Cristóbal Colón – ¿Judío?

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En la respuesta a este interrogante las fuentes y los estudiosos discrepan. Sin embargo, casi todos coinciden en señalar su nacimiento en Génova entre agosto y septiembre de 1451 en el marco de una modesta familia de tejedores genoveses, sin cancelar los múltiples interrogantes que aún restan sobre el tema. Por ejemplo, ni él ni sus hijos apuntaron sin reservas dónde habría visto la luz ni cuándo y cómo adquirió el saber que le permitió leer y comentar con fluidez textos bíblicos y griegos, incluyendo las crónicas de un Marco Polo que relataban aventuras y experiencias en el Asia que habría conocido dos siglos antes.

Hasta hoy la identidad religiosa de Colón es materia de especulaciones. Personalmente me inclino a convenir con Salvador de Madariaga sobre su origen judío. Como se sabe, este erudito investigador español publicó una amplia biografía de Colón – cuenta más de 500 páginas- inserta en dos gruesos volúmenes que también aluden a la vida de Cortés, al auge del imperio español en América Latina, y a Simón Bolívar. ( El ciclo hispánico, ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1958).

La capitulación de los moros

Madariaga inicia el retrato de Colón señalando la capitulación de los moros en España. Escribe: …” agotados por un sitio de ocho meses, los moros se habían rendido al hambre, accediendo a entregar las fortalezas a condición de que se respetasen su fe y sus bienes… porque el sagaz Fernando, aunque valiente, prefería la tinta a la sangre. ”


Aconteció en enero 1492. El evento y la fecha son importantes para explicar por qué Isabel y Fernando – monarcas absolutos de un imperio entonces en expansión – aplazaron durante años una clara respuesta a las reiteradas solicitudes de un inquieto personaje que pretendía llegar al Oriente asiático por otro camino. Se trataba de …” un hombre misterioso …que nadie sabe quién es, de dónde viene, qué es lo que se propone…” Y conforme al retrato de su cercano amigo Fray Bartolomé de las Casas …  “…era alto de cuerpo, más que mediano; el rostro luengo y autorizado; la nariz aguileña; era gracioso y bien hablado… y sin duda católico y de mucha devoción…”

El descubridor que ocultaba demasiado

Un retrato que Madariaga adopta con reservas. Pues ” el obispo de Chiapas era de una generación más joven y no había conocido a Colón hasta después de que el navegante había vindicado su fe… y ni él ni otro ha aclarado su misterio hasta este día. ” Concluye: … ” es este personaje uno de los más extraños de la historia humana.” Y desnudarlo es el propósito obsesivo de sus páginas.

Las raíces

Nos situamos en el alba del siglo XV. La familia Colombos habita la Riviera genovesa. Giovanni Colombo es un modesto tejedor y trae al mundo a Doménico y a Antonio. El primero será padre de cuatro hijos, de los cuales “el mayor de ellos descubrió América.” (p.45) Datos que apenas fueron confirmados por un Cristóbal Colón pertinazmente inclinado a oscurecer sus orígenes. Explica Madariaga: ” … cuando Colón se decía extranjero, lejos de transparentarse como genovés, se ocultaba tras un velo de vaguedad y reserva. ” (p.53)

Según el erudito español, la penumbra que rodea el principio y el hacer de Colón se explica por la hostilidad al judío que a la sazón abrumaba a no pocas porciones de Europa. Se recordará que un siglo antes Inglaterra y Francia habían expulsado a todos los judíos de su territorio, decisión que España adoptará el mismo día – 2 de agosto de 1492 – que Colón deliberadamente eligió para embarcar por el oeste hacia un inédito mundo.

Un temprano navegante

Cuando se apunta la edad de algún personaje de aquellos tiempos importa recordar que adolescencia como concepto y realidad apenas tenía entonces validez, y que el veloz andar de los años gravitaba tempranamente en la humana criatura. Al respecto apunta Madariaga: … ” si Napoleón era general en jefe a los veinticinco no hay razón para que Colón no fuera capitán de barco a los veintiuno…”(p. 64)

Carabelas De Colón | Expertos creen haber hallado la carabela Santa María  de Colón | La Voz

El mar fue la inicial escuela de Christóforo. Después de cinco o seis años de oficiar como grumete, acumuló suficiente experiencia como para capitanear un barco frisando los veinte. Y para responder a la pregunta  ¿dónde aprendió matemáticas, astronomía y latín? habrá que creer sus palabras: …” hallé a Nuestro Señor muy propicio…en la marinería me hizo abundoso, de astrología me dio lo que bastaba, y ansí de geometría y aritmética…” Frases que escribió en un mensaje a los Reyes Católicos. Ciertamente, al señalar astrología aludía en rigor a la astronomía que más tarde -con Galileo entre otros- tomará rápido impulso.

” Este genovés” – Madariaga agrega – ” hablaba y escribía en castellano.” Una lengua que entonces combinaba dialectos y palabras derivados de múltiples fuentes. Y, por añadidura, sabía latín pues los principales textos de navegación en aquel momento se leían en este idioma. Con no pocos testimonios concluye: “… la familia Colombo era una familia de judíos españoles instalada en Génova que, siguiendo las tradiciones de su raza, había permanecido fiel al lenguaje de su país de origen…”  p. 77

La ascendencia sefaradí

Agrega el investigador español: …” Christóforo Colombo era un genovés sefardita, es decir, hispano-judío. ” Origen que en aquel momento, al tomar vuelo la Inquisición, convenía esconder. Ciertamente, en estas apremiantes circunstancias no pocos judíos disfrazaron su verdadera fe y orígenes, y aquellos que eludieron este proceder – fue el caso del celebrado astrónomo judío Abraham Zacuto – debieron peregrinar de un país a otro. Así, para eludir un ingrato destino ” Colón se hizo portugués en Portugal y castellano en Castilla”, y cambió de nombre – de Colombo a Colón – para ajustarse a las nuevas circunstancias. (p.80) Decisión que no era ni será excepcional entre los judíos cuando conocen aprietos. Así, por ejemplo, Jehuda Cresques – rabino en aquel tiempo- cambió a Jaime Ribes al presidir la academia portuguesa de Sagres, y siglos más tarde un Friedmann transitará a Freeman y un Levi a Lewis.

Para fundamentar su tesis, Madariaga recuerda palabras que ulteriormente escribió el hijo de Colón: … ” pónganme el nombre que quisieren, que al fin David guardó ovejas y fue hecho Rey de Jerusalén… yo soy siervo de aquel mismo señor que puso a David en este estado.”

Sin embargo, en su retrato este erudito español no deja de incurrir en estereotipos que se conocen entre estudiosos que apenas simpatizaron con los judíos. Señala por ejemplo: …” en Colón aparece a la superficie, en cuanto ocurre mención de oro o gemas, una atracción irresistible… ” Y reitera:  … ” Colón es incapaz de resistir la atracción que ejerce sobre su alma el rey de los metales…” Y …” esta inclinación ha dado lugar al retruécano subconsciente que forman las palabras jewel y jewelry con la palabra Jew…” (p. 119)

Cristóbal Colón 1492

En cualquier caso, Colón debió esconder su origen en una sociedad que revelaba hostilidad a los judíos. Recuérdese que durante varios siglos éstos desempeñaron importantes funciones – médicos, astrónomos, tesoreros – en el liderazgo español. Incluso habrían fundado una ciudad (por ejemplo, Toledo, nombre derivado del hebreo toldot que significa crónica o historia). Sin embargo, el leal servicio a líderes y monarquías que entonces reprimían o utilizaban a las masas alentó el odio contra ellos. Actitud que se generalizó en la Europa del siglo XIV al difundirse la peste que tuvo origen en China. No pocos señalaron entonces – sin base alguna- a los judíos como fuente de ella.

Ciertamente, al instituirse la Inquisición en España en 1480 los judíos debieron plantearse ásperas opciones como la conversión al cristianismo escondiendo o no la fe original, o bien el traslado a países algo más tolerantes. Incluso algunos de ellos asumieron cambios radicales que los condujeron a insertarse en la abominable Inquisición.

En estas circunstancias, Colón prefirió silenciar su origen y esquivar preguntas sobre sus verdaderas creencias. Actitud que le facilitó su celebrado papel en el descubrimiento de un nuevo mundo. Más tarde conocerá la hostil resistencia de la monarquía española para cumplir lo que había acordado en su favor y en provecho de sus descendientes.

Madariaga destaca el hecho de que Colón resolvió hacerse al mar con las tres carabelas el día en el que los Reyes católicos resolvieron la expulsión de los judíos. Como se adelantó, fue el 2 de agosto de 1492 cuando las multitudes cruzaban o desfallecían en las fronteras de España en búsqueda de alguna mejor suerte.  ¿Accidental coincidencia u oblicua protesta?  El lector deberá juzgar.

Hacia el Nuevo Mundo

Hoy sabemos lo que Colón ignoraba: cartagineses, vikingos y polinesios habían llegado siglos antes a América sin dejar un durable testimonio. En contraste, sus cuatro celebradas peregrinaciones desde España a Las Bahamas y a la costa venezolana ampliaron sustancial e irreversiblemente el humano espacio. Ciertamente, no pocos de los indios fueron desde entonces objeto de saqueos y matanzas al tiempo que las nuevas tierras ofrecían alternativas a los pobladores de la anciana Europa. En cualquier caso, el carácter esférico de la Tierra – ya anticipado por Aristóteles y por el libro de Ezra que él bien conocía – se tornó desde entonces inobjetable.

Mundo curioso: El Descubrimiento de América. Los 4 viajes de Cristóbal Colón

Después de estas variadas experiencias escribió un par de libros en los que – entre otros asuntos- reclamó a los Reyes católicos el cumplimiento de las promesas que habían suscrito. Estos llamados pleitos colombinos no tuvieron un final feliz para sus descendientes. Y sus restos conocieron desiguales refugios desde la catedral de Sevilla a un monumento en la República Dominicana. Incluso serán materia en el siglo XX de algún DNA. Sin embargo, múltiples interrogantes – incluyendo la identidad que procuró ocultar-quedan aún sin unánime respuesta. Si a ella algún día se llegara, inevitablemente encenderá pasiones encendidas y desiguales entre judíos y antisemitas.

Acerca de Joseph Hodara

Invitado por la UNAM llegué a México desde Israel en 1968 para dictar clases en la entonces Escuela de Ciencias Políticas y Sociales ( hoy Facultad). Un año después me integré a la CEPAL con sede en México para consagrarme al estudio y orientación de asuntos latinoamericanos. En 1980 retorné a Israel para insertarme en las universidades Tel Aviv y Bar Ilán. En paralelo trabajé para la UNESCO en temas vinculados con el desarrollo científico y tecnológico de América Latina, y laboré como corresponsal de El Universal de México. En los años noventa laboré como investigador asociado en el Colegio de México. Para más amplia y actualizada información consultar Google y Wikipedia.

1 comentario en «Cristóbal Colón – ¿Judío?»
  1. Indudablemente que era judío, los barcos fueron financiados por familias judías que huían de la inquisidora muerte , se cre que la familia Pinto (la Pinta) la familia Nino (la Niña) y La Santa María ( Maria deformación de Miriam) y si se considera la fecha del descubrimiento de América, la “revuelta “ que tuvo Colón coincidió con Iom Kipur

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