Shofetím: Sin Cambio

“No inclines el juicio a favor de alguien, no reconozcas a una de las partes para favorecerlo, no tomes soborno, no plantes un árbol de idolatría o cualquier otro árbol donde se encuentra al altar del Eterno tu Dios, no levantes para ti un monolito como altar en todo lugar (fuera del Templo), no sacrifiques animales defectuosos”

Dice Rabí Shimshon David Pinkus ZT”L: “El midrash menciona que en cada uno de los escalones del trono del Rey Shelomó se encontraban inscritas cada una de estas mitzvot. Hay que investigar la relación entre ellas y las funciones de un rey. Si analizamos las tres primeras, realmente encontraremos relevancia y relación con las leyes de un rey, ya que atañen a juicios y enfrentamientos legales. Pero las últimas no tienen aparente relación con jueces y juicios.

El “Yam Shel Shelomó”, tratado de Babá Kamá (4 / 9) – menciona que todo aquel que cambia o distorsiona una sentencia, y determina un juicio no conforme a la ley, es como si estuviese haciendo idolatría y renegando de toda la Toráh. Es decir, también en lo referente a juicios es propio dar la vida, antes de faltar a la rectitud y ecuanimidad en un juicio.


Existen tres formas de corromper una sentencia. Hay quien miente en nombre de la Toráh, con intención de deformar la Palabra de Dios. Hay quien cambia la ley únicamente para obtener ganancias. Y hay también quienes, por falta de cuidado en el análisis de las leyes, sentencian de manera errónea.

En síntesis: No inclinar el juicio, o deformarlo, se entiende de manera simple. No reconocer caras en el juicio, es cuando a alguien se le presenta una oportunidad para tener cierta ganancia, al sentenciar de una u otra forma, o sea, reconoce que hay cierta ganancia en el “juicio”.

Recibir soborno. Es deformar el juicio a causa de la ceguera, al recibir cierto beneficio de una de las partes

En todas hubo una ausencia de rectitud, y de acuerdo a lo mencionado, es como si renegara de toda la Toráh, ya que existe distorsión en la transmisión de las palabras de Dios.

A la par tenemos: No plantar un árbol de idolatría dentro del Santuario, pues aquel que distorsiona el juicio introduce la mentira y desplaza la verdadera palabra de Dios. Sin embargo, el juez que reconoce a alguien en un juicio y lo favorece, es como si tomara algo santificado y lo denigrara. Sacrifica fuera del Mikdash.

Recibir soborno es instituir defectos en la ley.

Por lo tanto, la Toráh enfatiza la gravedad de deformar o distorsionar una ley de la Toráh sea el motivo que fuere, aun cuando, según nuestras conjeturas, las consecuencias pudieran ser peores”.

Por nuestras manos ha de pasar la difusión correcta de las leyes, ideas, filosofía, ética y moral, las cuales deberán llegar hasta la última generación. Hay que saber que debemos transmitir esa verdad sin cambios (obviamente con mucho tacto), aún cuando nos resulte un poco incómodo.

Y así como es imposible romper las leyes de la naturaleza, también es imposible anular o cambiar alguna cosa, por mínima que sea, de nuestra Eterna Ley, la Toráh.

Shabat Shalom

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