El presidente de la República Argentina, Alberto Fernández, participó este miércoles del acto virtual de homenaje a las víctimas judías de la última dictadura militar realizado de manera virtual por la AMIA y la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos. «Los dictadores mostraron una animadversión particular contra la comunidad judía, tal como lo hicieron los nazis», manifestó el presidente. «No quise estar ausente, quiero hoy estar con ustedes y quiero decirles que cuentan con mi compromiso y toda mi solidaridad”, agregó.
Fernández dijo que fue invitado a sumarse a este encuentro por Sara Rus, sobreviviente del Holocausto cuyo hijo fue desaparecido por la dictadura militar. “Es impresionante la fortaleza de Sara, porque el día que su hijo fue secuestrado, ella lo lloró cada día que pasó, pero nunca bajó los brazos, se sumó a las Madres de Plaza de Mayo y siguió pidiendo por su hijo día a día”, expresó.
“Por lo que le paso a todos los desaparecidos en la dictadura que los argentinos padecimos tenemos que renovar nuestro compromiso para que nunca más eso vuelva a ocurrir», concluyó el mandatario.
El homenaje contó con la actuación especial de los artistas León Gieco, Ligia Piro y Víctor Heredia. Además de Fernández, habló en un discurso el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum.
Se estima que entre 1976 y 1983 desaparecieron en la Argentina 1.900 personas de origen judío. “Somos un pueblo que ha sufrido distintos tipos de persecuciones a lo largo de milenios, de injusticias en distintos países del mundo, en distintas latitudes, en distintas épocas de la historia”, sostuvo a su turno Eichbaum. “Esto nos da una cabal compresión de sufrimiento. Y de sufrimiento por partida doble en el caso de quienes han padecido las torturas, las degradaciones, los agravios como miembros de la comunidad judía que además fueron perseguidos injustamente por su manera de pensar”, remarcó.
Este año, en nombre de la Asociación de Familiares de Desaparecidos Judíos fue Daniel Tarnopolsky el encargado de compartir su mensaje. “Personalmente perdí a mi madre Blanca, a mi padre Hugo, a mi hermano Sergio de 21 años, a su mujer Laura, también de 21 años, y a mi hermana Betina que tenía solamente 15 años. Todos fueron secuestrados en 1976 y asesinados en el Centro de Exterminio de la ESMA”, relató Tarnopolsky.
“Nuestros desaparecidos a quienes específicamente recordamos hoy, eran de origen judío. Con mayor o menor compromiso social o religioso, pero judíos al fin”, continuó. “La represión en Argentina no tuvo límites de etnia o religión. Todas las comunidades fueron atacadas pero la judía sufrió de manera excepcional lo que se puede observar por la cantidad y porcentaje de víctimas”, señaló.
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