El ejército alemán tendrá “apoyo espiritual” a cargo de rabinos para los soldados judíos a partir del próximo año. Se trata de la primera vez en 100 años que se dispondrá de ese servicio, lo que se considera un gesto histórico hacia ese colectivo.
La ministra de Defensa y líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), Annegret Kramp-Karrenbauer, firmó este viernes un contrato de Estado con el presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Josef Schuster. El contrato prevé que entren en servicio diez rabinos para cumplir ese cometido.
“Es una señal clara a favor de un ejército plural y abierto, orgulloso de tener entre sus filas a soldados judíos”, afirmó AKK, como se conoce en Alemania a la ministra. El ejército quiere evidenciar así que en sus filas no hay lugar para el antisemitismo, el populismo ni el ultraderechismo, en ninguna de sus formas, añadió.
De “día histórico” calificó la firma del documento Schuster, para quien la introducción de ese servicio es una señal de “fortaleza democrática”.
En el ejército alemán, actualmente con 180.000 efectivos, hay 90.000 cristianos, frente a 3.000 musulmanes y unos 300 judíos, según datos del diario “Frankfurter Allgemeine Zeitung”. Los restantes no pertenecen a ningún colectivo religioso declarado o forman parte de comunidades más minoritarias.
Los cristianos reciben apoyo espiritual tanto de representantes de la Iglesia católica como de la evangélica. El Ministerio de Defensa se ha comprometido a introducir también este tipo de servicio para soldados musulmanes.
La firma del documento tuvo lugar este viernes durante el Congreso de la Comunidad Judía, abierto el jueves en Berlín y que se prolongará hasta el sábado. Las sesiones fueron inauguradas por el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, quien alertó contra un creciente nuevo antisemitismo en Alemania y otras partes de Europa.
El antisemitismo es “un veneno ideológico” que debe “combatirse con determinación”, apuntó Steinmeier, quien recordó la responsabilidad especial que tiene en Alemania en ello y calificó de “logro” la reconstrucción de su comunidad judía tras la monstruosidad del Holocausto.
Steinmeier se refirió asimismo al ataque antisemita registrado el pasado octubre en la ciudad de Halle (este del país). Un neonazi trató de perpetrar una matanza en la sinagoga, coincidiendo con la fiesta del Yom Kipur. Al no lograr entrar en el templo, mató a dos personas que se encontraban en la zona.
“Debemos combatir ese odio y resentimiento. Si callamos y no impedimos que se extienda ese veneno, la siguiente víctima puede ser cualquiera. Esa es la lección de nuestra historia”, prosiguió el presidente alemán. EFE
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