¡Tómalo o déjalo!
Con eso de que ponen al conductor designado y los alcoholímetros, ya no sabe uno ¿no? ¿Qué camino tomar?
Al fin de cuentas uno agarra el camino equivocado y ahí están las consecuencias.
Mejor tómalo con leche y “san se acabó el asunto, ¿no?
¡Vida de perros!
Como está la situación, soñar no cuesta nada al menos estos personajes usan la imaginación, con canela viajan a Cuba y nosotros con los empeños y joyas no llegamos ya ni a Tres Marías, con eso de la inflación, casetas y gas.
O de plano nos echamos una cuba libre y viajamos en otra frecuencia.
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