VaYehí: Como Peces en el Agua

“Y bendijo a Yosef, y dijo… el ángel que me ha salvado de todo mal, bendecirá a los muchachos y será llamado mi nombre en ellos, y el nombre de mis padres Abraham e Itzjak, y se multiplicarán como los peces en el corazón de la tierra “. (Bereshit 48, 15-16)

Esta es una de las bendiciones más grandes y famosas de nuestro pueblo. De hecho, si analizamos bien, se trata de la bendición por la subsistencia del pueblo judío a lo largo de su historia.

En primer lugar, la bendición que debió recaer sobre Yosef, su padre la dirigió a sus hijos Efraim y Menashé porque la verdadera bendición a la que cualquier padre podría aspirar, es que sus hijos se conduzcan por el buen camino.


Pero dentro de esta bendición se esconde un elemento clave para que la continuidad del pueblo judío sea una realidad. Y depende de nosotros.

Rabí Shimshon Hirsch, ZT”L, dice: “Por naturaleza los peces viven solamente dentro del agua, y por ese  motivo siempre están ocultos a la vista del hombre, que no puede distinguir los múltiples y distintos tipos de vida  de las especies acuáticas debajo del agua.

Parecido a ello se vislumbra el destino de Israel en el mundo. Por muchas generaciones vivieron los hijos de Israel dentro de poblaciones gentiles – como lo hacen los peces en aguas profundas – sin que éstos puedan conocer y entender la esencia y contenido espiritual de sus vidas”.

Dentro de lo dicho por Rabí Shimshón, se entiende que esta bendición de Yaäcov a sus nietos contiene también un sentido profético, de alguna manera diciendo: El pueblo judío permanecerá al margen de la vida gentil cotidiana. Sin embargo, al mirar alrededor, la nación hebrea si llegó a mezclarse con la gentil en varios ramos de la vida social, política e intelectual, si es así, entonces ¿A qué se refiere Rabí Shimshón con que nos distinguimos del medio que nos rodea?

En realidad, y como parte de la condición para que dicha bendición se materialice, es necesario referirnos a una conocida analogía mencionada en el talmud.

Cuando le preguntaron a Rabí Äkiva por qué continuaba enseñando Toráh en público, si el gobierno romano había decretado la pena capital para quien lo haga. Él contestó con la famosa historia de los peces en el agua que corrían de un lado a otro escapando de las redes de los pescadores. Un zorro se acerca a ellos y les propone salir y compartir el mundo con él, pues fuera del agua estarían a salvo de ese peligro. Los peces le responden que su ´propuesta no tiene  lógica, ya que si dentro de su medio vital deben luchar para sobrevivir, en un medio que es de por sí hostil para ellos, pues no podrían respirar ahí, con mucha mayor razón que morirían.

En otras palabras, la bendición de Yaäcov se cumplirá, e Israel permanecerá vivo, siempre y cuando permanezca dentro de su medio vital; la Toráh. Como dicen nuestros sabios: La Toráh se compara al agua en todos los sentidos.

Cada pareja desea ver a sus hijos dentro del medio comunitario, desarrollándose de acuerdo a lo que ellos mismos absorbieron en su niñez y juventud, todo depende si les pueden proporcionar un medio apto para hacerlo, el agua vital donde puedan vivir espiritualmente. De ser así, la bendición de nuestro padre Yaácov será un hecho, y nuestra vida espiritual se llevará a cabo en un nivel que ningún gentil podría llegar a entender, ni se diga de intervenir en él.

Esto sería vivir en este mundo, felices y en armonía, justamente como peces en el agua.

Shabat Shalom

 

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