El nuevo gobierno conservador británico afirmó que impulsará una ley para prohibir a los organismos públicos participar en el movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel.
Lord Eric Pickles, el enviado especial del Reino Unido para asuntos posteriores al Holocausto, afirmó en una conferencia en Jerusalem que la nueva ley prohibiría a las agencias públicas trabajar con aquellos que boicotean a Israel de alguna manera.
«El BDS es antisemita y debe ser tratado como tal», expresó Pickles.
Como es tradición, la Reina Isabel hablará en la sesión de apertura del Parlamento y presentará los fundamentos del gobierno de Boris Johnson, incluido el nuevo embargo que prohíbe a los organismos y organizaciones gubernamentales que reciben fondos del gobierno boicotear a Israel.
Al hacerlo, Johnson continúa la tendencia pro-israelí de su gobierno mientras él y su gabinete se esfuerzan por estrechar los lazos comerciales con Israel y la cooperación con varios países de Medio Oriente.
Esta no es la primera vez que el Partido Conservador intenta aprobar una legislación que prohíba a las agencias públicas comprometerse con organizaciones BDS, pero los intentos anteriores de firmar el proyecto de ley fueron rechazados por la Corte Suprema, en parte debido a la falta de legislación adecuada.
La nueva ley de boicot no incluirá bienes producidos en Cisjordania porque el territorio no es considerado parte de Israel por el derecho internacional.
El gobierno también promoverá un proyecto de ley que obligará a los terroristas condenados a cumplir sus penas de prisión sin opción de libertad condicional.
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