Avigdor Liberman renunció hoy al gobierno y a su puesto de ministro de defensa. Era de esperar que después del vergonzoso episodio de esta semana del enfrentamiento con Hamas en la frontera de Gaza, y siendo lanzados más de 500 misiles a territorio israelí en menos de 24 horas, algo drástico tenía que suceder.
Liberman fue nombrado ministro de defensa en mayo de 2016, después de que fuera despedido Moshe (Bogi) Yeélon de su puesto a raíz de los sonados desacuerdos que tuvieran Yeélon y Netanyahu por la compra de seis submarinos alemanes a la cual Yeélon se oponía, y aparentemente con mucha razón, ya que hoy hay varias investigaciones policíacas y de la fiscalía en contra de allegados a Netanyahu por actos de corrupción relacionados a la misma compra de los submarinos.
A finales del año 2008, en el transcurso de la campaña en vísperas de las elecciones de febrero del 2009, Netanyahu fue entrevistado y filmado en las afueras de Ashquelon. En aquel video, que ahora corre por las redes sociales como burla a Netanyahu, Bibi asegura que en un mes, si llega a ser primer ministro, acaba por destruir a Hamas.
Estamos a casi 10 años de haber Netanyahu asumido el poder y por el gobierno de Netanyahu desde aquella fecha ya pasaron tres diferentes ministros de defensa, y Hamas sigue en el poder. No sólo sigue Hamas en el poder, sino que del último episodio de violencia, el de esta semana, se plantea con una fuerza ante su público, que es difícil recordar. Hamas logró esta semana dos objetivos, el primero político: Liberó 15 millones de dólares con los cuales pagará salarios y repartirá “regalitos” a la población de Gaza, y el segundo estratégico-militar: Dictó las condiciones de apertura de fuego contra Israel y además dictó también las condiciones de cese al fuego, dejando al gobierno israelí maltrecho e impotente ante la acometida de 500 misiles en menos de 24 horas para los que el aparato militar israelí no tuvo respuesta.
En Gaza se están repartiendo dulces en las calles para celebrar la dimisión de Liberman, lo cual vuelve el episodio aún más bochornoso para el gobierno israelí.
Netanyahu, por su parte, tendrá con la dimisión de Liberman a quien culpar por la debacle que sufrió esta semana su gobierno, y así de nuevo iremos a elecciones, que seguramente, por la dimisión de Liberman, se adelantarán para el primer tercio de 2019.
Poco antes de ser nombrado ministro de defensa, Liberman profesaba que la política frente a Hamas en Gaza debía ser muy clara, y prometió que en el momento de su nombramiento daría 48 horas de plazo a Ismail Hania, entonces el líder de Hamas en Gaza, para encontrar un lugar donde ser enterrado ya que Hania no sobreviviría ese plazo de tiempo.
Después de dos y medio años en el puesto fuimos testigos, otra vez, de lo espeso que és el lodo de Gaza, nadie puede poner sus botas en él sin hundirse, y lo volvimos a atestiguar.
El daño interno al gobierno de Netanyahu va a ser difícil de contener, ya que la población del sur del país está enfurecida con el gobierno a raíz del fiasco de la semana, sintiéndose traicionada por un gobierno que por enésima vez no ha sabido manejar la crisis, y no ha sabido llevar a término lógico el episodio.
Cuando en el primer acto de la obra aparece una pistola, todos sabemos que al final alguien va a ser muerto por un tiro.
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