo.

Por esa razón se dirigió de manera especial a Di´s – un tanto atrevida – de la siguiente manera: “Asigne El Eterno, Di´s de todo espíritu humano, un hombre sobre la congregación: Que salga frente a ellos, y que entre frente a ellos… y no quede la congregación de Di´s como rebaño sin pastor: Y dijo Di´s a Moshé; toma para ti a Yehoshúa Bin Nun, quien lleva consigo espíritu, y posarás tu mano sobre él” (Bamidbar 27, 15-18)
Primeramente cabe preguntar; ¿Acaso cabe pensar que Di´s destituya a un líder sin asignar a otro en su lugar? Además ¿A qué se refiere Moshé al apelar al espíritu?

Dice Rabí Shimshon Hirsch, ZT”L:
“Toma para ti a Yehoshúa Bin Nun, quien lleva consigo espíritu”
“La acción del espíritu (en hebreo Ruaj, también significa viento) es como la del viento, pues cuando sopla nadie lo ve. Los resultados de la acción del viento son observables únicamente después de un tiempo, por ejemplo al erosionar montañas.


Así mismo reposa dentro de cada ser humano una fuerza espiritual de reconocimiento, y una fuerza espiritual de voluntad. Aun cuando éstas actúan sobre toda persona, no todos logran aprovecharlas, y crecer a través de ellas. La Toráh enfatiza que Yehoshúa, en particular, las poseía, y hacía uso de ellas de forma cabal. Di´s le revela a Moshé que él logró conservar sus fuerzas espirituales intactas pese a sus impulsos físicos, tarea nada sencilla. De hecho así es como se denominan a aquellos que han logrado llegar a niveles altos en sabiduría y ética: Persona Espiritual.

Yehoshúa, al ser designado sucesor de Moshé, su potencial natural adquirió un enriquecimiento extra; su espíritu se convirtió en “Espíritu de Sabiduría”, y éste llenó toda su personalidad”.
Rabí Shimshón menciona que existe una afinidad entre el espíritu humano y el viento – no solamente porque comparten el mismo término – sino porque en esencia son muy parecidos. Sus acciones no son evidentes, y sus resultados se detectan a posteriori.

Sin embargo es posible aunar una reflexión más sobre esta línea de pensamiento: Así como el viento puede demoler enormes montañas, el espíritu humano también lo puede hacer por medio de la constancia y el afán infatigables, de no ceder a la persuasión de los placeres terrenales y fugaces.
En segundo lugar: Que estas fuerzas las poseemos todos, sin excepción. Eliminando así cualquier tipo de excusa por alcanzar niveles espirituales.

En último lugar, este potencial espiritual, si se desarrolla adecuadamente, le puede dar acceso a la persona a un nivel mayor, a un “Espíritu de Sabiduría”.

Moshé sabía que para guiar y conducir al pueblo de Israel, era imperativo que el líder tenga sus fuerzas espirituales depuradas y consolidadas, y relacionarse así con el pueblo, de manera general, como de manera individual. Si esas condiciones no eran cumplidas, entonces, efectivamente, no había quien pudiera sustituir a Moshé, y quedaría Israel como rebaño sin pastor.

Un líder, no es aquel que gana más adeptos, ni tampoco el que más carisma tiene, ni siquiera quien haga más obras de beneficencia. Un líder, para poder gobernar sobre los demás, deberá antes saber gobernar sobre sí mismo, conocer su potencial, y sus recursos, controlar ese poder y encausarlo para el bien de los demás.

Esto fue lo que Moshé Rabenu pidió a Di´s. Pues existía gente sabia en Israel, príncipes y representantes comunitarios, de cincuenta mil, de diez mil, etc., pero se necesitaba uno con dominio y control personales, como nunca hubo en la historia.

Todos somos líderes en mayor o menor grado, si no de empresas o comunidades, de nuestro hogar e hijos, y si no, sobre nosotros mismos, y constantemente nos encontramos en situaciones decisivas. En cualquiera de los casos, debemos acudir a nuestros recursos personales, y saber que lo que más puede transformar nuestra realidad, son nuestras fuerzas ocultas, las casi imperceptibles, aquellas que reposan dentro nuestro, esperando el momento de revelarse.

Shabat Shalom
Yair Ben Yehuda

1 comentario en «Pinejás: Líderes»

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