La explosión del 18 de julio de 1994 causó 85 muertos y más de 300 heridos.
Las celebraciones internacionales comenzaron el lunes en Santiago de Chile y están programadas para continuar esta semana en Berlín. Otras ciudades anfitrionas de los eventos son Nueva York, Londres, Brasilia, Canberra y el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra.
El lunes en Santiago, el presidente de la comunidad judía local, Gerardo Gorodisher, recordó a los chilenos muertos en el ataque: Carlos Avendo Bobadilla y Susana Carman.
El embajador argentino en Chile, José Octavio Bordón, hizo un llamado a la cooperación internacional de «los países democráticos del mundo para llevar a los ciudadanos iraníes ante la justicia en Argentina bajo órdenes de detención internacionales» por su responsabilidad en el ataque.
Nadie ha sido condenado todavía por el atentado, aunque Argentina e Israel han señalado con el dedo a Teherán, sospechando que varios ex funcionarios iraníes y de Hezbolá participaron en el atentado contra la AMIA, así como en el ataque terrorista contra la Embajada de Israel en Buenos Aires el 17 de marzo de 1992.
“Es crucial compartir con el mundo la experiencia del terrorismo internacional que golpeó a la Argentina. Debemos seguir combatiendo este flagelo en estricto cumplimiento de la ley y de los principios de la justicia. Esperamos que estas acciones llamen la atención de la comunidad internacional sobre el flagelo del terrorismo”, dijo Adrián Vertein, presidente del Congreso Judío Latinoamericano.
La celebración del aniversario global es una iniciativa conjunta del Congreso Judío Latinoamericano, el brazo regional del Congreso Judío Mundial (WJC) y el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina. En cada evento, la comunidad judía local participará en el trabajo de la misión diplomática argentina en la ciudad.
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