“La festividad de Sucot fue establecida contigua a Yom Kipur, para que, de alguna manera, este sagrado día sea iniciado por ella”.
De esta manera Rabí Eliyahu Dessler, ZT”L, abre el tema de Sucot.
“Ciertamente a partir de Yom Kipur, nos cargamos de motivación para retornar. Resoluciones de cambio, y esperanzas de alcanzar nuevos niveles espirituales. Elementos que cada uno trae consigo.
No obstante, en Yom Kipur, los sometidos bajos instintos no tienen voz ni voto. Y apenas pasado este sagrado día, reviven y se despiertan para atacar de nuevo.
¿Cuál es la clave para que Yom Kipur no se nos escape de las manos?
El consejo es: Protegerse.
La esencia de la mitzváh de Sucá es mantenernos bajo resguardo. Como decimos en la tefilá: “Extiende sobre nosotros la Sucá de Tu Paz…y con la sombra de Tus “alas” cúbrenos”.
Y en el libro “Tikuné HaZohar”, figura de manera textual, que la Sucá se encuentra bajo el concepto del Arca de Noaj, es decir, que tiene como objetivo resguardarnos.
Quien habite en la Sucá, y tenga la intención de pensar y sentir Toráh y Temor de Di´s, sin permitir que los bajos instintos gobiernen, encontrará en sí mismo un poco de la percepción de “cerrar los portones frente a la impureza”.
Dicen nuestros sabios: “Habiten en ella (la Sucá) justo como lo hacen en sus hogares”. Es decir, debemos ingresar en ella todos nuestros elementos mundanos. Ya que en la Sucá se vive un estatus especial e, inclusive, los asuntos materiales reciben fuerza espiritual, y son dispuestos sobre su verdadero objetivo.
Inclusive es prohibido comer fuera de la Sucá. Pues esta mitzváh es la que más cuenta con el poder de elevar la acción de alimentarse, al nivel de hacerlo en nombre de Quien nos da vida y sustento.”
Ciertamente el día más feliz del calendario judío – Yom Kipur – no puede, ni debe, quedarse en las 25 horas de ayuno, que año tras año cumplimos de manera metódica. No sería correcto concluir la influencia de nuestro día más sagrado al momento de probar el primer bocado. Esa carga de energía espiritual deberá trascender y extenderse a lo largo del año entrante, a través de algo también espiritual. Y no hay nada más espiritual en este mundo que una mitzváh. Como dicen nuestros sabios: “Una mitzváh solamente podrá acarrear a otra mitzváh”.
Pero el día más solemne nunca podría ser llevado por una mitzváh estándar, el deberá expandirse por medio de un precepto que englobe nuestra vida. Que la convierta en una experiencia espiritual integral, que cada actividad, cada paso, cada respiro, sea mitzváh.
Esta es: La Sucá.
En ella creamos un modelo óptimo de vida, el cual nos ha de guiar a lo largo del año.
Por medio de ella aprenderemos que cada instante, es posible elevarlo a su máxima expresión espiritual, si aplicamos en las intenciones correctas.
Dichas intenciones se obtienen al estudiar y profundizar en nuestra Toráh y en las palabras de nuestros sabios. De concurrir a los lugares donde es posible empaparnos de verdadera influencia positiva.
De esta manera, comer, asearnos, ejercitarnos, pasear, escuchar, música, etc., se convertirán en medios para reconocer más y más a Di´s, y así acercarnos a Él.
Precisamente así, Sucot, la primera festividad del calendario, logra conservar y preservar la alegría adquirida en Kipur, durante todo el año.
Sobre ella dice la Toráh: “Y te alegrarás en tu fiesta, y estarás absolutamente feliz”. El cual es posible explicar de acuerdo a lo mencionado: “Si logramos aprovechar esta festividad como debe ser, y alcanzamos en ella una felicidad genuina, la revelada al ocuparnos en mitzvoth, entonces durante el año también nos adheriremos a esa auténtica felicidad”.
La alegría al que la Toráh nos invita a acceder, es la que aparece cuando nos encontramos en paz, disfrutando de seguridad externa e interna, y a raíz de darle sentido a nuestras vidas. Elementos que son evidentes en festividad de Sucot, los cuales brotarán de manera natural, al apegarnos a su verdadero sentido.
Quiera el Todopoderoso que este Sucot sea para nosotros una base firme, donde podamos erigir durante el año un consistente hogar espiritual.
Jag Sameaj