Cruces esvásticas y leyendas antisemitas fueron pintadas en un monumento en homenaje a los combatientes antifascistas que murieron entre 1923 y 1944 en Bulgaria, erigido en uno de los parques de la ciudad Stara Zagora, ubicada en el centro del país.
La Organización de los Judíos en Bulgaria “Shalom” condenó enérgicamente este ataque a la memoria de millones de víctimas del Holocausto y pidió que los perpetradores del acto de vandalismo fueran encontrados y castigados adecuadamente.
Por su parte, el director del Congreso Judío Mundial, Robert Singer, expresó: “Se trata de un acto terrible que profana la dignidad de las víctimas que han preservado los valores de tolerancia y coexistencia de Bulgaria contra el odio de los nazis. El gobierno búlgaro ha dejado claro en los últimos años que se opone firmemente al odio y al antisemitismo, y confiamos en que el gobierno haga todo lo que esté a su alcance para localizar a los delincuentes”.
El hecho se produjo el 11 de abril, aniversario de la revuelta de los prisioneros en lo que fue uno de los primeros y más grandes campos de concentración nazis, Buchenwald, donde se estima que en sus ocho años de existencia pasaron alrededor de 240.000 reclusos de 30 nacionalidades. Se estima, según el Centro de Recordación del Holocausto Mundial Yad Vashem, que 56.000 de ellos murieron. El campo fue liberado, días después de la revuelta, por fuerzas estadounidenses del Tercer Ejército.
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