Edwin Black en México: El eugenismo nazi comenzó en Estados Unidos

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Así comienza Edwin Black, tajante, su presentación para un público estadounidense. El tema es el contenido de su premiado libro, War Against the Weak: Eugenics and America’s Campaign to Create a Master Race (La Guerra Contra los Débiles: El Eugenismo y la Campaña Estadounidense por Crear una Raza Maestra). Ahora, a partir del 9 de febrero, celebrando el 75 aniversario de la liberación de Auschwitz-Birkenau, el campo de muerte donde fallecieran tantísimos judíos y otras víctimas de los nazis, un público mexicano podrá también escuchar en vivo a este importante historiador (ciclo de 5 conferencias: Ramat Shalom, Escuela Yavne, Museo Memoria y Tolerancia, ITAM, UNAM – Facultad de Derecho).

¿Por qué es importante la visita de Black?

Porque el público occidental y mundial, hoy en el siglo 21, no conoce todavía las causas de la Segunda Guerra Mundial y de aquel crimen que los judíos llaman Shoá, la Catástrofe, y que el mundo llama Holocausto.


Pues casi nadie sabe que la ideología de la presunta superioridad biológica de la estirpe ‘aria’ o germánica se llamó primero eugenismo (o eugenesia); que dicha ideología, que pregonaba la subyugación de todos los no germánicos, nació en Gran Bretaña, en los 1860, de la pluma de Francis Galton; que el eugenismo, a partir de 1900, tuvo un gran auge primero en Estados Unidos, gracias al liderazgo y financiamiento de grandes industriales estadounidenses (Rockefeller, Carnegie, etc.), quienes, por ser anglosajones, se suponían descendidos de dos grandes tribus germánicas; que, en un marco legal, se institucionalizaron las metas del eugenismo como política de Estado; que cientos de miles de estadounidenses, por no tener suficiente sangre ‘germánica,’ fueron declarados ‘retrasados mentales’ y riesgo de salud pública; que estos inocentes fueron encarcelados, esterilizados a la fuerza, o ultrajados de alguna otra forma por su gobierno para impedir su reproducción; y que las fortunas de los industriales eugenistas se emplearon también para exportar el movimiento a Europa, y en especial a Alemania, donde se convirtió en el nazismo alemán.

Esta laguna gigante de nuestra consciencia histórica obstaculiza nuestra comprensión de las causas de la Segunda Guerra Mundial y del Holocausto. Y eso nos arriesga a hacer de Jorge Santayana—quien dijera, ‘Aquel que no conoce su historia, está condenado a repetirla’—un profeta.

¿Por qué no sabemos todo esto? Porque no se enseña en las universidades y en las escuelas. Y la culpa de eso la tiene Winston Churchill.

Al terminar la guerra, Churchill buscó dejar un monumento al viejo aforismo: “La historia la escriben los vencedores.” Pues él gano la guerra y escribió su historia en 6 gigantescos tomos que ganaron el Premio Nobel de literatura. Dicha presea cimentó el prestigio de la obra churchilliana, que a la postre se convirtió en la plataforma de toda la historiografía de la guerra. Basta consultar The Gathering Storm, su primer volumen, donde examina las causas de la Segunda Guerra Mundial, para constatar el problema: Churchill no menciona siquiera el eugenismo. Ni una vez. Los historiadores que le siguieron hicieron lo mismo. Pronto el eugenismo—y sobre todo la dimensión de su desarrollo en Estados Unidos, y la relación de este movimiento con la versión alemana—quedaría en el olvido.

¿Sería porque Winston Churchill no conocía el eugenismo? Imposible. El eugenismo fue el movimiento social y político más importante de la primera mitad del siglo 20—a nivel mundial—. Si eso no bastara, Churchill, antes de ser primer ministro británico, había sido, él mismo, propagandista a favor del eugenismo.

Pero la historiografía de la guerra se audita, y su auditor es Edwin Black.

El autor es catedrático del ITAM y autor de El Eugenismo: El Movimiento que Parió al Nazismo Alemán y de Winston Churchill:
¿Quién Era Realmente? (de venta en Amazon).
Para mayores informes sobre las conferencias de Edwin Black, visitar:

Acerca de Francisco Gil-White

Recibió una maestría en ciencias sociales de la Universidad de Chicago, donde su trabajo ganó el premio Earl S. & Esther Johnson, y un doctorado en antropología biológica y cultural de UCLA, cuya tesis ganó el premio al Mejor Nuevo Investigador de la prestigiada Human Behavior and Evolution Society. Durante seis años, enseñó psicología evolutiva y cultural en la Universidad de Pennsylvania. Su trabajo explora las causas del racismo y del conflicto étnico, y en los últimos años se ha concentrado en el antisemitismo, el Holocausto, el conflicto árabe israelí, y la historia del pueblo judío, culminando en un examen de dos y medio milenios de historia occidental a través de la experiencia judía. Su libro, El colapso de Occidente: el siguiente Holocausto y sus consecuencias, pronto estará a la venta.

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