Dentro de nuestros rezos diarios (el shemoná esré), la parte más crucial es la primera bendición, la cual hace referencia a nuestro patriarca Abraham.
A tal grado cobra importancia que, si no ponemos la mínima intención en ella, según la mayoría de las opiniones, no cumplimos la obligación de rezar.
Una manera de entender la razón de tanta exigencia, puede ser porque nuestro legado espiritual se forjó justamente por medio de Abraham. Él es considerado el núcleo de Israel, y por lo tanto también al dirigir nuestros rezos a Nuestro Creador, deberá recordarse su mérito. Así nuestros pedidos sin duda llegarán a ser escuchados.
Sin embargo, no solamente es mencionado en esta bendición ese mérito, sino también recordamos el periodo de tiempo más importante de nuestro calendario. Como se insinúa al final de la misma: “Melej ozer, UMoshia UMaguén” –Rey que Ayuda, Salva y Protege.
Rey: Nos recuerda a Rosh HaShaná, pues principalmente en ese día nos proponemos a coronar a Di´s como Rey absoluto sobre toda la creación.
Ayuda: Nos insinúa a los diez días que median entre Rosh HaShaná y Yom Kipur, ya que en ellos El Creador ayuda a retornar al buen camino quienes se arrepienten con sinceridad.
Salva: Se refiere a Yom Kipur, pues en este día Di´s vierte raudales de misericordia, salvando así a todo el Pueblo de Israel de sus pecados.
Protege: Este es Sucot, la fiesta en la cual El Todopoderoso extiende su escudo protector sobre nosotros, representado por la sucá.
A estas fechas se les conocen como los “Eitanim” (los constantes y firmes), pues de ellos depende nuestro próximo año, y nuestras vidas en general.
Ahora es el momento justo para establecer el cimiento de nuestra vida espiritual del año que comienza, disfrutar de estas fechas, cuyo propósito es el de empaparnos de bendiciones en todos nuestros ámbitos.
Es por ello que son insinuadas en la parte principal de la tefilá, para mantenerlas presentes y reflexionar en ellas día a día. Así como un arquitecto que debe tener a la mano el plano de construcción, de la misma manera cada uno de nosotros, para poder materializar durante el año las bendiciones recibidas en estos grandes e importantes días, es fundamental tener presente la experiencia que hemos vivido este último mes.
Curiosamente dicha experiencia concluye con la festividad de Sucot, y es obligatoriamente así, pues simboliza que lo que realmente nos da firmeza y seguridad en la vida, no se encuentra en los bienes materiales, sino la simple y llana confianza en Di´s.
Shabat Shalom
Yair Ben Yehuda